Este documento habla sobre la virtud de la esperanza. Explica que la esperanza cristiana es sobrenatural y nos une a Dios. Nos permite esperar la vida eterna en el cielo a través de la gracia de Dios y sus promesas. También discute que la esperanza no es egoísta, sino que nos motiva a desear la salvación de los demás. Finalmente, menciona los pecados contra la esperanza como la desesperación y la presunción.
3. 1. Presupuestos antropológicos
■ “La gracia no destruye la naturaleza, sino que
la perfecciona”
■ Gracia, virtudes infusas, dones del Espíritu
Santo perfeccionan lo que “ya
somos”, nuestra naturaleza humana.
■ Nos hacen participar de la vida de Dios
(sobrenatural), nos “divinizan”.
■ La esperanza “sobrenaturaliza”, “diviniza”
nuestro esperar humano.
4. ■ CIC 1818: «La virtud de la esperanza responde
al anhelo de felicidad puesto por Dios en el
corazón de todo hombre; asume las
esperanzas que inspiran las actividades de los
hombres; las purifica para ordenarlas al Reino
de los cielos; protege del desaliento; sostiene
en todo desfallecimiento; dilata el corazón en
la espera de la bienaventuranza eterna. El
impulso de la esperanza preserva del egoísmo
y conduce a la dicha de la caridad».
5. 2. Los cuatro elementos de la esperanza (humana
y teologal)
1) Hacia un bien
2) Todavía no poseído
3) Difícil de alcanzar
■ diferencia respecto a “desear”
■ la vida eterna con Dios: más allá de nuestras
posibilidades humanas; dificultades y
tentaciones; no absoluta seguridad:
posibilidad de perder el cielo.
■ sano temor:
realismo, humildad, desconfianza de nosotros
mismos.
■ temor desequilibrado: desesperación.
6. ■ temor de Dios: don del Esp. Santo = temor
filial de ofender a Dios, nuestro Padre, a quien
amamos.
4) Pero posible
■ no con nuestras fuerzas: presunción
■ gracias a la ayuda de Dios
■ mientras estamos “en camino” siempre
posible
■ la posibilidad de esperar termina con la
muerte
■ infierno: “Perded toda esperanza<”
7. 3. No un esperar pasivo, sino un tender activo
■ “Espero que<” (esperar humano): a veces
pasivo = aguardar, no depende de mí.
■ Esperanza teologal = tender activo, movimiento
activo y din{mico hacia<; un “caminar”
superando las pruebas y obstáculos.
■ Espera implica poner los medios:
orar, sacramentos, evitar ocasiones, etc.
■ La desesperación paraliza.
8. 4. La esperanza como virtud teologal
■ “Teologales” porque nos ponen en relación
directa con Dios.
■ Esperanza nos une a Dios porque Él es el
motivo y fundamento: ”confiamos en Él”, en
su ayuda, “esperamos la vida eterna de Él”.
10. 1. ¿Qué esperamos?
■ “Poseer” a Dios en plenitud por toda la
eternidad, verlo cara a cara (“visión
beatífica”) (1Jn 3,2-3), llegar a la vida eterna
(Tt 1,2; 3,7), la beatitud eterna (Tt 2,13), la
gloria o premio eterno (Rm 8,17-18; Flp 3,14;
Col 3,4), la salvación eterna (Rm 8,24-25; 1Ts
5,8); poseer en plenitud su Reino (Mt 6,10;
13,43; 16,27-28; 22,1-14; 25,34; Lc 12,32); estar
con Cristo por siempre (Jn 14,3; 16,22; Flp
1,21-23; 3,14; 1Ts 4,17).
■ Sólo Dios sumo Bien. La esperanza cristiana
sólo espera a Dios.
11. 2. ¿Por qué esperamos?
■ La vida eterna, “poseer a Dios” imposible por
nosotros mismos.
■ Posible para Dios.
■ Confiamos en su Omnipotencia amorosa, en su
Amor omnipotente, en su Misericordia
infinita. Dios = fundamento.
