1. El árbol del amor de Eloísa y Frin
Eloísa está debajo de un almendro; piensa que se encuentra muy lejos de Frin .
A lo lejos se ve una noche de luna en el estrecho; el viento del pueblo sonaba
tan dulce como una antología poética. En realidad frin se había marchado
hacía dos meses al viaje americano . Ya era hora de asumir su ausencia, sobre
todo porque el padre de Eloísa había escrito “La inmigración explicada a mi
hija” en el periódico local.
Por su parte, Frin, con su soledad en los Campos de Castilla quería escribir
una obra de teatro titulada Seis personajes en busca del autor aunque tenía
que acabar primero el retrato de Dorian Gray, ese presumido y fantoche que se
alojaba en la casa de Bernarda Alba. El retrato le permitiría comprar el pasaje
2. para llegar a América. Él le había prometido a Eloísa que volvería a buscarla.
Se acordaba de la última conversación:
- Me olvidarás ; quizás el primer día no, pero me olvidarás.
- Nunca lo haré , Eloísa; yo voy delante para llevarte conmigo ; Yo seré los ojos
de la tierra y te prepararé un lugar hermoso. Allí viviremos felices. Ahora te dejo
porque no puedo aprender matemáticas en una tarde de paseo...
El amor entre Eloísa y Frin se prometía hermoso, pero Frin permaneció en los
campos de Castilla mientras hubo cereales para segar. Ni que decir tiene que
Eloísa le fue fiel los siguientes 40 años hasta que consideró que Fin se había
perdido en América.
Deyanira Méndez Orol