"Lo que tú quieras", biografía ilustrada de Montse Grases.
Dar a conocer la fiesta dm lvh.ssos.oct.2013
1. “LA MISERICORDIA DIVINA”, ES FUNCION PRINCIPAL DE LAIGLESIA
PROCLAMARLA, PRACTICARLA Y PEDIRLA. (SS.JPII)
LA FIESTA DE LA DIVINA MISERICORDIA.
Por medio de la presente hacemos de su conocimiento la inquietud que surge de dar a conocer
con oportunidad la Fiesta de la Divina Misericordia y de darle la importancia que merece.
Inquietud misma que tenía el Papa Juan Pablo II y que tiene Nuestro mismo Señor Jesucristo que
insistió tanto a Santa Faustina para darla a conocer.
Esta necesidad de proclamar la Misericordia de Dios es un tema recurrente en el Diario de Santa
Faustina, Santa a la que Nuestro Señor le confió la gran Misión de dar a conocer el mensaje de la
Misericordia Divina dirigido a todo el mundo y quien por ordenes de su confesor y director
espiritual, el beato Michael Sópocko y de Jesús mismo, escribe un Diario que resultó ser un
documento excepcional de la mística católica: “Hoy te envío a toda la humanidad con Mi
Misericordia. No quiero castigar a la humanidad doliente, sino que deseo sanarla, abrazarla a Mi
corazón Misericordioso(..) Antes del día de la justicia envío el tiempo de la Misericordia”
(Diario 1588).
Nuestro Señor muy claramente explica a Santa Faustina como es urgente esta necesidad de
proclamar Su mensaje de Misericordia, porque el mundo lo necesita como un preparativo para su
regreso: “Proclama al mundo entero Mi Misericordia insondable (Diario 1142)”.
El 22 de Febrero de 1931, en Polonia, Jesús se le manifiesta a Sor Faustina y le ordena pintar Su
imagen tal y como ella lo ve, con los dos rayos que simbolizan la Sangre y Agua que brotaron de
Su corazón traspasado para derramar toda Su Misericordia a la humanidad.
(...) “ Prometo que el alma que venere este cuadro no perecerá. También prometo, ya aquí en la
tierra, la victoria sobre los enemigos y, sobre todo, a la hora de la muerte”. (...) “Deseo que haya
una Fiesta de la Misericordia. Quiero que este cuadro que pintarás con el pincel, sea bendecido
con solemnidad el primer Domingo después de la Pascua de Resurrección; ese Domingo debe ser
la Fiesta de la Misericordia”. “Deseo que los sacerdotes proclamen esta gran Misericordia que
tengo para las almas pecadoras. Que el pecador no tenga miedo de acercarse a Mí”.
“Diles a mis sacerdotes que los pecadores más empedernidos se ablandarán bajo sus palabras
cuando ellos hablen de Mi Misericordia insondable, de la compasión que tengo por ellos en Mi
corazón. A los sacerdotes que proclamen y alaben Mi Misericordia, les daré una fuerza
prodigiosa y ungiré sus palabras y sacudiré los corazones a los cuales hablen” ( Diario
1521).
“Deseo que la Fiesta de la Misericordia sea refugio y amparo para todas las almas y
especialmente, para los pobres pecadores(..)” “El alma que se confiese y reciba la Santa
Comunión obtendrá el perdón total de sus culpas y de las penas. En este día están abiertas todas
las compuertas Divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse
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2. a Mí, aunque sus pecados fueran como escarlatas (..) Aunque un alma fuera como un cadáver
descomponiéndose de tal manera que desde el punto de vista humano no existiera esperanza
alguna de recuperarse y todo estuviese ya perdido, no es así para Dios. El milagro de la Divina
Misericordia restaura a esa alma en toda su plenitud” (Diario 699, 1448)
Esta Fiesta, desconocida por la mayoría debe darse a conocer: “Quién, de entre la
gente, sabe de ella? Nadie. Y hasta aquellos que han de proclamarla y enseñar a la gente esta
Misericordia, muchas veces ellos mismos no lo saben; por eso quiero que la imagen sea
bendecida solemnemente el primer Domingo después de Pascua y que se le venere públicamente
para que cada alma pueda saber de ella” (Diario 341).
