La pasteurelosis en conejos es una enfermedad bacteriana causada por Pasteurella multocida que puede manifestarse de diversas formas, desde aguda hasta crónica. Los síntomas incluyen rinitis, neumonía y septicemia hemorrágica. Se transmite por contacto directo entre conejos o a través de fómites. El tratamiento involucra antibióticos sistémicos como enrofloxacina o penicilina G. La prevención requiere evitar el estrés en los animales y controlar otras enfermedades.
1. PASTEURELOSIS EN CONEJOS
LAURA TALIA PICON GONZALEZ 710399
JESUS ALBERTO CASADIEGOS BELTRAN 710362
WILLINTOG NAVARRO NAVARRO 710412
ALBERTO JOSE RINCON ATUESTA 710404
ESPECIALISTA MIRIAM MEZA QUINTERO
UNIVERSIDAD FRANCISCO DE PAULA SANTANDER OCAÑA
FACULTAD DE CIENCIAS AGRARIAS Y DEL AMBIENTE
ZOOTECNIA
BIOSEGURIDAD
2016
2. PASTEURELOSIS EN CONEJOS
Definición
La pasteurelosisdelconejoesunaenfermedadbacterianamuycomplejacausadaporuna bacteria
conocidacomo Pasteurellamultocida. Laenfermedadse puede manifestarde muydiversas
formassegúnactúe a nivel local otiendahacialageneralización.
(www.vetclinic.es,s.f.)
Sinónimos
Fiebre del transporte, coriza de los conejos, septicemia hemorrágica.
(bvs1.panaftosa.org.br, 1984)
Importancia económica
Tiene mucha importancia como cualquier otra enfermedad ya que si no es tratada a tiempo
puede conllevar a el animal a presentar cambios físicos micro y macroscópicamente
seguido de la muerte; Entraría para el productor una pérdida de tiempo invertido en la
producción animal y de dinero.
Reseña histórica
Pasteur, en 1880, aisló por primera vez, de sangre de pájaros, P. multocida,
caracterizándola morfológica y bioquímicamente. En 1885, Kit aisló el microorganismo de
la sangre de ganado enfermo y lo llamó Bacterium bipolarmulticidium. Hueppe, en 1886, le
denominó Bacterium septicemia hemorrágica y empleó el término “septicemia
hemorrágica” para describir la enfermedad causada por esta bacteria en los animales.
Trabajos sucesivos de diferentes laboratorios reconocieron propiedades bioquímicas y
morfológicas comunes entre las bacterias no hemolíticas que causaban septicemia
hemorrágica en los animales y fueron agrupadas como Pasteurella séptica en 1929, y como
Pasteurella multocida en 1939. El primer caso de infección humana por P. multocida, tras la
mordedura de un gato, fue descrito por Kapel y Holm en 1930.
(Hernández, s.f.)
Frecuencia
Suele presentarte en: ovinos, porcinos, conejos, aves, gatos, perros, bovinos y en el hombre.
Incidencia y distribución
La P. multocida se encuentra distribuida mundialmente, por el contrario, la de otras
especies es menos conocida, pero es de suponer, tomado en cuenta sus reservorios, que se
encuentran en todos los continentes.
(bvs1.panaftosa.org.br, s.f.)
3. Etiología
Este microorganismo algunas veces está como saprófito en la región nasofaríngea, pero
cuando se multiplica sin control suele causar diversas enfermedades.
Esta especie contiene serotipos entre los más importantes están los tipos A, B, D, E y F.
Pasteurella multocida tipo A: es muy frecuente en México, causante de la cólera aviar
en grandes explotaciones de aves.
Pasteurella multocida tipo B: causante de Septicemia hemorrágica.
Pasteurella multocida tipo D: saprófito en la región nasofaríngea, pero cuando este se
asocia a Bortedella causa rinitis atrófica junto con las toxinas que ellos mismo
producen.
Pasteurella multocida tipo E: es generalmente saprófita, a veces causante de lesiones
en el tracto respiratorio.
Su taxonomía es la siguiente:
Dominio: bacteria
Filo: proteobacteria
Clase: gammaproteobacteria
Orden: pasteurellales
Familia: pasteurellaceae
Género: pasteurella
Especie: multocida
Periodo de incubación
Dura entre una a dos semanas.
Transmisión
Por el aire, aunque está reconocido como vector de transmisión, solo se ha observado en
animales de jaulas cercanas (menos de tres metros), individuos en jaulas a 3 metros de
distancia de animales enfermos han tardado 12 semanas en desarrollar la enfermedad.
Aunque se admite que el cuidador puede ser considerado un vector de contagio de animales
enfermos, no hay pruebas que lo demuestren.
Por contactos directo entre conejos.
Por fómites (bebederos, comederos, etc.)
Por transmisión de la madre si ésta está preñada.
En el caso del hombre por el contacto con animales infectados o que porten esta bacteria.
4. Síntomas
En el conejo:
El proceso infeccioso puede tomar formas diversas, desde la peraguda, agudas hasta la
crónica. En el primer caso se observan pocos signos clínicos antes de que sobrevenga la
muerte del animal. Entre las lesiones observadas predominan las propias de una septicemia
generalizada.
