4. Dichas referencias a la
vida y a la muerte de un
país aparecen recogidas
en las estadísticas del
Movimiento Natural de
la Población, que se
refieren básicamente a
los
nacimientos, matrimo
nios y defunciones
ocurridos en territorio
español, constituyen
uno de los trabajos de
mayor tradición en el
Instituto Nacional de
estadística (INE).
5. Los datos censales que
reflejan esa dinámica
poblacional hacen referencia a
conceptos tales como la
natalidad, la fertilidad, la
nupcialidad, la
mortalidad, la mortalidad
infantil o la esperanza de
vida. La diferencia entre unos
y otros dará lugar
al crecimiento vegetativo o
natural de la población
española.
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15. Cuando se analiza los movimientos naturales o
dinámica natural de la población en el tiempo se habla
de los regímenes demográficos. Éstos responden
siempre a tres etapas que son:
16. la primera, el régimen demográfico antiguo que se
caracterizaba por un crecimiento natural bajo, al presentar
unas altas tasas de natalidad y unas altas tasas
de mortalidad, presentándose esta última a veces de
carácter catastrófica;
la segunda, es la fase de transición demográfica que casi
siempre presenta dos fases internas (en la primera se
produce una caída de la mortalidad, mientras que en la
segunda se produce una reducción de la natalidad);
y una tercera, el llamado régimen demográfico
moderno caracterizado por unas tasas muy bajas en la
natalidad y la mortalidad.
17. Fase I: El régimen demográfico
antiguo se caracteriza por presentar tasas
de natalidad y de mortalidad que alcanzan
el 40 %º se mantiene en España hasta los
inicios del siglo XX.
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19. Evolución de la
población
española
Año Población
1857 15.464.340
1860 15.645.072
1877 16.622.175
1887 17.549.608
1897 18.065.635
1900 18.616.630
20. La natalidad antes del año 1900 es alta. Las razones se encuentran en el
predominio de una economía y una sociedad rural en la que un hijo o una hija
es considerado una inversión (los hijos trabajan para la familia a una temprana
edad, son baratos de mantener y podrían cuidar en un futuro de los mayores).
Igualmente la explicación se debe a la inexistencia de sistemas eficaces de
control de natalidad, siendo el único el retraso en edad de matrimonio. El
modelo de matrimonio para ese momento es tardío, pues las mujeres solían
casarse más tarde de los 21 o 23 años, y en algunos casos más tarde de los 25.
Los hombres en torno a los 25. Con este sistema, el total de hijos nacidos no
superaba los 8, de los que sólo sobrevivían al matrimonio entre 3 y 5.
La mortalidad en el ciclo demográfico antiguo es muy alta sobre todo la
mortalidad infantil. Pero más importante que la mortalidad ordinaria es la
mortalidad catastrófica. La mortalidad en esta época es alta por el bajo nivel de
vida (dieta escasa, desequilibrada), las enfermedades infecciosas transmitidas
por aire y agua, el atraso médico y la falta de higiene privada y pública.
A finales del siglo XIX se produce en España un incremento de la población.
Este se debe fundamentalmente a tres causas : una mayor fecundidad, un
aumento en la esperanza de vida y el cese de migraciones a América. A finales
del siglo, los índices de mortalidad infantil están en el 20‰, y los de natalidad
se situaban en torno al 34‰. La tasa de crecimiento vegetativo era del 0,9%.
21. Mapa de densidad de población de 1857, en
donde destaca la fuerte densidad
demográfica de Galicia (supe poblamiento
que dio lugar a emigraciones masivas), la
relativamente importante de Castilla y León,
y la tan sólo moderadamente elevada de
Madrid.
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27. Con respecto a la mortalidad se produce una disminución
notable y constante de la misma. La mortalidad continúa
reduciéndose, salvo en episodios como la epidemia de gripe
de 1918-20 y la guerra civil (1936-39). La mortalidad
afectaba más a las clases pobres. Esto va a ser así hasta que
1963 se generaliza la sanidad pública y se crea la Seguridad
Social. Aspecto importante también es que la crisis de
posguerra desaparecen definitivamente las crisis de
subsistencia. Pero los éxitos más notables en la mortalidad
se consiguen en la reducción de la mortalidad
infantil que, aun siendo alta, a principios de los 70, baja
espectacularmente.