ensayo de los conflictos en el Africa subsahariana
1. Por: David Benalcázar
Introducción:
Inestabilidad política, violencia y numerosas guerras civiles, representan alrededor del
treinta por ciento de las nuevas plagas que afectan al continente africano en los últimos
años recientes. La dimensión crítica de los conflictos generados en las macro y micro
regiones africanas, como los acontecidos en países como; Etiopía, Somalia y Sudán,
ubicados en el cuerno de África, suponen un incremento preocupante de peligros sociales,
migratorios y armados que alcanzan cifras récord de muertes.
El papel lamentable que le ha tocado soportar a África y principalmente al África
subsahariana, yace en la urgente y creciente demanda de recursos naturales que se hallan
en grandes cantidades en estos territorios. Despiertan enormes intereses en las
superpotencias y en individuos particulares o grupos de ellos que sueñan cada día con el
enriquecimiento y control global, por lo que establecer un vínculo de relación casi directo
entre; los conflictos civiles internos, que continuamente se desatan y estos recursos
económicos potenciales, no debería resultar extraño, ni debería escandalizar afirmar que
estos recursos consoliden la base de su maldición. Parecería que gozar de grandes
yacimientos de recursos naturales, serviría de garantía para el desarrollo socioeconómico
de sociedades urgidas por saborear estilos de vida que al menos les permita vivir en
condiciones humanas, pero paradójicamente lo que aumentan es; la avaricia, promueven
violencia, y aprovechan el uso de medios de comunicación como instrumento de
influencias, para satisfacer intereses externos.
De los mecanismos causales de las guerras civiles recientes, más evidentes que he podido
identificar, están los siguientes:
La ambición extranjera; siempre preparada para intervenir de forma directa
militarmente través de la dotación de instrumentos beligerantes, para obtener y
alcanzar el control sobre recursos cotizados, ó, indirecta, corrompiendo a sus líderes
mediante la influencia económica agilizando así sus propósitos.
2. Los rebeldes codiciosos nativos; quienes influenciados y manipulados por las
actividades lucrativas que las organizaciones extranjeras llevan realizando en sus
tierras, buscan hacerse con el poder para continuar con estas operaciones pero, con
administración y beneficios totalmente directos.
Los estados débiles; que debido a inestables, decadentes e impotentes, sucumben
fácilmente a clientelas poderosas y económicamente capaces de pagar lo necesario,
para obtener pase libre a la explotación de los recursos, produciendo así anarquía
interna y violenta.
El cese productivo y las nuevas demandas; el primero, se relaciona con la búsqueda
constante de bloques de abastecimientos que reemplacen las antiguas y casi
agotadas despensas naturales, que encuentran en estos territorios ambientes idóneos
para actuar y, el segundo, a las nuevas materias que cada vez, en mayor cantidad
demanda la industria tecnológica, para la fabricación de aparatos electrónicos.
La influencia de los medios de comunicación; su participación juega un rol
fundamental en el apoyo e incitación a la creación de ambientes hostiles,
instaurando incluso, élites de verdadero poder que fomentan fácilmente el odio y el
miedo entre poblaciones, que no poseen suficientes niveles de discernimiento y
criterio propio, para actuar.
Las fronteras entre las naciones; varias de las situaciones de insatisfacción limítrofe
que se manifiestan entre los países, provienen de las herencias de la época colonial
que se repartieron entre los altos mandos europeos de entonces, favoreciendo en
mayor medida más a ciertos países que a otros.
La política nacional e internacional; las formas de mandato políticas e ideológicas
de ciertos estados, desatan rivalidades regionales y nacionales que generan; luchas
de poder, declive económico, opresión social, religiosa y étnica, finalmente dan
paso a que el terrorismo se apodere de la forma de gobierno de los pueblos.
Sean las figuras que sean quienes estén detrás de la búsqueda de elementos altamente
rentables que explotar, como; el petróleo, los minerales y productos primarios o adyacentes
a las nuevas necesidades del siglo XXI, quienes propician las luchas por el poder y el
control en Estados vulnerables, originando algunas de las raíces bélicas más frecuentes.
3. En el caso de los medios de comunicación, en Ruanda éstos sirvieron como instrumento
constante de incitación a la violencia entre etnias, misma que desencadenó en el espantoso
genocidio de 1994, provocando una campaña de asesinatos, en la que se estima que la
tercera parte de la población ruandés fue asesinada, principalmente aquella perteneciente a
la población tutsi, y miles de hutus que protegían o eran parte de las listas enemigas.
