Los trenes generan varios residuos ambientales. Los trenes de vapor emiten grandes cantidades de gases tóxicos y CO2 al quemar carbón, cuyo proceso minero es muy dañino. Los trenes eléctricos son más ecológicos que los de vapor, pero también tienen impacto ambiental debido a su gran consumo de energía, la cual proviene principalmente de represas hidroeléctricas. Las baterías eléctricas de los trenes también son problemáticas una vez llegan al final de su vida útil, ya que es difícil desechar