El Papa Juan Pablo II parecía tener un fuerte sentido de esta urgencia y en 1981 declaró que
desde el principio de su ministerio había considerado el mensaje de la Misericordia como su
“tarea especial” que le fué asignada por Dios “ en la situación actual del hombre, de la Iglesia y
del mundo”. Subrayó que ya estamos viviendo en un tiempo especial de preparación para la
nueva venida del Señor.
“La Iglesia”, escribió el Papa Juan Pablo II, “debe considerar como uno de sus deberes
principales -en cada etapa de la historia y especialmente en la edad contemporánea- el de
proclamar e introducir en la vida el misterio de la Misericordia, revelado en sumo grado en
Cristo Jesús” (Rico en Misericordia,14) 30-IX-1980.
El Papa Juan Pablo II, canonizó a Santa María Faustina el 30 de abril del año 2000. Al final de la
Canonización, el Santo Padre declaró el segundo Domingo de Pascua como el “Domingo de la
Misericordia Divina”, estableciendo la Fiesta de la Divina Misericordia que Jesús tanto pedía a
Santa Faustina. El Santo Padre dijo: “En todo el mundo, el segundo Domingo de Pascua recibirá
el nombre de Domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo
cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia Divina, las dificultades y las pruebas que
esperan al genero humano en los años venideros”. Y después de su visita a Polonia en junio del
2002, “para hacer que los fieles vivan con intensa piedad esta celebración, el mismo Sumo
Pontífice ha establecido que el citado Domingo se enriquezca con la indulgencia plenaria para
que los fieles reciban con más abundancia el don de la consolación del Espíritu Santo, y cultiven
así una creciente caridad hacia Dios y hacia el prójimo, y, una vez obtenido de Dios el perdón de
sus pecados, ellos a su vez perdonen generosamente a sus hermanos.”
La Fiesta de la Divina Misericordia providencialmente marcó la muerte del Papa Juan Pablo II
ya que muere iniciada esta. El Sábado 2 de Abril de 2005 a las 9:37, en Roma a esa hora ya se
celebraba la fiesta del Domingo (según la liturgia, las fiestas se inician desde las vísperas del día
anterior). Con esto nos puede quedar muy claro que Nuestro Señor quiso darle una gran
importancia a esta Fiesta marcando la partida del Papa a la vida eterna, quien fué un gran
promotor para la difusión de la Misericordia, con su enseñanza, en particular, con su Encíclica
«Dives in Misericordia», pero también con sus gestos. Hay gestos que han quedado en la
memoria, en la conciencia de la Iglesia, más allá de sus palabras.
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3. Juan Pablo II afirmaba que “la Misericordia es la única esperanza para el mundo”, tal y como
Jesús lo manifestó: “La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con
confianza a Mi Misericordia” (Diario, 300).
La Divina Misericordia es un don que el Papa Juan Pablo II hizo a la Iglesia. Un don que
responde probablemente también a una expectativa de nuestro mundo, que experimenta más que
nunca esta necesidad de Misericordia y de bondad.
Sabemos que el manantial de la Misericordia y de la bondad está en el corazón de Dios. Es
importante que la Iglesia se convierta cada vez más, como ha repetido con frecuencia el Papa, en
ministra de esta Misericordia y de esta bondad de Dios.
Darle la importancia que merece a la Fiesta de la Divina Misericordia,
haciéndola de su conocimiento a toda la humanidad se convierte en una
responsabilidad importante para la Iglesia por medio de la cual las almas
tendrán acceso a recibir la Misericordia Divina ofrecida ese día por Nuestro
Mismo Señor Jesucristo.
