2. Juan XXIII
Celebró su primera misa en la basílica
de San Pedro el 11 de agosto de
1904, al día siguiente de ser
ordenado sacerdote.
Su propósito pronto fue claro
para todos: poner al día la
Iglesia, adecuar su mensaje a
los tiempos modernos
enmendando pasados errados y
afrontando los nuevos problemas
humanos, económicos y sociales.
Desde los primeros días de su
pontificado, comenzó a comportarse
como nadie esperaba, muy lejos del
envaramiento y la solemne actitud que
había caracterizado a sus
predecesores.
3. San Francisco de Asís
San Francisco de Asís predicó la
pobreza como un valor y propuso
un modo de vida sencillo basado
en los ideales de los Evangelios.
Renunció públicamente a los
bienes de su padre y vivió a partir
de entonces como un ermitaño.
San Francisco de Asís fue
canonizado dos años
después de su muerte, el
15 de julio de 1226