3. James Oliver Huberty
de 41 años, el 18 de
julio de 1984 entro a
un restauran de San
Diego muñido de una
escopeta M16 y una
pistola .45, y asesino
a 21 personas
hiriendo a 13. Esta es
su historia…
4. J. O. H. se levanto esa
mañana bien
temprano, tuvo una
charla con su hijo, que
después nos
enteraremos, tiene
dos hijos y una
esposa; la esposa le
dijo por
quintoagésima vez:
(habían discutido
mucho por este tema)
“voy a llevar a mis
hijos a comer al
restaurant de la linea
Mc Donalds”.
-
5. “NOOOOOOO !“, dijo el, -”ese envenenador de la poesía, es que
ese hombre es capaz de juntar multitudes alrededor de un
sanguche de chorizo, NOOOOOOO!” pero ella se revelo y salio…
6. Es muy terrible lo que es capaz de hacer la gente por comer, hay que
imaginarse por un momento la mente de este hombre, cuando se
imagino todas esas mandíbulas, todos esos seres, comer es horrible,
las abuelas, esas mandíbulas comiendo una milanesa como si fuera
una ametralladora, taattataatattta, los niños baboseando unos fideos
con pesto, son capaces de comerse todo, son como langostas, se
comerían el universo por nada, se lo comerían por nada y no
distinguirían el sabor del culo de dios de un kilo de patatas con crema,
se lo comerían todo…
7. J. O. H. esa mañana se puso nervioso, se imagino cuanto
comerian, en que restaurant estará comiendo, en cual de ellos
estará comiendo mi mujer con mis pequeños hijos, entonces
cargó su M16, 154 balas por minuto, mira telescópica, lo metió
todo en un maletín y salio a la calle…
8. todas las mujeres se
parecían a todas y todos
los niños se parecen a
todos. todos tienen la
misma mirada fantasmal,
una cara anodina, la
muerte y el deseo se
notaba en todas las
expresiones el caminaba
y miraba y era todo igual,
es esa maldita muerte
planetaria que arrasa las
ciudades de este planeta,
así que el dijo cualquier
restauran sera lo mismo
y entro en uno de ellos
9. Esa mañana había charlado con su pequeño hijito de 8 años, el nene le
había preguntado: ”Papa, papa decime papa que es la noche? “
y el le había contestado: ”hijo mio, la noche es el ojo ciego del universo
que se abre…”
10. “entonces las estrellas papa que son?” es el ojo sano, que ilumina esta
maldita pesadilla que vivimos, hijo mio…
-” y el cielo papa que es el cielo?” el cielo hijo mio, el cielo es la ventana
abierta al infinito… -“y el infinito papa que es el infinito papa? ”…
11. ..”El infinito hijo mio, es ese abismo negro y horroroso, donde van a parar
todos los nenes mientras van creciendo y van muriendo de cáncer”. Así
que es fácil imaginarse el estado de animo de J. O. H. se sentía bien
12. Esa mañana mientras
cargaba su m16 y se tomo
3 dosis de lsd entonces
salio medio loquito hay
que reconocerlo, salio a la
calle medio que no
entendía nada, veía un
peregrinar de beduinos allí
donde había unos autos
que caminaban, estaba
medio loquito, pero medio
loquito pero
comprendiendo y cuando
llego al restaurant, hay que
imaginárselo…
13. …3 dosis de lsd no vio el
restaurant, vio un montón
de platos donde una
ensalada de lechuga por
ejemplo, eran un montón
de pastitos abriendo sus
bocas y gritando "auxilio,
auxilio!" y mientras un
niño se comía un bife de
chorizo “ayyy!” gritaba el
bife desesperadamente,
para que no lo engulleran…
14. …en una sonrisa de
una viejita el veía
un nido de
guiñaspas
infernales, donde
unos gusanos se
asomaban, el veía
cerramientos y se
subió al mostrador,
cargo su m16 quito
el seguro, y gritó:…
15. “Hijos de puta!”. Y lo miraron… y se sintieron reconocidos… Entonces J. O. H. en
nombre de todos los desesperados, en nombre de todos los cadáveres que jamas
pudieron levantarse de su tumba, en nombre de todos los cabezas de turco que
murieron por todos los imbéciles, en nombre de esa turba de imbéciles que son
capaces de comerse todo, que son como una plaga de langostas, que habitan este
planeta infame, en nombre de los pequeños espíritus que habían creído reconocer
16. El les empezó a disparar! J. H. , nuestro héroe… se atrevio a
matarnos, a nosotros, esta lacra inmunda, a nosotros que
estábamos en ese restauran, nos salvamos, tuvimos suerte,
bueno para las almas morbosas decían, 21 cadáveres
quedaron… no… 22, porque a J. H. le metieron un tiro en el
cerebro, un policía que por 125 dolares de paga semanal lo
mato, se llamaba John Olson, negro ex boxeador