5. 1.Comprender que la naturaleza perpetua de la Ley tiene
profundas implicancias para la comunicación de la salvación.
2.Sentir tranquilidad en el conocimiento de que como
cristianos servimos a un Dios coherente, cuyos principios y
carácter son inmutables.
3.Entregar diariamente el corazón a Cristo, quien nos
transmite el deseo de hacer su voluntad.
6. Jesús enseñó que la verdadera obediencia va más
allá de las demostraciones externas; también
importan las intenciones del corazón.
7. “Cristo no solo fue el que dirigía a los
hebreos en el desierto [...] sino también fue
Él quien dio la ley a Israel” (Patriarcas y
profetas, p. 382).
“No penséis que he venido para abolir la
Ley, o los Profetas. No he venido a
invalidad, sino a cumplir” (Mateo 5:17).
En otras palabras: “No pierdan su tiempo
pensando o enseñando que estoy en contra
de la Ley que yo mismo le di al pueblo”.
¿Quién es el Autor de la Ley? ¿Quién
cumplió cabalmente la Ley? ¿Quién nos
capacita para cumplir la Ley?
JESÚS NO CAMBIÓ LA LEY (Mateo 5:17-19)
8. “Este es aquel Moisés que estuvo
en la congregación en el desierto
con el ángel que le hablaba en el
monte Sinaí, y con nuestros
padres, y que recibió palabras de
vida que darnos” (Hechos 7:38)
En el Antiguo Testamento, “el
Ángel de Jehová” es Jesús, al cual
se le atribuyen características
divinas, y es llamado “Jehová”
(Josué 5:13-15; Jueces 13:17-20;
Zacarías 3:1-2)
Este Ángel es el que apareció a
Moisés en la zarza (Éxodo 3:2-6) y
en el monte Sinaí (Hechos 7:38).
Jesús mismo es el que dio los diez
mandamientos y las diversas
leyes que encontramos en el
Pentateuco.
9. Las exigencias de Cristo fueron mucho
más allá de la simple formalidad de la
Ley.
Sus enseñanzas incluyeron el espíritu
tras ella, que es el que le da verdadero
sentido a la vida, y que de otro modo sólo
puede ser un mero formalismo.
La observancia de la Ley sin la
comprensión de la salvación por la gracia,
no conduce a nada, a no ser al legalismo,
y éste a la perdición.
“Se complació el Señor por amor a su
justicia magnificar su Ley y
engrandecerla” (Isaías 42:21). ¿De qué
modo Cristo cumplió esta profecía?
JESÚS PROFUNDIZÓ EL SIGNIFICADO DE LA LEY
10. “No penséis que he venido para
abrogar la ley o los profetas; no he
venido para abrogar, sino para
cumplir” (Mateo 5:17)
Abrogar = Abolir, derogar.
Jesús no vino a abolir la Ley.
A través de sus enseñanzas y de su
ejemplo, vino a darle un significado
más profundo a la Ley.
“Su misión era “magnificar la ley y
engrandecerla”. Debía enseñar la
espiritualidad de la ley, presentar
sus principios de vasto alcance y
explicar claramente su vigencia
perpetua… [Jesús] era una
representación viva del carácter
de la ley de Dios”
Elena G. de White, El discurso maestro de Jesucristo, p. 46
11. OS FUE DICHO…
“No matarás” (Éxodo 20:13)
“No cometerás adulterio”
(Éxodo 20:14)
“si no le agradare … le
escribirá carta de divorcio”
(Dt. 24:1)
“no juraréis falsamente”
(Levítico 19:12)
“ojo por ojo, diente por
diente” (Éx. 21:24)
“amarás a tu prójimo”
(Levítico 19:18)
PERO YO OS DIGO…
“cualquiera que se enoje contra su
hermano, será culpable de juicio”
(Mateo 5:22)
“cualquiera que mira a una mujer para
codiciarla, ya adulteró con ella en su
corazón” (Mateo 5:28)
“el que repudia a su mujer, a no ser por
causa de fornicación, hace que ella
adultere” (Mateo 5:32)
“No juréis en ninguna manera”
(Mateo 5:34)
“No resistáis al que es malo” (Mateo
5:39)
“Amad a vuestros enemigos” (Marcos
5:44)
Jesús amplió y le dio su verdadero sentido a la Ley,
basado en su propia autoridad como dador de la Ley.
12. El adulterio es una amenaza real, capaz de
destruir o abatir a la familia, la más
sagrada y antigua institución establecida
por Dios.
La Sociología afirma que la familia es la
célula base de la sociedad.
La teología afirma que la familia es el
corazón de la iglesia y la base de la
sociedad: “el hogar es el corazón de la
sociedad, de la iglesia y de la nación” (El
ministerio de curación, p. 269).
¿Por qué razón Jesús fue aparentemente
demasiado severo respecto al tema del
adulterio, a punto tal de utilizar un
lenguaje que es de los más fuertes en toda
la Biblia aún cuando pueda ser
considerado figurado?
