EAE Business School presenta el estudio La Inversión en I+D+i en España, que desde hace seis años analiza la inversión pública y privada en innovación y desarrollo tanto en Europa como en España, completado con un análisis de las empresas y sectores más innovadores en España e información territorial de la inversión en este área.
Descárgate el Informe completo aquí: http://goo.gl/Zpzp2k
Espana vislumbra la salida de la crisis sin cambios en el modelo productivo. Estudio SRC La Inversión en I+Di, Hoy de Extremadura
1. Domingo 11.05.14
HOY44 ACTUALIDAD ECONOMÍA
Ninguna reforma de
los últimos gobiernos
potencia la industria
ni la investigación
como alternativa
al turismo y al ladrillo
MADRID. Nadie duda de que el prin-
cipal pecado de la economía españo-
la ha sido depender excesivamente
del ladrillo y del turismo de sol y pla-
ya. Un problema no abordado por los
sucesivos gobiernos, a pesar de sus
promesas sempiternas de un cambio
en el modelo productivo del país para
ganar competitividad en un mundo
cada vez más globalizado. Con la cri-
sis, las declaraciones en dicho senti-
do se multiplicaron, al tiempo que
se aprobaron leyes y reformas enfo-
cadas, en teoría, a paliar ese defecto.
Pero ¿se ha avanzado algo? Desde
2008, los distintos presidentes y mi-
nistros han lanzado mensajes gran-
dilocuentes sobre la nueva estruc-
tura productiva basada en la innova-
ción, el desarrollo y el emprendi-
miento. Sin embargo, los datos po-
nen esa versión en duda.
En 2007, en pleno apogeo de la
burbuja inmobiliaria, la construcción
representaba el 21,9% del PIB. En
2013 solo aportaba el 10,5%. Según
los expertos, el desplome de uno de
los pilares de la economía del país
hace más urgente un cambio del mo-
delo. «Necesitamos más peso de la
industria en la estructura producti-
va», afirma Eugenio Recio, profesor
emérito de Esade. Sin embargo, la
aportación de este sector en la eco-
nomía española lleva descendiendo
paulatinamente en las últimas déca-
das. Si en los años ochenta represen-
taba en torno al 30% del PIB, en 2012
apenas suponía un 15,9%, según da-
tos del INE. Pero si se descuenta la
energía –como hace Eurostat– la ci-
fra se desploma hasta el 13,3% del
PIB, cuando la media de la UE está
en el 18%. Así, el objetivo marcado
por Bruselas del 20% se convierte en
una quimera. Y no solo eso. Duran-
te la crisis, entre 2008 y 2012, el sec-
tor industrial en España se ha redu-
cido un 30% al perder más de un mi-
llón de trabajadores en ese periodo
siendo el tercer país de la UE con un
descenso mayor de la actividad solo
por detrás de Grecia y Chipre.
Una reducción que contrasta con
el peso de la industria en países como
Alemania, donde un tercio del PIB
proviene de ese sector. Algo impen-
sable en España hoy en día, pero que
era real hace tres décadas. Ningún
Gobierno, ni antes o durante la cri-
sis, ha dado pasos concretos hacia
una reindustrialización del país. La
vicepresidenta Soraya Sáenz de San-
tamaría anunció esta semana la apro-
bación en mayo de un plan de reac-
tivación económica y de apoyo a la
industria, el mismo día que los gran-
des empresarios reclamaban a Rajoy
medidas para lograr la reindustrialzia-
ción de España.A falta de conocer el
contenido del plan, los precedentes
no son halagüeños.
Uno de los intentos con mayor eco
para cambiar el modelo productivo
español se produjo en 2011 con la Ley
de Economía Sostenible. Fue enton-
ces cuando el Gobierno de José Luis
Rodríguez Zapatero volvió a recurrir
al cambio de modelo como mejor va-
cuna para futuras crisis. El propio
presidente socialista calificó su ini-
ciativa como una «profunda reforma
transversal de múltiples aspectos
que rigen la actividad económica y
que supone un nuevo paso en la mo-
dernización de la economía españo-
la». Entre sus objetivos para mejorar
la competitividad destacaban la sim-
plificación administrativa, la forma-
ción de los trabajadores y el impul-
so a la actividad investigadora, en-
tre otras cosas.
Sin inversión en I+D+i
Otro de los pilares del tantas veces
pronosticado cambio de modelo es el
del impulso a la investigación, el de-
sarrollo y la innovación. Sin embar-
go, a pesar de repetir esta idea como
un mantra, en la práctica la política
seguida desde la crisis por todos los
gobiernos ha sido la de reducir la fi-
nanciación. Así, España destinó en
2013 el 1,3% de su PIB a I+D+i. Una
cantidad inferior a la de países como
Irlanda (1,72%) o Portugal (1,5%), al
mismo nivel de Hungría y, por su-
puesto, a años luz de la dotación de
Finlandia(3,55%),Suecia(3,41%)Ale-
mania (2,92%) o Francia (2,26%). Y
lejos de la media comunitaria del 2%.
