3. La Sierva de Dios Hna. María Crescencia Pérez (María Angélica), nació en San Martín (Provincia de Buenos Aires), el 17 de agosto de 1897.
4. El 31 de diciembre de 1915 entró en el Noviciado de las Hijas de Ma. Sma. del Huerto (Gianellinas) en Buenos Aires donde, el 7 de septiembre de 1.918 emitió sus Votos religiosos.
5. La Sierva de Dios nunca puso límites a su caridad ; no conoció los atenuantes o las excusas, a veces hasta razonables, para no comprometerse. Estuvo siempre dispuesta a amar a su prójimo más que a sí misma...
6. En su apostolado los más beneficiados fueron los enfermos y los pobres, podemos decir que vivió una auténtica vocación: los pobres. A los enfermos les enseñó que en el sufrimiento se esconde una fuerza especial que los acerca a Cristo.
7. El amor a Jesús, a María del Huerto, a su Iglesia y al Padre fundador de su Instituto, San Antonio María Gianelli la fueron transformando y así abrazada y consumida por ese fuego interior entregó su vida a Dios un 20 de Mayo de 1.932 en Vallenar - Chile
8. En su incansable actividad a pesar de su corta vida, sembró una semilla que poco después de su muerte dio abundante fruto.
9. El testimonio de santidad sencilla y cotidiana de María Crescencia, puede ayudar a muchos a ser como ella.
10. Reconoció a Dios como su Creador y Padre Ella buscó hacer todas las cosas por amor. Amó a Dios y al prójimo . Entendió que el amor a Dios le exigía renunciar así misma y ser generosa. Virtudes de la Hna. Crescencia HUMILDAD CARIDAD SACRIFICIO
11. Trató de ser instrumento de la Bondad de Dios. Siempre estuvo atenta a las necesidades de los demás. Su alegría le permitió contagiar a Dios a los demás. No buscó protagonismo ni cosas extravagantes, simplemente se dedicó a amar a Dios y al prójimo. Virtudes de la Hna. Crescencia BONDAD ALEGRIA SENCILLEZ
12. Fue una mujer íntegra, por su pureza de vida y costumbres. Consagró su vida a María y todo lo esperó de ella. Se sabía protegida, guiada y sostenida por María. Tuvo una inmensa confianza en Dios. Se abandonó en sus manos, sabiendo que el Señor se haría cargo de ella y sus dificultades. Virtudes de la Hna. Crescencia PUREZA AMOR A MARIA ABANDONO