JESÚS Y EL SÉPTIMO MANDAMIENTO (Mateo 5:27-30)
13. “Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón Moisés os permitió
repudiar a vuestras mujeres; mas al principio no fue así” (Mateo 19:8)
¿Cómo amplió Jesús el concepto de adulterio, condenado por el 7º mandamiento?
Mateo 5:28-32
Jesús señala que, en realidad, el
adulterio incluye también los
pensamientos y los deseos inmorales.
Usando la exageración (“si tu ojo
derecho te es ocasión de caer, sácalo, y
échalo de ti”), Jesús nos enseña a tomar
todas las medidas que sean necesarias
para evitar (huir de) la tentación, antes
de que ésta se convierta en pecado.
A causa de la debilidad de Israel, Jesús
soportó durante un tiempo la poligamia
y el divorcio. Pero ahora, dignifica la
santidad y perpetuidad del matrimonio.
14. Honrar al padre y a la madre involucra
obedecerlos cuando somos niños, velar
por ellos cuando llegamos a la adultez,
y respetarlos siempre.
El Corbán permitía “ofrendar”
ilegítimamente al Señor aquellos
recursos que el mandamiento prescribía
para el cuidado de los padres.
Ni un mandamiento ni una tradición
tienen autoridad para cambiar lo que
Dios escribió en su Ley.
Honrar al padre y a la madre versus el
Corbán
JESÚS Y EL QUINTO MANDAMIENTO (Marcos 7:1-13)
15. “Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu
madre; y: El que maldiga al padre o a la madre,
muera irremisiblemente. Pero vosotros decís:
Basta que diga un hombre al padre o a la madre:
Es Corbán (que quiere decir, mi ofrenda a Dios)
todo aquello con que pudiera ayudarte, y no le
dejáis hacer más por su padre o por su madre”
(Marcos 7:10-12)
Según los fariseos, si un hombre dedicaba a Dios
sus posesiones (es decir, las dejaba en herencia al
Templo), estaba exento de guardar el 5º
mandamiento, aunque él mismo podía seguir
disfrutando de ellas.
En ninguna manera las filosofías o tradiciones
humanas pueden sustituir o modificar los Diez
Mandamientos escritos por el mismo dedo de Dios.
Pues en vano me honran, enseñando como
doctrinas mandamientos de hombres” (Marcos 7:7)
16. La obediencia y una entrega total a Dios
están tan unidas, que una sin la otra se
convierten en una mera simulación de la
vida cristiana.
La entrega del yo es la esencia de las
enseñanzas de Cristo.
La obediencia sin amor es imposible y sin
valor.
¿Qué podemos aprender de la historia
de obediencia del joven rico?
JESÚS Y LA ESENCIA DE LA LEY (Mateo 19:16-22)
17. “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás
al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu
mente. Este es el primero y grande mandamiento” (Mateo 22:36-38)
Dios quiere de nosotros una entrega
completa, y que esa entrega sea motivada
por el amor.
Una entrega así dará como fruto la
obediencia a la voluntad divina, reflejada
en sus Mandamientos.
El joven rico había guardado los
Mandamientos (Mateo 19:16-22), pero no
estuvo dispuesto a dejar todo a la orden
del Maestro: “ven y sígueme”.
La obediencia sin amor carece de valor.
La obediencia y la entrega completa a Dios
están tan ligadas que la una sin la otra es
solo un fingimiento de vida cristiana.
18. “En sus enseñanzas, Cristo mostró cuán abarcantes
son los principios de la ley pronunciados desde el
Sinaí. Hizo una aplicación viviente de aquella ley
cuyos principios permanecen para siempre como la
gran norma de justicia: la norma por la cual serán
juzgados todos en aquel gran día, cuando el juez se
siente y se abran los libros. Él vino para cumplir
toda justicia y, como cabeza de la humanidad, para
mostrarle al hombre que puede hacer la misma
obra, haciendo frente a cada especificación de los
requerimientos de Dios. Mediante la medida de su
gracia proporcionada al instrumento humano,
nadie debe perder el cielo. Todo el que se esfuerza,
puede alcanzar la perfección del carácter. Esto se
convierte en el fundamento mismo del nuevo pacto
del Evangelio. La ley de Jehová es el árbol. El
Evangelio está constituido por las fragantes flores y
los frutos que lleva”
Elena G. de White, Mensajes selectos, tomo 1, cap. 26, p. 248
19. 1. La misión de Cristo fue “magnificar la Ley y
engrandecerla” (Isaías 42:21). Él debía mostrar la
naturaleza espiritual de la Ley, presentar sus principios
de vasto alcance y hacer clara su eterna obligatoriedad.
2. La coherencia de la Ley de Dios proporciona estabilidad y
seguridad. La gracia de Dios hace posible vivir en
armonía con las disposiciones de su Ley.
3. Donde sea que la legislación humana haya invalidado la
Ley divina, la moral fue menoscabada y siempre perdió la
familia.
CONCLUSIONES
20. Las enseñanzas
Jesúsde
Te invito a
bajar y
estudiar cada
una de las 13
lecciones que
tratan sobre el
tema:
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