2. Esta presentación esta basada en el libro del Dr. Jacques B. Doukhan “Secretos de Daniel”.
3. Ahora nos encontramos en la mitad del libro de Daniel. Muchos comentadores han llamado al séptimo capítulo el “corazón”, “el auténtico centro”. Ya no estamos en la literatura histórica, sino más bien en la profética. El estilo ahora cambia de lo concreto a lo simbólico. Encontramos animales raros y números confusos, un genero calificado como “apocalíptico”.
4. En este capítulo volvemos al tiempo de Belsasar, en el año 553 aC. El capítulo 7 tiene una cantidad de temas familiares tomados de los capítulos anteriores, especialmente del capítulo 2. De hecho las dos visiones siguen un desarrollo paralelo. Cubren el mismo periodo, desde Babilonia hasta el fin de la historia humana. Juntas evocan los mismos cuatro reinos, representados pos metales y bestias.
5. Este paralelismo es más que un factor unificador; es la clave de nuestro método de investigación. Se diferencia de la otra, en que esta es un sueño, mientras que Nabucodonosor recibió una visión. Desde el inicio, la visión funciona en un ámbito universal. El agua (creación) los cuatro vientos (los cuatro puntos cardinales de la tierra). La profecía de Daniel incumbe a todo el mundo.
6. Las bestias de la visión solo se asemejan remotamente a los animales con los que generalmente las comparamos. Estas escenas, casi surrealistas, presentan todas las características de una pesadilla. Sin embargo en el contexto del tiempo, la mención de estos animales trae aparejado un gran significado. En la tradición babilónica, los animales simbolizan proximos acontecimientos históricos.
7. Estos animales violan el principio de la creación de que cada animal es “según su especie” Gén 1.. Al igual que la ley leviticaLev. 19:19. Por lo tanto, los animales representan fuerzas malignas o diabólicas.