1. Nuestro
desafío
generacional
es
el
futuro
DR. CARLOS JAVIER REGAZZONI. Doctor en Medicina, Ex-Subsecretario de Desarrollo Social del
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Fundación Pensar
Mucho
se
escribe
acerca
de
las
causas
del
“retroceso”
de
la
Argentina.
En
este
caso
en
cambio,
y
como
dice
Roberto
Mangabeira,
“…propongo
dejar
de
considerar
esta
pregunta
sobre
el
pasado
a
favor
de
una
pregunta
sobre
el
futuro”1
de
nuestro
país.
La
neurología
estudia
la
capacidad
del
cerebro
humano
para
anticipar
el
futuro,
técnicamente
denominada
“prospectiva”
2.
Este
pensamiento
futurológico
utiliza
entre
sus
insumos
más
importantes
a
los
patrones
de
comportamiento
habituales
de
los
fenómenos
que
intenta
predecir;
lo
que
comúnmente
llamamos
“tendencias”.
Y
si
bien
no
podemos
limitar
la
prospectiva
a
la
generación
de
tendencias,
éstas
constituyen
una
parte
central
de
su
funcionamiento.
Proponemos
entonces
probar
nuestra
capacidad
de
anticipar
el
futuro
de
la
Argentina
basándonos
en
las
tendencias
de
los
últimos
10
años
en
nuestro
país,
en
algunas
cuestiones
estratégicas
para
el
desarrollo
como
ser
educación,
salud,
e
innovación
científica.
La
mirada
hacia
adelante
revelará
mucho
más
sobre
nuestro
presente
que
todos
los
enigmas
de
la
historia
que
podamos
estudiar.
Dice
Calvino
en
“las
ciudades
invisibles”
que
“…los
futuros
no
realizados
son
ramas
del
pasado:
ramas
secas…”3;
efectivamente,
asomando
la
mirada
hacia
esos
futuros
que
serán
y
que
no
serán,
comprenderemos
qué
somos,
y
que
no
somos,
hoy
mismo.
Salud
En
los
últimos
10
años
la
Argentina
redujo
su
mortalidad
infantil
un
32%;
a
razón
de
4%
por
año.
Esto
significa
que
para
llegar
a
3,1
defunciones
cada
1.000
nacidos
vivos,
que
es
el
valor
de
Francia
hoy,
tendremos
que
esperar
aproximadamente
hasta
el
año
2041.
Sin
embargo,
las
provincias
del
Norte
deberán
esperar
aún
más,
probablemente
hasta
el
año
2100
para
acercarse
a
dicho
valor
(Figura
1).
1
Argentina y su rumbo. En: Roberto Mangabeira Unger. La alternativa de la izquierda. Buenos
Aires 2010, FCE, Anexo, p.171
2
Daniel T. Gilbert and Timothy D. Wilson. Prospection: Experiencing the Future. Science
2007; 317: 1351-1354 DOI: 10.1126/science.1144161
3
Italo Calvino. Le città invisibili. Milano 2002, Mondadori, II, p.27
1
Dr.
Carlos
Javier
Regazzoni.
Las
tendencias
en
salud,
educación,
e
innovación
científica
en
la
Argentina
2. Figura 1. Proyección de la mortalidad infantil, a
una tasa de reducción del 32% por década!
Fuente: Elaboración Propia (CJ Regazzoni), datos del INDEC!
20!
Mortalidad en <1año/1.000 nv!
18!
16!
14!
12!
10!
8!
6!
4!
2!
0!
1999! 2009! 2019! 2029! 2049!
Educación
Indudablemente
la
Argentina
aumentó
el
porcentaje
de
personas
que
completan
su
educación
secundaria.
Pero
aún
hoy,
poco
más
de
la
mitad
de
quienes
estudian
un
primario
completará
los
últimos
años
de
la
escuela
secundaria.
Nuevamente,
para
que
90%
de
nuestros
chicos
terminen
con
12
años
de
escolaridad
completa,
como
ocurre
en
los
países
avanzados,
tendremos
que
esperar
todavía
hasta
el
año
2060.
Aquí
también
se
comprueba
la
asimetría
con
el
norte
del
país;
allí
ese
futuro
es
aún
más
lejano
(Figura
2).
Figura 2. Evolución esperable de la educación secundaria y terciaria.
Fuente: Elaboración Propia (CJ Regazzoni), datos del Censo 2001
La
probabilidad
de
un
Argentino
de
obtener
un
título
universitario
creció
un
30%
en
la
última
década,
de
10,42%
en
el
año
2000
a
13,67%
hoy.
Para
que
el
40%
de
los
chicos
termine
su
formación
con
un
título
universitario,
porcentaje
cercano
al
promedio
actual
en
los
países
más
desarrollados
(37%),
debemos
esperar
todavía
hasta
el
año
2050.
Nuevamente,
las
provincias
del
norte
argentino
deberán
esperar
hasta
el
año
2100
o
más
para
adquirir
ese
nivel
de
calificación
de
su
población
económicamente
activa
(Figura
3).
2
Dr.
Carlos
Javier
Regazzoni.
Las
tendencias
en
salud,
educación,
e
innovación
científica
en
la
Argentina
3. Figura 3. Proyección de la probabilidad de un joven
de obtener un título universitario!
Fuente: Elaboración Propia (CJ Regazzoni), datos del INDEC!
45!
