La unidad en la adoración trata sobre la adoración verdadera a Dios y la falsa adoración. Explica que debemos adorar a Dios mediante el estudio de las Escrituras, la oración y la comunión, ya que Él es nuestro Creador y Redentor. También advierte sobre la falsa adoración promovida por Satanás al final de los tiempos, la cual llevará a las personas a adorar a la bestia y su imagen en lugar de a Dios.
3. Llamado a la adoración:
La adoración en el Cielo.
La adoración en la Tierra.
La falsa adoración.
Unidos en adoración:
El estudio de las Escrituras.
La comunión y la oración.
Dios recibe la adoración de los seres celestiales, y desea
recibir también nuestra adoración en la Tierra.
Adorar a Dios es reconocer la grandeza y la majestad de
Dios; comprender que él es el Creador, y nosotros, criaturas;
y admitir nuestra propia indignidad, impotencia y absoluta
dependencia de él. Ese reconocimiento también implica la
voluntad de aceptar el señorío de Dios sobre nuestra vida.
4. Adorar a Dios es darle la gloria y el honor
que Él se merece.
La adoración celestial es un acto de
agradecimiento por lo que Dios ha hecho:
“porque tú creaste todas las cosas […] y
con tu sangre compraste para Dios gente
de toda raza, lengua, pueblo y nación”
(Ap. 4:11; 5:9 NVI).
El sacrificio de Jesús es el centro de la
adoración. Los seres celestiales rinden
adoración a Dios por habernos redimido a
nosotros. ¡Cuánto más debemos nosotros
adorarle y darle gracias por su redención!
Adoramos a Dios cuando le rendimos
culto, alabanza, amor y obediencia,
porque Él es digno de recibirlos.
5. • En aquellos que no
quieran aceptar el
Evangelio eterno, el
mensaje generará
miedo.
• En los que lo acepten,
generará admiración y
respeto. Tendremos
“confianza en el día
del juicio”
(1ª de Juan 4:17).
Temer a Dios,
porque juzga al
mundo.
• Una alusión clara a la
observancia del
cuarto mandamiento
(Éxodo 20:8-11).
• La crisis final se
centrará en la
adoración: adorar a
Dios o al dragón.
Adorar al
Creador.
El último mensaje de Dios a la humanidad
se compone de dos partes:
6. Desde su rebelión, Satanás ha querido ser
adorado como dios (Isaías 14:13).
Intentó que Jesús
mismo le honrase como
príncipe de este mundo
(Mateo 4:8-9).
En el tiempo del fin,
hará un gran intento de
ser adorado a través de
la bestia y su imagen,
bajo pena de muerte
(Apocalipsis 13:14-15).
7. Podemos comparar la experiencia que vivieron los tres amigos de
Daniel con la falsa adoración que surgirá en el tiempo del fin.
ADORACIÓN
VERDADERA (DANIEL 3)
ADORACIÓN FALSA
(APOCALIPSIS 13-14)
“No serviremos a tus
dioses, ni tampoco
adoraremos la estatua
que has levantado”
“Adoran a la bestia y a
su imagen”
“Fueron echados
dentro del horno de
fuego ardiendo”
“Será[n]
atormentado[s] con
fuego y azufre”
“Dios … libró a sus
siervos que confiaron
en él”
“Y no tienen reposo de
día ni de noche los que
adoran a la bestia y a
su imagen”
8. Aunque podemos adorar a Dios en privado, la adoración
es principalmente un acto realizado en comunidad.
Al igual que los ángeles, unimos nuestras voces en
cantos de adoración. Pero también estamos adorando
a Dios cuando estudiamos su Palabra juntos.
La Biblia nos enseña lo que
Dios ha hecho por nosotros,
nos transmite instrucciones
para guiar nuestra vida, y nos
da esperanza en la Segunda
Venida de Jesús.
Cuanto más la estudiemos,
más motivos tendremos para
adorar juntos a nuestro
Creador y Redentor.
9. “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles,
en la comunión unos con otros, en el partimiento
del pan y en las oraciones” (Hechos 2:42)
Unidos por una misma doctrina, la iglesia debe dedicar
tiempo a la confraternización, animándonos unos a otros,
y recordando las enseñanzas de Jesús. De esta forma,
fortalecemos nuestra unidad en Cristo.
Para alabar a Dios (Hch. 4:24).
Para recibir poder (Hch. 4:30).
Por la resolución de los problemas (Hch. 12:12).
Por el bien de otros (1Tim. 2:1).
Por la predicación del Evangelio (Efe. 6:19).
Otro aspecto que no debemos olvidar es la oración
en común. ¿Por qué cosas deberíamos orar juntos?
10. “La iglesia de Dios en la tierra es una con la iglesia
de Dios en el cielo. Los creyentes de la tierra y los
seres del cielo, que nunca han caído constituyen
una sola iglesia. Todo ser celestial está interesado
en las asambleas de los santos que en la tierra se
congregan para adorar a Dios. En el atrio interior
del cielo, escuchan el testimonio que dan los
testigos de Cristo en el atrio exterior de la tierra.
Las alabanzas de los adoradores de este mundo
hallan su complemento en la antífona celestial, y
el loor y el regocijo repercuten por todos los
atrios celestiales porque Cristo no murió en vano
por los caídos hijos de Adán”
E.G.W. (Testimonios para la iglesia, tomo 6, pg. 366)
11. Te invito a bajar y
estudiar cada una
de las 13 lecciones
que tratan sobre el
tema:
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