En las formas crónicas pueden observarse la presencia generalizada de lesiones supurativas,
que suelen afectar el tracto respiratorio, la conjuntiva y los tejidos encefálicos adyacentes.
Se plantea que la bacteria penetra en el tracto respiratorio, primariamente en los nasales y
cuando la infección es establecida, puede colonizar también los paranasales, oído medio,
conducto lagrimal, órganos torácicos y genitales.
Su localización es muy amplia y se debe a que una vez que entran en el animal, favorecidas
por otros agentes infecciosos concomitantes como Bordetella bronchiseptica, Micoplasma o
virus, unidos a factores ambientales externos desfavorables para los animales, provocan la
infección y su posterior difusión por vías aéreas respiratorias y por la sangre a todos o
algunos de esos órganos, finalizando incluso con la muerte de los animales tras una
septicemia hemorrágica que afecta a órganos vitales.
En ocasiones los conejos pueden tener infección crónica de tejidos internos u órganos como
oído medio o pulmón sin ningún signo de rinitis y ser negativos a Pasteurella multocida por
cultivo nasal. Tanto la colonización como la enfermedad son influenciadas por factores
relacionados con el hospedero y el patógeno.
Dadas estas diferentes manifestaciones de la pasteurelosis, que como hemos visto no son
sólo respiratorias, y que ésta es una patología de colectividad; en las granjas afectadas
podemos encontrarnos con individuos infectados por P. multocida en diferentes situaciones:
animales muertos o moribundos; animales con síntomas respiratorios o de otro tipo, más o
menos graves, rinitis, neumonías, mamitis, con presentaciones subclínicas, agudas o
crónicas y animales que son portadores asintomáticos de Pasteurella que tras la infección
expulsan bacterias con potencial infectante al ambiente, sin padecer síntomas de ningún
tipo.
Si esta enfermedad no se controla eficazmente en sus inicios, la situación en granja puede
llegar a ser tan grave que puede obligar al vacío sanitario y cierre temporal de la
explotación. Dentro de los factores secundarios a esos agentes etiológicos, que podrían
afectar al inicio y desarrollo de los problemas respiratorios de los conejos, hay algunos
propios de los animales o endógenos y otros del ambiente que les rodea o externos, así
como algunos relativos a los propios microorganismos; dentro de estos factores se
encuentran:
Edad: Las conejas jóvenes y los gazapos al final del cebo parecen ser más propensos a
sufrir procesos agudos; los animales adultos tienden a padecer procesos más crónicos.
5. Sexo: Los machos padecen con más frecuencia rinitis y coriza que las hembras.
Estado fisiológico: En las conejas madres tras el parto y en los gazapos después del destete,
suelen agravarse estos problemas, probablemente por el estrés ocasionado.
Genéticos: Parece posible la selección genética de los conejos por su resistencia a estas
enfermedades, lo que ayudaría de forma importante a su prevención y control.
Inmunológicos: La posibilidad de generar anticuerpos en los conejos vacunados con
bacterianas o autovacunas podría reducir la incidencia de estos problemas.
Animales portadores: Los conejos enfermos o portadores asintomáticos de Pasteurella son
una fuente de contagio para los demás, por lo que deben ser controlados a su entrada o
eliminados de las granjas para reducir la incidencia de la enfermedad. (ecured.cu, s.f.)
En el hombre:
Las infecciones de piel y tejidos blandos, tras mordeduras o arañazos, son las formas de
presentación más frecuente. La infección se caracteriza por el rápido desarrollo de una
celulitis, con o sin formación de abscesos, y drenaje purulento o serosanguinolento por la
herida. Por inoculación directa o por extensión, pueden afectarse huesos y articulaciones
originando osteomielitis y artritis séptica, aunque estas complicaciones son raras. Se han
descrito infecciones óseas y articulares por diseminación hematógena, especialmente en
pacientes con artritis reumatoide, prótesis articulares, y pacientes en tratamiento con
corticoesteroides. Las infecciones del tracto respiratorio siguen en frecuencia a las
infecciones de heridas. Pasteurella multocida puede colonizar el tracto respiratorio superior
de personas que viven en contacto con animales, especialmente cuando existe una patología
respiratoria subyacente como EPOC o bronquiectasias. En estas circunstancias, P.
multocida puede comportarse como un patógeno oportunista y, a partir de la mucosa
respiratoria colonizada, invadir los tejidos, causando cuadros de neumonía, bronquitis,
empiema y abscesos pulmonares. Con menor frecuencia, se presentan infecciones de vías
altas: sinusitis, epiglotis y otitis. La manifestación clínica más frecuente de la infección
respiratoria por P. multocida es la neumonía y más del 90% de los casos se presentan en
pacientes con patología pulmonar subyacente. El comienzo de la sintomatología puede ser
gradual o agudo y los síntomas más frecuentes son fiebre, disnea y dolor pleurítico. El
patrón radiológico más habitual es el de consolidación lobar, aunque en ocasiones puede ser
multilobar o presentar un patrón intersticial bilateral difuso. Más de la mitad de los casos
cursan con bacteriemia, circunstancia que se ve favorecida por la existencia de
enfermedades de base o por la edad avanzada. Otras manifestaciones clínicas menos
frecuentes de la infección por P. multocida son las infecciones intraabdominales, que
incluyen la peritonitis bacteriana espontánea, peritonitis secundaria a la perforación de
vísceras, abscesos intraabdominales e infección de heridas quirúrgicas. Con menor
frecuencia se han descrito casos de endocarditis, infecciones oculares, infecciones genitales
y del tracto urinario y meningitis.
