2. La Edad Media abarca desde la caída del imperio romano (siglo XV) hasta
finales del siglo XV (descubrimiento de América, conquista de Granada…).
Características del período medieval:
La sociedad se organiza en tres estados: la nobleza (se dedicaban a la
guerra), el clero (se encargaba de predicar el cristianismo) y los siervos,
formados por los campesinos y ganaderos y por una incipiente burguesía –
artesanos y comerciantes que se agrupaba en núcleos urbanos.
La importancia de la religión en todos los ámbitos de la vida
(teocentrismo) y las continuas guerras (entre diferentes reinos, religiones o
entre facciones rivales dentro del mismo reino).
La mayoría de la población era analfabeta, por lo que la literatura se
difundió oralmente. La cultura escrita se desarrolla en los monasterios y,
posteriormente, en las universidades.
3. Durante la Edad Media conviven tres culturas en la Península Ibérica:
cristiana, judía y musulmana. A lo largo de la Reconquista se alternaron
épocas de paz y convivencia pacífica (escuela de Traductores de Toledo) y
épocas de guerra y persecuciones por motivos religiosos.
La literatura medieval hispánica se inicia en el siglo XI con las jarchas
(pequeños poemas escritos en romance mozárabe) y termina con la
publicación de La Celestina en 1499, obra de transición entre la E. Media y
el Renacimiento.
4. Los poemas épicos son narraciones extensas en verso en la que se
relatan las hazañas de un héroe, es decir, un personaje con cualidades
extraordinarias que sirve de modelo a una comunidad.
Los poemas épicos castellanos reciben el nombre de cantares de gesta.
El único que se conserva es el Cantar o Poema de Mio Cid
Se considera anónimo, aunque en el manuscrito que se conserva se
indica que Per Abbat lo escribió en 1207. Pero Per Abbat es solo un
copista. El texto fue difundido oralmente por los juglares.
5. El cantar narra las peripecias de Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como el Cid
Campeador.
La obra se divide en tres partes o cantares, en las que se mezclan de manera
verosímil sucesos y personajes históricos e inventados.
1.Cantar del destierro. Desterrado injustamente por Alfonso VI, el Cid abandona
Castilla e intenta demostrar su lealtad luchando contra los musulmanes y
ofreciendo al rey sus victorias.
2.Cantar de las bodas. Tras la conquista de Valencia, Rodrigo consigue el perdón
del monarca, quien propone las bodas de las dos hijas del Cid con los infantes de
Carrión, personajes pertenecientes a la nobleza, un estrato superior al del
protagonista.
3.Cantar de la afrenta de Corpes. Los infantes, cobardes e interesados, son objeto
de las burlas de los vasallos del Cid. Para vengarse, golpean despiadamente a sus
mujeres en el robledal de Corpes. El Cid pide justicia al rey que convoca unas
justas en las que los infantes son derrotados. La obra termina con las nuevas
bodas de las hijas del Cid con los futuros reyes de Navarra y Aragón, que ocupan
una posición social superior a los de los infantes.
6. En el poema se desarrollan dos temas: por un lado, la pérdida y recuperación por
dos veces de la honra del héroe, es decir, su reputación y su rango social. Por otro,
el éxito económico, material. Para conseguirlo, el héroe y sus caballeros deben
combatir, “ganarse el pan” dirá el Cid. Así, sale desterrado sin nada y vuelve rico y
honorable.
Sus virtudes –valor, fidelidad al rey, mesura ,religiosidad, inteligencia- lo
convierten en un modelo de comportamiento para la comunidad.
Rasgos formales
Los versos se agrupan en series de extensión variable y rima asonante
denominada tiradas. La métrica es irregular, aunque predominan los versos de 14,
15 y 16 sílabas, divididos por una pausa o cesura en dos mitades o hemistiquios.
El narrador es omnisciente, o sea, lo sabe todo y puede contar lo que sucede en
distintos lugares a la vez.
Domina el léxico referido a la guerra , a la religión y a las leyes. Usa el epíteto
épico, formulas indirectas y laudatorias, para referirse al héroe: “el que en buen
hora nació”, el que en buen hora ciño la espada”, “el buen Campeador”, “el de la
barba florida”.
7. Un romance es un poema narrativo constituido por una serie indefinida de
versos octosílabos con rima asonante en los versos pares, mientras que los
impares se quedan sueltos: 8- 8a8-8a8-8a…
El Romancero viejo es el conjunto de los romances de autor anónimo
transmitidos oralmente por los juglares o por el pueblo.