«Para lograr un cambio en el mo-
delo productivo es imprescindible la
inversión en I+D+i», asegura Alain
Cuenca, director de Economía Públi-
ca de Funcas. En su opinión, para po-
der competir con otras economías es
necesario invertir en «capital huma-
no y en valor añadido» de la mano
de la innovación. Sin embargo, la rea-
lidad es la contraria. Según un estu-
dio de la EAE Business School publi-
cado hace unas semanas la inversión
pública y privada en I+D+i en Espa-
ña cayó un 7% desde 2008. De he-
cho, desde la Confederación de So-
ciedades Científicas de España (Cos-
ce) alertan de que las partidas desti-
nadas en los últimos presupuestos
supone retroceder a niveles de 2002.
Pero esta disminución no se pro-
duce únicamente en el ámbito pú-
blico. En 2012 –últimos datos dispo-
nibles– descendió un 4,1% la inver-
sión en innovación por parte de la
empresa privada, según el INE. Otro
aspecto que choca con Europa.Ante
este panorama desolador los cientí-
ficos han alertado del gran riesgo que
supone para la competitividad del
país la caída de la dotación en I+D.
Además de la fuga de cerebros inhe-
rente a la escasa inversión.
La reforma energética también ha
supuesto un tremendo caballo de ba-
talla entre el Ejecutivo y el sector de
resultado más que incierto. «No se
ha resuelto el problema de la refor-
ma energética porque lo hecho no
ha funcionado», asegura Cuenca. «El
coste de la electricidad es un aspec-
to fundamental para las empresas y
también para las familias», recuerda
el profesor de Esade Eugenio Recio.
Uno de los problemas de este sec-
tor tiene que ver con la existencia de
un mercado en muy pocas manos.
«Hay un grado de oligopolio que es
contraproducente y contrario a los
intereses del consumidor», critica
José Antonio Herce, director asocia-
do deAFI. En su opinión, el grado de
competencia en estos servicios es
«insatisfactorio como poco». La re-
ciente polémica desatada con la su-
basta de la luz es el último ejemplo.
Sin embargo, tampoco existe una po-
lítica de Estado en este apartado y
los bandazos estratégicos están a la
orden del día.
Al final, seguimos en la casilla de
salida y el peligro de salir de la crisis
sin cambiar el modelo productivo es
volver a las andadas.
España vislumbra la salida de la crisis
sin cambios en el modelo productivo
DAVID
VALERA
:: D. VALERA
MADRID. Hay que continuar con
las reformas. Ese es el incansable
mensaje que tanto desde el FMI, la
UE o la OCDE en su reciente infor-
me de primavera, se traslada a Es-
paña. Pero ¿qué reformas son las
necesarias? «La economía españo-
la sigue siendo vulnerable dados
los altos niveles de deuda privada
y de las necesidades de desendeu-
damiento público», explica el pro-
fesor de la Universidad de Santia-
go de Compostela Luis Carames.
En su opinión «debe proseguirse
con la reforma fiscal, ampliando la
base impositiva y reduciendo las
cargas sobre el factor trabajo». Una
opinión que también comparte José
Ignacio Conde, subdirector de Fe-
dea y profesor de la Universidad
Complutense de Madrid: «Hay que
hacer una reforma fiscal en profun-
didad». Este experto considera ne-
cesario acabar con las deducciones
en el IRPF y el Impuesto de Socie-
dades a cambio de bajar los tipos y
aumentar los impuestos indirectos
para mejorar los ingresos. Sin em-
bargo, cree que el Gobierno no
afrontará una reforma «tan ambi-
ciosa». Piensa que la falta de estas
políticas no van a impedir la recu-
peración, «pero la ralentizarán».
Otra de las medidas largamente
anunciadas pero nunca concreta-
da tiene que ver con la reforma de
la administración pública. «Pres-
tar más y mejores servicios con me-
nos recursos logrando una mayor
productividad de los empleados
públicos», asegura Alain Cuenca,
director de Economía Pública de
Funcas. En su opinión, hasta aho-
ra se ha buscado esta racionaliza-
ción a través de la bajada de suel-
dos, pero cree necesarias otras me-
didas que conlleven una simplifi-
cación de la burocracia. «Hay ser-
vicios que pueden externalizarse»,
asegura. Y pone un ejemplo: «Ne-
cesitamos más jueces que agentes
judiciales». Sin embargo, es cons-
ciente de la dificultad para llevar
a cambio estos cambios. Máxime
en tiempos electorales. «Para ha-
cer reformas los ciclos electorales
no son muy favorables», explica.
En cuanto a la reforma laboral
existen discrepancias sobre la ne-
cesidad de seguir profundizando
como solicita la patronal y organis-
mos como la OCDE y la Comisión
Europea. «La dualidad en el merca-
do de trabajo crea un empleo muy
precario», asegura el experto de Fe-
dea, quien es partidario de crear un
contrato único con indemnización
creciente y eliminar los contratos
temporales. En lo que sí hay coin-
cidencia es en modificar las políti-
cas activas de empleo dando entra-
da a la participación privada.
A la espera de la reforma
fiscal y de la administración
Los expertos coinciden
en la necesidad
de ampliar la base
impositiva y en adelgazar
y mejorar la eficacia
de los servicios públicos
Entre2008y2012
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Promoción inmobiliaria en Seseña,un ejemplo del ‘ladrillo’. :: I. GIL