Probabilidad de obtener un título
40!
35!
universitario (%)!
30!
25!
20!
15!
10!
5!
0!
2000! 2010! 2020! 2030! 2040! 2050!
Innovación
científica
Un
punto
estratégico
del
desarrollo
de
los
países
es
su
producción
científica.
La
Argentina
publica
unos
7.000
trabajos
científicos
originales
por
año
en
el
campo
de
la
biomedicina,
y
Brasil
37.000.
A
juzgar
por
el
crecimiento
en
esta
materia
a
lo
largo
de
los
últimos
10
años
tendremos
que
esperar
todavía
no
menos
de
60
años
para
alcanzar
al
país
carioca
de
hoy
(Figura
4).
Resultados
similares
obtenemos
analizando
las
publicaciones
en
física,
química,
y
otras
disciplinas.
Figura 4. Producción científica, Argentina y Brasil!
Fuente: Elaboración Propia (CJ Regazzoni), datos de SeCyT!
Papers publicados/año. Biomedicina!
40.000!
35.000!
ARGENTINA!
30.000! BRASIL!
25.000!
20.000!
15.000!
10.000!
5.000!
0!
Más
velocidad
El
imperativo
categórico
es
achicar
las
distancias
que
nos
separan
del
mundo
desarrollado.
Para
ello
es
imprescindible
avanzar
más
rápido.
En
el
caso
de
la
mortalidad
infantil,
por
ejemplo,
lograr
y
sostener
una
reducción
del
10%
anual
nos
pondría
en
el
valor
de
Francia
hoy
para
el
año
2022;
y
en
lugar
de
30
pasaríamos
a
10
años
de
atraso
(Figura
5).
3
Dr.
Carlos
Javier
Regazzoni.
Las
tendencias
en
salud,
educación,
e
innovación
científica
en
la
Argentina
4. Figura 5. Dos proyecciones de reducción de la mortalidad infantil
para la Argentina. !
Cálculos propios (CJ Regazzoni) en base a datos del Ministerio de Salud de la Nación!
18!
Mortalidad en <1año de edad/1.000 nv!
16!
"Menos 3,03%/año (Velocidad Actual)"!
14! Menos 10%/año (Hipotético)!
12! Francia año 2010!
10!
8!
6!
4! Francia, año 2010:
3,1/1.000!
2!
0!
2001!
2011!
2021!
2031!
2041!
2000!
2003!
2005!
2008!
2009!
2010!
2013!
2015!
2018!
2019!
2020!
2023!
2025!
2028!
2029!
2030!
2033!
2035!
2038!
2039!
2040!
2002!
2004!
2006!
2007!
2012!
2014!
2016!
2017!
2022!
2024!
2026!
2027!
2032!
2034!
2036!
2037!
Evidentemente
se
pueden
hacer
cálculos
similares
para
los
otros
ejes
estratégicos
de
desarrollo.
Pero
en
todos
los
casos
el
esfuerzo
que
nos
espera
por
delante
es
enorme,
necesariamente
sostenido,
y
a
largo
plazo.
La
juventud
de
la
Argentina
La
idea
de
que
podemos
adoptar
la
juvenil
despreocupación
que
caracteriza
al
niño
a
la
hora
de
decidir
nuestro
futuro,
es
completamente
infundada.
La
Argentina
no
es
un
país
joven.
La
Argentina
nació
50
años
antes
que
Alemania
(1867),
ciento
cuarenta
años
antes
que
la
India
(1956)
o
Australia
(1954),
y
no
menos
de
ciento
treinta
años
antes
que
la
gran
mayoría
de
los
países
de
Europa
del
Este
(se
consolidaron
políticamente
luego
de
la
Segunda
Guerra
Mundial).
Y
si
de
legado
cultural
se
trata,
tenemos
el
mismo
que
Europa,
Chile,
Uruguay,
México,
Perú,
Brasil,
o
Colombia.
Luego
no
tiene
ningún
asidero
insistir
sobre
una
perspectiva
temporal
para
dispensarnos
de
planificar
con
toda
seriedad
nuestro
porvenir.
Nuestro
problema
como
país
no
está
en
el
pasado.
Es
absolutamente
impropio
(además
de
aburrido)
seguir
explorando
la
historia
en
búsqueda
de
“las
causas
de
nuestro
fracaso”;
no
están
allí.
Están
en
el
futuro.
Fracasamos
si
no
prefiguramos
con
potencia
demiúrgica
un
mañana
de
progreso
para
nuestro
pueblo.
Y
a
este
respecto
las
tendencias
revisadas
constituyen
un
signo
de
alarma.
De
no
aumentar
nuestra
velocidad
de
transformación,
llegará
el
año
2050,
el
mundo
será,
ciertamente,
otro,
y
nosotros
continuaremos
detrás.
Para
esta
nueva
generación
política,
se
le
impone
vivir
con
los
ojos
clavados
en
el
futuro.
Como
escribió
Mangabeira,
“…vivir
para
el
futuro
es
vivir
en
el
presente
como
un
ser
no
determinado
del
todo
por
los
escenarios
presentes…”.
Luchar
por
cambiar
nuestro
futuro
es
la
forma
más
genuina
de
ser
mejores
“Argentinos
de
hoy”.
4
Dr.
Carlos
Javier
Regazzoni.
Las
tendencias
en
salud,
educación,
e
innovación
científica
en
la
Argentina