Surgen a partir del s. XIV a partir de los fragmentos de los poemas épicos
que despertaban mayor interés entre el público.
Clasificación
Los romances históricos. Tratan sobre hechos sucedidos en la realidad. El
pueblo los consideraba “auténticos noticieros”. El tema fundamental es la
lucha entre cristianos y musulmanes durante la Reconquista.
Los romances literarios. Se basan en crónicas o poemas épicos
anteriores. Sus protagonistas son los héroes que aparecían en los Cantares
de Gesta: el Cid, los Infantes de Lara, Fernán González, Carlomagno, Roldán.
Los romances novelescos. Presentan hechos inventados. Temática
variada: venganza, misterio, ausencia, aunque predominan los amorosos.
8. Estilo
Esencialidad. Se elimina cualquier elemento que no sea estrictamente
necesario para el relato (pocos adjetivos, preferencia de la narración frente
a la descripción).
Dramatismo. Mediante el enfrentamiento de posturas contrarias gracias
al uso constante del diálogo, uso de exclamaciones e interrogaciones,
abundantes repeticiones y paralelismos que intensifican lo narrado.
Uso de un lenguaje sencillo y claro. Además se emplean apelaciones al
público para mantener su atención: “bien oiréis lo que dirá”.
Estructura de los romances
Presentan un principio brusco y un final repentino “fragmentarismo”. Esta
técnica deja al espectador sorprendido, exigiéndole una atención máxima y
obligándole a participar al tener que imaginar el desenlance.
9. Romance del enamorado y la muerte
Un sueño soñaba anoche,
Un sueño soñaba anoche,
Soñito del alma mía,
Soñaba con mis amores
Que en mis brazos los tenía.
Vi entrar señora tan blanca
Muy más que la nieve fría.
- ¿Por dónde has entrado, amor?
¿Cómo has entrado, mi vida?
Las puertas están cerradas,
Ventanas y celosías.
- No soy el amor, amante:
la Muerte que Dios te envía.
- ¡Ay, Muerte tan rigurosa,
déjame vivir un día!
Un día no puede ser,
una hora tienes de vida.
Muy de prisa se calzaba,
Más de prisa se vestía;
Ya se va para la calle,
en donde su amor vivía.
- ¿Cómo te podré yo abrir
si la ocasión no es venida?
Mi padre no fue al palacio
Mi madre no está dormida.
- Si no me abres esta noche,
ya no me abrirás, querida;
la Muerte me está buscando,
junto a tí, vida sería.
- Vete bajo la ventana
donde labraba y cosía,
te echaré cordón de seda
para que subas arriba,
y si el cordón no alcanzare
mis trenzas añadiría.
La fina seda se rompe;
La Muerte que allí venía:
- Vamos, el enamorado,
que la hora ya está cumplida.
10. La muerte de Antoñito el Camboiro
Voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.
Voces antiguas que cercan
voz de clavel varonil.
Les clavó sobre las botas
mordiscos de jabalí.
En la lucha daba saltos
jabonados de delfín.
Bañó con sangre enemiga
su corbata carmesí,
pero eran cuatro puñales
y tuvo que sucumbir.
Cuando las estrellas clavan
rejones al agua gris,
cuando los erales sueñan
verónicas de alhelí,
voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.
Antonio Torres Heredia,
Camborio de dura crin,
moreno de verde luna,
voz de clavel varonil:
¿Quién te ha quitado la vida
cerca del Guadalquivir?
Mis cuatro primos Heredias
hijos de Benamejí.
Lo que en otros no envidiaban,
ya lo envidiaban en mí.
Zapatos color corinto,
medallones de marfil,
y este cutis amasado
con aceituna y jazmín.
¡Ay Antoñito el Camborio
digno de una Emperatriz!
Acuérdate de la Virgen
porque te vas a morir.
¡Ay Federico García,
llama a la Guardia Civil!
Ya mi talle se ha quebrado
como caña de maíz.
Tres golpes de sangre tuvo
y se murió de perfil.
Viva moneda que nunca
se volverá a repetir.
Un ángel marchoso pone
su cabeza en un cojín.
Otros de rubor cansado,
encendieron un candil.
Y cuando los cuatro primos
llegan a Benamejí,
voces de muerte cesaron
cerca del Guadalquivir.