■ Dios nos lo promete: (Mc 16,15-16; Jn 3,16-17;
Rm 5,1-11; Ef 2,4-10; 1Tm 2,4; Tt 3,6-7; 1Gv
4,7-10; Hb 6,13-18).
■ Hechos: encarnación y sacrificio redentor de
Cristo. JC = el rostro humano de Dios.
12. ■ Hechos: encarnación y sacrificio redentor de
Cristo. JC = el rostro humano de Dios.
■ Gracia al don de la amistad con Cristo:
«Vosotros sois mis amigos» (Jn 15,14).
«Padre, los que tú me has dado, quiero que
donde yo esté estén también conmigo (Jn
17,24)».
■ Cristo es nuestra esperanza porque Él mismo es
nuestro premio; estar con Él para siempre (Jn
14,3; 16,22; Flp 1,21-13; 3,14).
13. ■ CIC 1817: «La esperanza es la virtud teologal
por la que aspiramos al Reino de los cielos y a
la vida eterna como felicidad
nuestra, poniendo nuestra confianza en las
promesas de Cristo y apoyándonos no en
nuestras fuerzas sino en los auxilios de la
gracia del Espíritu Santo. "Mantengamos
firme la confesión de la esperanza, pues fiel es
el autor de la promesa" (Hb 10,23). "El
Espíritu Santo que él derramó sobre nosotros
con largueza por medio de Jesucristo nuestro
Salvador para que, justificados por su
gracia, fuésemos constituidos herederos, en
esperanza, de vida eterna" (Tt 3,6-7) ».
14. 3. ¿Podemos esperar otros bienes?
■ Bienes “primarios”: felicidad perfecta,
resurrección del cuerpo y glorificación,
comunión con los bienaventurados.
■ Bienes “secundarios”: gracia, virtudes infusas,
dones del Espíritu Santo, mediación de la
Sma. Virgen, intercesión de los santos, perdón
de los pecados.
■ Bienes “temporales”: en cuanto nos ayudan
para alcanzar la vida eterna (amigos,
equilibrio psicológico, etc.)
16. 1. El problema del amor puro
■ Idealismo espiritual francés s. XVII: amor
“puro”, “desinteresado”.
■ pecaminoso o al menos imperfecto (de
“mercenarios”) esperar gozar de Dios en la
vida eterna.
■ Condenado por la Iglesia.
17. 2. Dos tipos de amor
A) Amor de “deseo”:
■ Amor con que queremos las cosas
B) Amor de benevolencia, de amistad
■ Amor con el que amamos a las personas.
■ También a nosotros mismos: querer nuestro
bien
■ Quien ama a alguien, desea estar con Él, no
como quien desea una cosa.
■ agape (amor de donación) non contrapuesto a
eros (amor de deseo), pero debe purificarlo.
18. 3. Esperar para “nosotros”
■ La esperanza necesariamente ligada a la
caridad; no “individualística”.
■ Deseamos y esperamos que también los
otros, nuestros hermanos en Cristo, se salven.
■ Esperanza activa:
oración, apostolado, ejemplo, etc.
19. 4. Imperfección de la esperanza
■ Se refiere a un “Bien” al que tendemos, pero
que no poseemos todavía en plenitud.
■ Provisoria, propia de nuestro “ser peregrinos”.
■ Implica la temporalidad (ni en el cielo, ni en el
infierno).
■ En el cielo sólo el amor.
21. 1. La desesperación
CIC 2091: El primer mandamiento condena
también los pecados contra la esperanza, que
son la desesperación y la presunción:
Por la desesperación, el hombre deja de
esperar de Dios su salvación personal, el
auxilio para llegar a ella o el perdón de sus
pecados. Se opone a la Bondad de Dios, a su
Justicia -porque el Señor es fiel a sus
promesas- y a su Misericordia.
22. 2. La presunción
CIC 2092: Hay dos clases de presunción. O bien
el hombre presume de sus capacidades
(esperando poder salvarse sin la ayuda de lo
alto), o bien presume de la omnipotencia o de
la mise ricordia divinas, (esperando obtener
su perdón sin conversión y la gloria sin
mérito).