Resulta increíble de comprender cómo la comunidad internacional era consciente de lo que
sucedía, pero lo ignoraba de la forma más fría. El odio desatado entre estas etnias no es el
único ejemplo en la historia subsahariana, pero si de algo sirve es para demostrar, como
puede ser promovido por fuerzas que aprovechan las situaciones hondamente arraigadas en
la dominación y explotación colonial, para beneficiarse. El caso protagonizado en Ruanda
en 1994, es un ejemplo vivo de que la matanza en dicho Estado fue producto de; la
influencia de una historia colonial que aumentó los sentimientos de venganza en gran parte
de la población Hutu y de la integración económica global, que unidas sirvieron para
desatar el caos.
El papel que los medios de comunicación ocuparon en este proceso atroz, se manifiesta en
que las causas de la muerte fueron muy bien ocultadas por fuentes gubernamentales y por
periódicos occidentales, culpando a la masacre, como producto de antiguos odios tribales.
Dado los escenarios que ofrecen las guerras civiles desatadas en mayor medida en países
como: Ruanda, Somalia, Etiopía, Nigeria, Sudán, Sierra Leona, donde, los recursos
naturales han sido la causa principal, pero no la única; es evidente que es imprescindible
un cambio total en las estructuras monopolizadoras, para frenar estos tipos de
acontecimientos. Prueba de que esto sí es posible, lo demuestran las exitosas políticas que
países como Noruega y Chile respectivamente aplicaron, para lograr explotar y distribuir
sus riquezas con reducidos índices de desigualdad.
Los recursos naturales son de hecho una causa de los conflictos acontecidos pero, estas
guerras también dependen de otros factores como; el nivel de desarrollo, las relaciones que
existen entre los grupos étnicos, factores geográficos y demográficos, y en gran medida la
calidad que las instituciones estatales ejercen, colaborando a condiciones críticas de
deterioro nacional.
4. En contraste a lo que se piensa, todavía hay factores que pueden impedir el surgimiento en
gran medida de las guerras civiles como; totales modificaciones en las estructuras de los
gobiernos, la distribución equitativa de las riquezas, que siendo explotadas en determinadas
regiones dentro de un mismo país, beneficien a la totalidad de la población, el tipo de
recurso, la dependencia de ciertos recursos, entre otros.
El África subsahariana y los territorios donde existen recursos naturales (con valor
económico sustancial) han sido y aunque cueste aceptar seguirán siendo escenarios, donde
los sistemas caducos de gobierno, corruptos o impotentes, sean propicios para que las élites
económicas que controlan los mayores mercados del mundo, se aprovechen de la
explotación indiscriminada de estas riquezas naturales, para incrementar sus cifras de
ganancias.
No solo que se espera, sino que se ansía el liderazgo de África para que se levante y asuma
el difícil reto de trabajar hacia el desarrollo, en beneficio de todos los ciudadanos del
continente, que tanto tiempo han sucumbido ante problemas similares y demandan una
atención sensibilizada real. Ya que mientras más rápido se organice una sociedad, antes
logra olvidar el egocentrismo que la divide y destruye.
En conclusión:
Este continente ha experimentado particularmente, desde la década de los sesentas, más
guerras civiles y conflictos por el poder económico, que cualquier otra región del mundo.
No se puede hablar de un único aspecto que explique estos fenómenos, pero si existen
condiciones que colaboran a la aparición de éstos; como los tratados en este ensayo. La
participación de potencias europeas al tratar a sus colonias como meros activos, que en la
búsqueda para incrementar aún más sus arcas económicas, han instaurado medios de
división política y social en países aun en la actualidad todavía se manifiestan.
Aspectos como la Guerra Fría y el constante tráfico internacional de armas, siguen
facilitando frecuentes conflictos por la competencia de los recursos, ahora en regímenes ya
fuertemente militarizados, en lugares estratégicamente escogidos por conveniencia.
5. Para terminar, pienso firmemente que; la represión y la guerra, son el resultado de sumar la
arrogancia, la violencia y el poder, que encuentran su desarrollo pleno en entornos donde
las economías y los gobiernos son penosamente desfavorables. La dependencia de los
recursos más usados y por tanto más cotizados en los últimos años en el planeta, ubican a
regiones ricas en la dotación de recursos naturales, como minas de dinero fáciles de saquear
y corromper.
Espero que en el largo plazo, con ayuda adecuada y concientizada de la destrucción
paulatina que vienen atravesando estos lugares, se consiga la reducción sustancial de la
corrupción y la creación de entornos económicos más estables, alcanzando altos niveles de
erradicación de la pobreza, para al menos debilitar a los círculos económicos viciosos, que
carcomen a las sociedades más débiles y olvidadas, y conocidas únicamente cuando
atraviesan períodos sociales y económicos sombríos.