“No nos llamemos a engaño: la formación socio-económica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista”. Esta afirmación aparece en la presentación del Plan de la Patria y recoge uno de los retos más importantes que el país tiene planteados: la transformación de la economía rentista e importadora en un nuevo modelo productivo exportador que, en armonía con la naturaleza, propicie el desarrollo humano integral.
El extractivismo-rentista es un modelo de acumulación basado en la obtención de una creciente renta por la explotación de recursos naturales. Lleva a la dependencia de los países ricos en materias primas, pero pobres en tecnología, los cuales se limitan a vender en el mercado internacional tales recursos, en lugar de transformarlos industrialmente. Se trata de un modeloque anula otras opciones de recursos -tales como el turismo, las fuentes alternas de energía o la agroecología-, debido a los daños ambientales y sociales que ocasiona la actividad extractiva.
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La trampa del extractivismo-rentista
1. La pupila insomne
Domingo, 03 Mayo 2015 07:01, Written by Víctor Álvarez
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La trampa del extractivismo-rentista
“No nos llamemos a engaño: la formación socio-económica que
todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista”.
Esta afirmación aparece en la presentación del Plan de la Patria y
recoge uno de los retos más importantes que el país tiene
planteados: la transformación de la economía rentista e importadora
en un nuevo modelo productivo exportador que, en armonía con la
naturaleza, propicie el desarrollo humano integral.
El extractivismo-rentista es un modelo de acumulación basado en la
obtención de una creciente renta por la explotación de recursos
naturales. Lleva a la dependencia de los países ricos en materias
primas, pero pobres en tecnología, los cuales se limitan a vender en
el mercado internacional tales recursos, en lugar de transformarlos
industrialmente. Se trata de un modeloque anula otras opciones de
recursos -tales como el turismo, las fuentes alternas de energía o la
agroecología-, debido a los daños ambientales y sociales que
ocasiona la actividad extractiva.
El neo-extractivismo
2. Actualmente, el neo-extractivismo se expresa en el empeño por
aumentar la explotación de recursos naturales, con el argumento de
que así se pueden generar los ingresos necesarios para financiar la
inversión social y productiva. Por eso, en el Plan de la Patria se
plantea duplicar la extracción de petróleo de 3 a 6 millones de
barriles diarios. Si bien es cierto que las multimillonarias regalías
obtenidas por la intensificación del extractivismo ha ayudado a
disminuir los elevados niveles de desempleo, pobreza y exclusión
social, está práctica no se puede asumir como si no hubiera otra
alternativa. Hay que romper con el falso dilema de “extractivismo o
pobreza”. Presionados por la urgencia de resolver los problemas
sociales y de escasez, la cultura extractivista-rentista mantiene la
inercia de exportar el mayor volumen de petróleo al precio que sea
posible.
Cuando los precios del petróleo están altos, la abundancia de divisas
fortalece la capacidad de importación, postergando la diversificación
del aparato productivo. La crisis estalla cuando los precios del
petróleo se desploman, cae el ingreso en divisas y la producción
nacional resulta insuficiente para atender un nivel de consumo que se
ha expandido debido a la inyección doméstica de la renta
internacional. Solo en períodos de bajos precios de petróleo, que
merman la capacidad de importación, es que se ha observado una
recuperación de la producción agrícola e industrial, proceso que se ve
interrumpido cada vez que tiene lugar un nuevo auge rentístico.
Extractivismo y dependencia
La soberanía es la capacidad de ejercer el dominio y disposición del
territorio, por encima de cualquier otro poder. En esta noción, los
recursos naturales son parte integrante del territorio y, en
consecuencia, representan una base importante para el desarrollo
económico y social. Pero aun cuando su explotación sea realizada por
empresas estatales o nacionales, el extractivismo refuerza la
dependencia de los centros de poder mundial y reproduce los
mecanismos de colonización y explotación económica que nos
impusieron desde la colonia.
La soberanía productiva solo se podrá lograr si la vieja práctica de
exportar materias primas se sustituye por su transformación interna
en productos de mayor valor agregado. Es así como se podrán
sustituir importaciones, diversificar la oferta exportable y generar
trabajo digno y bien remunerado para nuestra gente.
El aprovechamiento racional y sustentable de los recursos naturales y
su incidencia en las condiciones sociales y la vida humana constituyen
un aspecto crucial en la construcción de una sociedad libre de
pobreza, donde la reproducción de las condiciones materiales haga
3. posible la reproducción de la especie humana. Por eso, una condición
básica para derrotar la pobreza essuperar la visión extractivista que
explota a gran escala y sin límites los recursos naturales
paraexportarlos sin mayor grado de transformación.
Limitar la frontera del extractivismo
Aumentar la exportación de recursos naturales sin valor agregado
prolonga la frontera del extractivismo y refuerza la mentalidad
rentista que induce a apoyar la liquidación acelerada de los
yacimientos como fuente de la renta que se destinan a aliviar la
pobreza, más no a erradicar las causas estructurales que la generan.
El extractivismo desenfrenado no genera ningún estímulo para el
crecimiento y diversificación de la actividad industrial.
Al no invertirse en la agricultura, industria y demás sectores
productivos, a la larga se genera más pobreza, toda vez que al
agotarse los yacimientos de petróleo, las fuentes de agua, la
biodiversidad, destruir las culturas ancestrales y generar pasivos
ambientales, el extractivismo deja una herencia de desempleo,
pobreza y exclusión social. Las causas de estos terribles flagelos
sociales se podrán erradicar a medida que se impulse la construcción
de una nueva economía emancipadora y solidaria, bajo el control de
los trabajadores directos y de la comunidad organizada.
No se puede seguir apostando al extractivismo con el falso
argumento de que éste financiará el crecimiento económico y la
redistribución del ingreso. La renta derivada de las actividades
extractivas no podrá financiar una verdadera estrategia de desarrollo.
El extractivismo genera una abundante fuente de recursos que se
destina a importar y, por lo tanto, desestimula el esfuerzo productivo
nacional. Importamos porque no producimos y no producimos porque
importamos.
Pendiente sigue superar la cultura extractivista-rentista y sustituirla
por una cultura del trabajo, centrada en la creación de valor y
riqueza, como fundamento de un nuevo modelo productivo capaz de
integrar las actividades económicas a la vida social, en función de
producir los bienes y servicios básicos y esenciales que son
imprescindibles para satisfacer las necesidades materiales,
intelectuales y espirituales de los venezolanos/as.
@victoralvarezr
Víctor Álvarez
Investigador del Centro Internacional Miranda (CIM).Premio Nacional
de Ciencia 2013. Ha recibido dos veces la Mención Honorífica del
Premio Internacional "Libertador" al Pensamiento Crítico, el Premio
Municipal "Gustavo Machado" al Pensamiento Político y la Orden
4. "Arturo Michelena" por sus libros "Venezuela: ¿Hacia dónde va el
Modelo Productivo", "Del Estado burocrático al Estado comunal" y
"Claves para la Industrialización Socialista". Graduado de economista
de la Universidad de La Habana. Master en Planificación del
Desarrollo, CENDES-UCV. Postgrado en Gerencia Pública, IVEPLAN.
Postgrado en Gerencia de la Ciencia y la Tecnología, Universidad
CARLOS III, Madrid.