(Hernández, s.f.)
6. Lesiones macro y microscópicas
En las lesiones macroscópicas se puede presentar las siguientes lesiones: sero-fibrinosas
pudiéndose dar en distintas formas como rinitis, neumonía, otitis y meningitis.
Microscópicas: se puede observar: procesos de abscesos, y necrotizantes localizados en la
piel, órganos genitales, pericardio, mamas, etc.
Diagnostico diferencial y de laboratorio
Debe comenzar por una buena historia clínica, poniendo atención en la historia de
vacunaciones y después considerar los signos clínicos y en su caso, las lesiones observadas.
Se recomienda tomar muestras para intentar el posterior aislamiento de Pasteurella
multocida por serotipificación por medio de la prueba de descapsulación con hialuronidasa
para el serotipo A y acriflavina para el serotipo D, o el de Mannheimia. (martinez, s.f.)
Control
Evitar: Estrés ambiental, manejo inadecuado, otras enfermedades y/o parásitos que hagan
bajar las defensas, exceso de humedad, carencias nutritivas. En el caso del humano evitar el
contacto con animales que estén presentando síntomas que indiquen portar esta
enfermedad.
Si el animal ya presenta ésta enfermedad se debe hacer lo siguiente:
Preparar el recinto:
Ventilar bien la zona antes de introducir nuevamente al conejo, debe estar en un sitio
aislado, protegido de corrientes, sin temperaturas muy elevadas y de fácil limpieza.
Como por estrés empeoran, alejarlo de todos los ruidos y molestias que puedan tener.
Si tienes más conejos durante el tiempo que esté en tratamiento debería estar separado de
los animales sanos (en otra habitación si es posible).
Con el tiempo y cuando el animal deje de rodar exageradamente, lo ideal es dejarles sueltos
para que se estresen menos durante varias horas al día, siempre vigilando que no tengan
nada que les pueda hacer daño si ruedan, y colocando una especie de túnel o camino
estrecho, donde ellos puedan colocarse a comer y beber sin que puedan rodar.
Cuidados del conejo:
Higiene, en casos de otitis, el animal rueda, se cae, se mancha de orina y heces, nosotros
recomendamos pelar cuidadosamente al conejo con unas tijeras de punta redonda, para
facilitar la higiene, y limpiar a diario varias veces con un paño limpio húmedo para retirar
los restos de orina y heces.
Trátale con cuidado y cariño e intenta cogerle lo menos posible, es mejor sentarse junto a
él, evitando que ruede, (contra la pared, por ejemplo) y acariciarle con cariño, así se sentirá
más seguro y querido.
Al rodar puede que se haga daño en las patas o en el rabito, vigila que no tenga roturas o
heridas, en caso de que le veas alguna, acude al veterinario. Si aparece alguna herida
mantenla limpia siempre para evitar males mayores.
7. Tratamiento
En el conejo: Se trata mediante antibióticos sistémicos (enrofloxacina, trimetropina-
sulfametoxazol, tetraciclina, cloranfenicol o penicilina G y gentamicina). Para determinar el
antibiótico adecuado al tratamiento de la enfermedad se recomienda hacer un antibiograma,
pues algunas cepas son resistentes a alguno o varios de esos antibióticos.
Adicionalmente si el veterinario lo considera; córticos o algún antiinflamatorio.
Se puede administrar una solución Inyectable de vitaminas del grupo B como el Aminolid,
para apaciguar la sintomatología nerviosa.
Se puede administrar al conejo complejos vitamínicos como el anima strath durante todo el
tratamiento.
La duración del tratamiento depende de cuánto tiempo tarde la enfermedad en
ser diagnosticada y tratada, el tratamiento puede durar entre 7 y 14 días y en casos
más severos hasta 3 meses. (infoconejos.wordpress.com, 2010)
En el hombre: aplicar penicilina, a personas que resultan alérgicas a este medicamento se
le recomienda la tetraciclina.
En las infeccionesde heridaspormordeduras,hastadisponerde losresultadosde loscultivosyde
laspruebasde sensibilidad,se considerade elecciónel tratamientoconamoxicilina-clavulánico,
por la frecuenciaconque se encuentranenestasinfeccionesjuntoaP.multocidaotros
microorganismos,sobre todo,S.aureusyanaerobios.Enpacientesalérgicos,el tratamientopuede
realizarse conquinolonasocotrimoxazol asociadosalaclindamicina. (Hernández, s.f.)
Zoonosis
El hombre puede infectarse de esta bacteria por tener contacto con animales portadores de
la enfermedad, si la bacteria se encuentra en el aire también resultaría una amenaza para él.