1. 12/ LA CRÍTICA TEXTUAL
La historia del texto y de las versiones antiguas muestra que
el texto bíblico llegado hasta nosotros corresponde
sustancialmente a los textos originales.
Pero la historia enseña que han surgido muchas variantes
haciendo difícil la lectura del texto en algunos puntos.
Por eso se necesita una crítica textual para reconstruir el
texto primitivo.
Se trata de examinar
todas las variantes y
delimitar sus causas para
reconstruir el texto
primitivo. Al resultado
se llama “texto crítico”.
2. Tipos de alteraciones.
Las alteraciones del texto inspirado se pueden reducir a
cuatro tipos: 1. Omisiones: Pueden ser desde una letra
hasta toda una frase o período.
Ejemplo de omisión: Mt 10,37.
El texto completo es: “el que
ama a su padre o a su madre
más que a mí, no es digno de mí;
el que ama a su hijo o a su hija
más que a mí, no es digno de mí.
El que no toma su cruz y me
sigue detrás no es digno de mí”.
Algunos omiten la frase
referente a los hijos.
3. 2. Añadidos. Éstos pueden ser desde una letra hasta toda
una frase.
Un caso de añadido es el llamado “coma joánico”: 1 Jn 5,
7b-8a
Dice: Porque son tres los que
dan testimonio en el cielo: el
Padre, el Verbo y el Espíritu
Santo; y estos tres son una sola
cosa.
Primitivamente quizá fue una
glosa marginal para explicar el
texto, que es: “Tres son los que
dan testimonio: el Espíritu, el
agua y la sangre, y los tres
convienen en lo mismo”.
4. 3. Transposición. Es la confusión errónea de una o varias
letras por la similitud de caracteres.
Un ejemplo de cambio es: Rom 6,5: “Porque si hemos sido
hechos una misma cosa con él por una muerte semejante
a la suya, también lo seremos por
una resurrección semejante”
El “también” debe ser “pero”, que
en griego es “alla”. Se puede
confundir al escribi con “aMa”, que
es “también”.
A veces en latín la “a” se confunde
con la “n”. Y así otras letras.
5. 4. Inversión o cambio de orden de letras, palabras o frases.
Ejemplo: Es frecuente encontrar “Cristo Jesús” en lugar de
“Jesús Cristo”.
Ejemplo de inversión de letras:
ébalon en vez de élabon: Mc14,65
Inversión de palabras: Lc 6,15-16:
“Simón llamado el zelotes y
Judas”. Alguno dice: “Simón y
Judas el zelotes”
Inversión de versículos: Mt 21,28..
Algunos invierten el orden en la
parábola de los dos hijos.
6. Causas de las alteraciones.
Unas son de origen involuntario:
Por la vista: o porque la vista está débil o por el cansancio
que hace leer algo diverso de lo escrito.
Por el oído, pues mucho
se escribía al dictado. A
veces no se escuchaba
bien o no se entendía.
Por la memoria, pues,
creyendo que lo sabía
bien, lo terminaba de
modo diferente o de otro
texto parecido.
7. Otras alteraciones eran voluntarias, debido a:
- Motivos literarios: correcciones ortográficas, gramaticales,
de estilo...
- Por armonía: Poner de acuerdo dos textos paralelos, o
poner una cita del NT con su fuente.
- Exegéticas y dogmá-
ticas: para suprimir
alguna dificultad.
De estas alteraciones
conscientes se derivan
los cuatro tipos
textuales.
8. Reglas generales de la crítica textual.
Se puede dividir en externa (histórica) e interna (literaria).
Son como dos momentos que hay que saber armonizar.
La crítica textual externa recoge los testimonios a favor de
una o de otra variante, organizándolos en familias.
Para elegir una determinada
variante debe atenerse al
número de manuscritos y a la
antigüedad.
En cuanto al número hay que
atenerse más a la cualidad que a
la cantidad, pues pueden darse
muchos que sean meras copias
de uno ya corrompido.
9. En cuanto a la antigüedad, hay también sus limitaciones,
pues a veces un manuscrito es más reciente, pero es copia
fiel de uno más antiguo desaparecido. Por eso puede tener
mayor credibilidad.
Por lo cual deben examinarse las variantes de una manera
atenta.
Cuando la crítica
externa no llega a
resolver todas las
dudas, se debe
recurrir a la crítica
interna.
10. La crítica textual interna valora las variantes según su
significado interno.
No hay normas rígidas, sino indicaciones generales
deducidas del comportamiento del copista en su estudio.
Son cuatro principalmente:
1. Hay que considerar genuina
la lectura variante a partir de
la cual es posible explicar el
origen de las demás.
Esta es la regla de oro y rara
vez admite excepciones.
11. 2. La lectura más difícil debe preferirse a la fácil, pues la
tendencia del copista es aclarar lo que parece oscuro.
3. Se debe preferir la lectura más
breve a la larga, pues los
copistas tienden a armonizar y
completar, más que a omitir.
4. Es preferible una lectura con
los pasos paralelos a la que es
conforme.
12. Si se demuestran ineficaces las normas precedentes, como
último recurso, se puede recurrir a la conjetura.
Si se aplica, en rara ocasión, se debe respetar lo más
posible el texto (en el caso del hebreo, el texto
consonántico),
Y debe armonizarse con el
contexto.
Se debe creer que los
testimonios llegados hasta
nosotros han conservado
algún rastro de la lectura
genuina.
13. Ejemplo del episodio con Marta y María: Lc 10,38-42, en el
versículo 42:
“Pero sólo hay una cosa de la que hay necesidad” (p45,
p47,A, K, códices minúsculos, la Vulgata).
Se suprime (D, Vetus latina)
“Pero pocas cosas son necesarias”
(versiones coptas, armenia, georgiana)
“Pero pocas cosas son necesarias,
es más una sola” (P3, B, S)
La 1ª es preferible: mejor testi-
moniada y origen de las demás.
La 2ª aligera el texto. La 3ª
interpreta ascéticamente. La 4ª es
compromiso con las otras.