Con el conocimiento de la Fiesta de la Divina Misericordia se abrirán las puertas para esta
devoción que no traerá más que bien a la humanidad.
Podríamos pensar que Juan Pablo II, sigue trabajando desde el cielo para que esta devoción sea
conocida por el mundo entero, con esa fecha escogida para su beatificación: 1 de Mayo 2011,
segundo domingo de Pascua: “Fiesta de la Misericordia”. Y no nos queda duda con la fecha
elegida por el Papa Francisco para su canonización: 27 de Abril 2014, segundo domingo de
Pascua: “Fiesta de la Misericordia”
Jesús desea cumplir con Sus promesas de ofrecer grandes gracias al mundo entero por medio de
las nuevas formas de veneración de la Divina Misericordia
Cinco formas del culto a la Divina Misericordia:
1-La imagen de Jesús Misericordioso, pintada en Vilna Lituania en 1934 por ordenes de Jesús
a Sor Faustina, a través de la cual se concederán muchas gracias a las almas
2- La Fiesta de la Divina Misericordia, debiéndose celebrar el primer Domingo después de
Pascua de Resurrección según los deseos de Jesús, ocupando así esta celebración el primer lugar
entre todos los elementos de la devoción a la Divina Misericordia
3-La Coronilla de la Divina Misericordia, dictada por Jesús a Sor Faustina en Vilna en 1935,
como súplica para aplacar la ira de Dios por los propios pecados y los del mundo entero. “A
través de ella obtendrás todo, si lo que pides esta de acuerdo con mi voluntad(…) Reza
incesantemente esta coronilla que te he enseñado. Quienquiera que la rece recibirá gran
Misericordia, En la hora de la muerte los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la
última tabla de salvación.(Diario 1731, 687)
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4. Modo de rezar la Coronilla de la Divina Misericordia: (utilizando un rosario)
“Al comienzo Padre nuestro…, Ave Maria…, Credo (de los apóstoles)
…
En las cuentas grandes (una vez): Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la
Divinidad de tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación por nuestros y los
del mundo entero.
En las cuentas pequeñas (diez veces): “Por su dolorosa pasión, ten Misericordia de nosotros y del
mundo entero”
Al finalizar se reza tres veces: “Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros
y del mundo entero”
Oración: “Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús como Fuente de Misericordia
para nosotros, confió en Ti”
4- La Hora de la Gran Misericordia.
El Señor pidió una oración especial y una meditación de su Pasión cada día a las tres de la tarde,
la hora que recuerda Su muerte en la cruz.
En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión…(Diario,
1320).
(Se recomienda rezar la coronilla a esta hora).
5- La propagación de la espiritualidad de la Misericordia.
Hagan obras de Misericordia por medio de la oración, las acciones y las palabras. En estas tres
formas, dijo el Señor a Sor Faustina, esta contenida la plenitud de la Misericordia (Diario, 742)
“Sean compasivos, como mi Padre es compasivo”.
Cuando una alma se acerca a Mi con confianza, explica el Señor, la colmo con tal abundancia de
gracias que ella no puede contenerlas en sí misma, sino que la irradia sobre otras almas (Diario,
1074).
Agradecemos la atención prestada y quedamos en la esperanza de que se hablará a los fieles de
esta Fiesta con la anticipación necesaria para que puedan prepararse y recibir las gracias que
derramará Nuestro Señor Jesucristo en esa Su Fiesta tan deseada: “LA FIESTA DE LA
MISERICORDIA”
(Favor de hacer extensivo este escrito a quien le pueda ser de interés, para alcanzar el objetivo
deseado)
Atentamente:
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Luz Elena Cecilia Von Hemken Susana Segura Orive
luzelenacecilia@hotmail sdm.sso@gmail.com
www.jesusdivinamisericordia.org
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