El documento recomienda que los estudiantes dedican 20 minutos diarios a la lectura durante el verano para repasar lo aprendido. También sugiere que las familias realicen actividades como dictados, lectura en voz alta, preguntas sobre las lecturas y ejercicios matemáticos como sumas, restas, multiplicaciones y divisiones para reforzar los conocimientos. Además, ofrece dos cuadernos de ejercicios para el verano y asegura que con un horario de estudios planificado los niños tendrán también tiempo para jugar.