1. El amor Este valor fundamental de la vida humana, tiene dos funciones: la resistencia de la especie de carácter biológico, y otra función de carácter ético y espiritual que consiste en crear las condiciones apropiadas para el desenvolvimiento integral de los seres que se aman. La naturaleza en el amor como todas las cosas, no aporta más como los elementos brutos: la división de las especies en dos sexos, la necesidad de reproducirse y los poderosos instintos que se ponen al servicio de los demás.
2. El milagro del amor humano es que sobre un instinto muy simple, el deseo, construye edificios de los más complejos y de los más delicados sentimientos. Es evidente que existe un arte de amar. Además, la persona que ama no solamente debe tener una capacidad critica para valorar a la persona amada, sino también una estabilidad emocional que le permita superar las naturales deficiencias y contradicciones que se presentan inevitablemente en la vida amorosa. Existen tres enemigos del amor: 1.- El enamoramiento. 2.- Los celos 3.- La cristalización
3. Es una pasión totalitaria y absorbente propia de las personas inmaduras. Instigado por una morbosa actitud posesiva, quiere dominar y poseer, anulando el sagrado derecho de la libertad personal, ha sido la instigación de monstruosas delitos pasionales. En cambio el amor auténtico es sereno y equilibrado, respetuoso y en todo momento estimulante. Es la inspiración de las obras de arte, de las nobles acciones, del espíritu e sacrificio y la santificación del deseo. El enamoramiento
4. Los Celos Son el trasunto de la inferioridad espiritual y humana del enamorado. El que se encuentra en condiciones de inferioridad por su cultura, edad, por su condición social o su físico, cela a quien se halla en condiciones superiores. Nunca a la inversa. La Cristalización Fenómeno en que consiste en atribuir gratuitamente, por transferencia emocional, a la persona amada las aspiraciones, los ideales y los valores que desearíamos que tenga, como una manera de realizar nuestras recónditas aspiraciones y la proyección de nuestra personalidad.
5. Tipos de amor: Amor platónico El amor platónico es una expresión imprecisa que en el lenguaje popular se refiere a un tipo de amor al que se concede más importancia espiritual que física. Propiamente hablando, es la motivación que lleva al conocimiento de una idea y a la contemplación de la misma, y que varía desde la apariencia de la belleza hasta el conocimiento puro y desinteresado de su esencia. Es una forma de amor y amistad en que no hay un elemento sexual o este se da de forma mental, imaginativa o ideal, y no de forma física. Amor a primera vista El flechazo es un arrebato pasional que altera profundamente, da un bienestar mágico y milagroso, y te cambia la vida de color. El flechazo o el amor a primera vista es un enamoramiento repentino, sin embargo no sólo provoca sentimientos pasajeros, pues la percepción inicial tiene más importancia de lo que te imaginas.
6. Amor conciente Es una de las experiencias más maravillosas que podamos imaginar, porque el amor vivido con conciencia, desde el corazón es fuente de felicidad y energía. Se deben poner en práctica los siete principios siguientes. 1. Trabajar por tu paz interior 2. Aprender a perdonar 3. Amarte a ti mismo 4. Obedecer a la voz Interior 5. Vivir el momento presente 6. Dar antes de recibir 7. Actuar con sinceridad Amor equivocado Es el más intenso de todos. Quienes se enamoran de adictos a las drogas o de personas con desequilibrios mentales, son individuos que se enredan en situaciones de pareja donde el amor es un fin a conquistar en sí mismo. Sueñan con salvar al hombre o a la mujer que aman, y piensan que si él o ella cambiasen encontrarían la recompensa en el amor compartido.
7. Amores que matan La violencia en la relación de pareja, aún cuando surge en una relación de novios, es un patrón que utilizan algunos jóvenes para controlar a su pareja. Se trata de todo tipo de violencia física, verbal, emocional y sexual que amenaza el bienestar de la persona a quien se maltrata. “ El amor nos hace ver al otro de la manera perfecta con que nos mira Dios”
8. La Tolerancia El valor denominado tolerancia es una necesidad de la vida social, una de las mejores formas para garantizar nuestras relaciones y la más elocuente demostración del grado de cultura y madurez de nuestra personalidad.
9. La tolerancia es la capacidad de conceder la misma importancia a la forma de ser, de pensar y de vivir de los demás que a nuestra propia manera de ser, de pensar y de vivir. Si comprendemos que nuestras creencias y costumbres no son ni mejores ni peores que las de otras personas, sino simplemente distintas, estaremos respetando a los demás. No es preciso compartir una opinión para ser capaz de considerarla tan válida como cualquier otra. Lo que hace falta es tratar de ponerse en el lugar de los demás. Compartir las diferencias nos enriquece. Algunas veces, a lo largo de la historia se pueden ver ejemplos de personas cuyas formas de actuar nacen precisamente de la falta de respeto hacia los demás. Dejar pasar actitudes desconsideradas e injustas es una manera indirecta de no respetar a quien las sufre. Por eso, ser tolerante es también definirse, dar un paso al frente, hacer una opción por la justicia y la paz. La Tolerancia respeta la paz