2. • La diabetes tipo 1 es una de las afecciones
endocrinas y metabólicas más frecuentes en la
infancia y el número de niños que desarrolla
esta forma de diabetes aumenta rápidamente
cada año, especialmente entre los niños de
más corta edad. En un número creciente de
países, también se están detectando casos de
diabetes tipo 2 en niños.
4. • El tratamiento con insulina es necesario para la supervivencia y es
para toda la vida. Una persona con diabetes tipo 1 necesita seguir
un plan de autocontrol estructurado, que incluya el uso de insulina
y la monitorización de la glucemia, actividad física y una dieta sana.
En muchos países, especialmente en las familias de ingresos bajos,
el acceso a las herramientas para el autocuidado, incluida la
educación para el autocontrol y la insulina, son limitados, y esto
podría generar graves discapacidades y muerte prematura en niños
con diabetes
• Muchos niños y adolescentes podrían encontrar difícil afrontar
emocionalmente su afección. La diabetes puede generar
discriminación y limitar las relaciones sociales. También podría
influir sobre los resultados escolares del niño. Los costes del
tratamiento y el equipo de monitorización, sumados a los que
generan las necesidades diarias de un niño con diabetes, podrían
suponer una grave carga económica y emocional para toda la
familia.
6. • Dos proyectos de colaboración internacionales, el estudio Diabetes
Mondiale (DiaMond) y el estudio Europe and
Diabetes (EURODIAB) y, más recientemente en EEUU, el
estudioSEARCH for Diabetes in Youth , han sido decisivos a la hora
de monitorizar las tendencias de la incidencia (el número de
personas que desarrolla diabetes en un año). Esto se ha hecho
mediante la creación de registros de población regionales o
nacionales, utilizando definiciones estandarizadas, formularios para
la recopilación de datos y métodos de validación.
• La incidencia de diabetes tipo 1 en niños está en aumento en
muchos países, al menos entre los menores de 15 años. Esto es un
fuerte indicador de las diferencias geográficas de las tendencias,
pero el aumento anual general se calcula que ronda el 3%. Las
pruebas demuestran que la incidencia está creciendo más
abruptamente en algunos países de la Europa Central y del Este, en
donde la enfermedad es menos frecuente. Además, varios estudios
europeos han sugerido que, en términos relativos, el aumento es
mayor entre los niños de más corta edad.
7. • También hay pruebas de que existen tendencias
similares en muchas otras partes del mundo,
pero en el África Subsahariana los datos sobre
incidencia son escasos o inexistentes. Se debe
realizar un esfuerzo especial para recopilar datos,
especialmente en los países en los que podría
pasarse por alto el diagnóstico.
• Se calcula que alrededor de 78.000 niños
menores de 15 años desarrollan diabetes tipo 1
cada año en todo el mundo. De los 490.000 niños
que viven con diabetes tipo 1, el 24% procede de
la Región Europea, en donde disponemos de los
datos más fiables y actualizados de incidencia, y
el 23% de la Región del Sudeste Asiático.
8. Existen pruebas de que la diabetes tipo 2 en niños y
adolescentes está en aumento en algunos países, aunque
los datos fiables son escasos. Al igual que sucede con la
diabetes tipo 1, muchos niños con diabetes tipo 2 corren
el riesgo de desarrollar complicaciones al inicio de la edad
adulta, lo cual emplazaría una carga notable sobre la
familia y la sociedad. Con el aumento de los niveles de
obesidad y la falta de actividad física entre los niños de
muchos países, la diabetes tipo 2 en la infancia tiene el
potencial de convertirse en un problema de salud pública
mundial que generará graves resultados sanitarios. Es
urgentemente necesario recabar más información acerca
de este aspecto de la epidemia de diabetes
DIABETES TIPO 2 EN JÓVENES