El autor argumenta que la elección de Carolina Tohá para presidir el PPD se basa en un diagnóstico erróneo de la derrota electoral de 2009 que culpó a la falta de disciplina interna en lugar de reconocer problemas más profundos. El autor apoya la candidatura de Auth porque propone una autocrítica más profunda, abordar temas pendientes como desigualdad y medio ambiente, y ampliar las alianzas más allá de la Concertación para convocar a más sectores de cara a las próximas elecciones. La elección refleja diferencias fundamentales entre
1. TOHA Y AUTH :LAS DIFERENCIAS EN LA ELECCION DEL PPD
Patricio Hales Dib
Cuando después de la elección presidencial, alguien comenzó a
diagnosticar que perdimos por causa del desorden e indisciplina en los
partidos de la Concertación, algunos pensamos que se trataba solo de una
superficial interpretación autoritaria. No imaginábamos que con ella
invitarían a Carolina Tohá, a presidir el PPD para “poner orden” .Como si
las “malas prácticas” políticas, fuesen culpa de algunos y no de todos.
Nos parecía pasajeramente comprensible, como en todas las derrotas, que
algunos liderazgos buscaran fuerza replegándose en el pasado victorioso,
con un natural miedo al futuro, y convocaran a ordenarnos en torno al
orgullo que tenemos por los 20 años de realizaciones. Pero esa tesis,
carente de autocrítica, siendo psicológicamente aceptable por unos días, no
sirve para dirigir los partidos y menos para ganar la Presidencia de Chile el
2013.
La causal autoritaria se desplegó condenatoria culpándonos de la derrota
por nuestra supuesta incapacidad para defender la obra de los gobiernos de
la Concertación. Como si alguna vez en la historia de la humanidad los
éxitos del pasado consiguieran más votos que las propuestas para el futuro.
Churchill, Temístocles, Frei Montalva, Jospin, Bachelet, son ejemplos con
2.500 años de rango donde el pasado exitoso no se proyectó a un resultado
electoral de futuro.
La complacencia con nuestros grandes éxitos no constituye una propuesta
de futuro para ganar la elección del cercano 2013.Por eso cuando el
orgullo nostálgico, comienza ahora a ofrecerse como tesis de conducción
del PPD, y los partidos de la Concertación, vimos el peligro de otra derrota.
Al contrario, muchos decidimos profundizar la crítica de nuestra
reconexión con la base social, sus demandas y el incumplimiento de
algunas promesas. Entonces le pedimos a Auth que encabezara el giro
histórico.
Así a diferencia del equipo de Carolina, reabrimos el debate, acallado,
sobre las desigualdades no resueltas, las promesa incumplidas de fortalecer
la educación pública, los cambios constitucionales pendientes, el royalty
decorativo garantizándole a los empresarios 15 años sin aumento de
impuesto, los impuestos a la renta recién aumentados por la caricatura de
Piñera, los DDHH siempre pendientes, el medioambiente postergado ,el
agua privada.
2. Abordar los temas de ese programa, evitará condenarnos a repetir las
palabras y los números del resultado electoral de Diciembre: la
Concertación obtuvo el 29% de los votos.
Algunos se olvidan que el casi 50% de Enero no lo logramos solos. Por
eso cuando escuchamos que nuestra política de alianzas debe conservar las
fronteras de la minoría que obtuvimos, comprobamos una gran diferencia
que nos motiva a conducir el PPD: crecer y no conservar.
Ganar la elección del PPD con Pepe, es pensar como construir la alianza
política que se requiere para el futuro de Chile, y no es una descalificación
de la persona de Carolina. Tenemos diferencias políticas con el
diagnóstico conservador de su equipo. Lo grave, en lo político, es que ella
misma ha planteado, en estos días hasta por escrito, que políticamente la
Concertación, los 4 partidos que obtuvimos apenas un 29%, nos
bastaríamos a nosotros mismos. Es análogo a lo que un sector de la DC
levanta, en estos mismos días, como fórmula que cierra el paso a la
apertura política hacia la izquierda y hacia el centro.
El equipo de Auth interpreta a las bases PPD y concertacionistas que saben,
por experiencia propia que, para convocar al pueblo con ideas, instalar el
programa adecuado, y ganar las elecciones municipales del 2012 y
presidenciales y parlamentarias del 2013 es necesario ampliar la
Concertación hacia los lados. Ese es el salto histórico al que convocamos
con Pepe. Si la Concertación se cierra en si misma será un cadáver
insepulto.
Mirarnos el ombligo y refugiarnos hacia adentro no convocará a esa
mayoría del pueblo que no votó por la Concertación en Diciembre.
Reducirnos a las medallas de las glorias pasadas nos permite ser una
minoría orgullosa, pero minoría al fin.
Hay que romper el ciclo y eso requiere voluntad política.
Congelamiento de liderazgos, conservantismo, miedo a las nuevas alianzas,
temor a nuevos programas, nostalgia, autoritarismo, han transformado la
palabra autocrítica en un adorno del discurso de los que se han propuesto
ganar las elecciones internas en los partidos de la Concertación para
conducirlos por el camino de la repetición de la reglas de la derrota
presidencial 2009.
La buena conducta partidaria, el orden en las vocerías, en las conductas y
en los debates públicos se disciplinarán en torno a ideas claras y
3. convocadoras de mayoría, como siempre ha sido en la historia política. Un
programa claro, doctrina firme, ideario entusiásmate, renovación en las
alianzas políticas son las bases desde la que se construye la disciplina. Al
revés, querer imponer disciplina cuando la doctrina no se sostiene y el
programa no convoca a las mayorías , cuando la autocrítica se considera
traición y las alianzas políticas son minoritarias, el desorden avasalla como
lo hacían los que saltaban el muro del socialismo hasta hacerlo caer en la
cara del autoritarismo político más disciplinado.
Presidir el PPD para decirle al país que nuestra autocrítica consiste en
reconocer falta de disciplina y ofrecerle que conservaremos congelados los
límites de la Concertación, es convocarlo a la nueva derrota. Eso es lo está
en juego en la elección del PPD.
En el diagnostico de la derrota y en la política de alianzas para ganar en el
futuro, es donde las diferencias son nítidas.