Una dieta se refiere al conjunto de alimentos y nutrientes que una persona consume habitualmente. El documento explica que una dieta equilibrada proporciona los nutrientes necesarios para mantener la salud física y mental de una persona. También describe los diferentes tipos de dietas como vegetariana, omnívora y carnívora, así como dietas terapéuticas para tratar enfermedades. Finalmente, señala que una dieta saludable se basa en el consumo variado de alimentos de todos los grupos nutricionales.
1. LA DIETA
Una dieta es la cantidad de alimento que se le proporciona a un organismo en
un periodo de 24 horas, sin importar si cubre o no sus necesidades de
mantenimiento, en resumen es el conjunto de nutrientes que se absorben luego
del consumo habitual de alimentos.
Popularmente, y en el caso de los humanos, la dieta se asocia erróneamente a
la práctica de restringir la ingesta de comida para obtener solo los nutrientes y
la energía necesarios, y así conseguir o mantener cierto peso corporal.
La dieta humana se considera equilibrada si aporta los nutrientes y energía en
cantidades tales que permiten mantener las funciones del organismo en un
contexto de salud física y mental.1 Esta dieta equilibrada es particular de cada
individuo y se adapta a su sexo, edad, peso y situación de salud. No obstante,
existen diversos factores (geográficos, sociales, económicos, patológicos, etc.)
que influyen en el equilibrio de la dieta.
Las dietas, se utilizan para el tratamiento y prevención de diversas patologías
(dietoterapia) y para adaptar la alimentación a diversas situaciones fisiológicas.
Etimología
Etimológicamente la palabra «dieta» proviene del griego dayta, que significa
‘régimen de vida’. Se acepta como sinónimo de régimen alimenticio, que alude
al ‘conjunto y cantidades de los alimentos o mezclas de alimentos que se
consumen habitualmente’. También puede hacer referencia al régimen que, en
determinadas circunstancias, realizan personas sanas, enfermas o
convalecientes en el comer, beber y dormir.2
Historia de las dietas humanas
Parece ser que algunos homínidos europeos (España, Francia y Alemania),
como el Homo antecessor, practicaban el canibalismo. Así lo atestiguan los
yacimientos arqueológicos de la Sierra de Atapuerca (España) a través del
estudio de las marcas en los restos óseos encontrados de en la cueva de la
2. Gran Dolina. Posiblemente esta práctica no es atribuible a la ausencia de
alimentos y carecía de cualquier intención ritual, sino que se efectuó con lo que
se ha denominado como «canibalismo gastronómico». Por tanto, puede
considerarse como la referencia más antigua del canibalismo en Europa (más
de 800.000 años de antigüedad).3 4
Debido a sus limitaciones biológicas fue necesario que la especie humana
inventara armas para así poder cazar a otros animales y que descubriera cómo
producir fuego para cocinar.
Las características fisiológicas de la actual especie humana Homo sapiens
(bipedestación, morfología de la mandíbula y dientes o de la mano) han
condicionado su dieta.5 Tales características facilitaron las técnicas de
recolección y de caza, predominando el consumo de alimentos de origen
animal. Durante el Neolítico se produjo una evolución en sus técnicas de
obtención de alimentos al desarrollar los métodos agrícolas y ganaderos, con lo
que también cambió de un modelo trashumante a otro sedentario y su dieta fue
más variada.6
Tipos de dietas
Desde el punto de vista cultural, y en función del origen biológico de los
alimentos, las dietas humanas contemporáneas pueden ser:
dieta vegetariana: cuando no se consume ni carne ni pescado. Los
motivos por los que se sigue una dieta vegetariana pueden ser
económicos, religiosos, ideológicos, éticos (veganismo), ecológicos y de
salud. Hay diferentes tipos de vegetarianismo. Entre ellos, en el que no
se consume ningún producto procedente de un animal (vegetarianismo
estricto) y aquel en el que no se consumen productos procedentes de
animales excepto la leche (lactovegetarianismo), huevos
(ovovegetarianismo) o miel (apivegetarianismo).
dieta omnívora: cuando se consumen alimentos de origen animal y
vegetal. Es el tipo de dieta más frecuente en la especie humana.
3. dieta carnívora: si los alimentos de procedencia animal son los
predominantes. Es común en la especie humana.
Alimentos según nuestras necesidades básicas
-Alimentos que ayudan al crecimiento: carne, pescado, legumbres y huevos (
proteínas ).
-Alimentos con gran aporte energético: pasta, pan, arroz y dulces.
(apivegetarianismo).
-Alimentos ricos en vitaminas: frutas y verduras.
Principales vitaminas:
-Vitamina A Relacionada con la vista. Leche, zanahorias, tomate.
-Vitamina B Interviene en muchas reacciones químicas. Carne, pescado,
plátanos.
-Vitamina C Esencial para el crecimiento de muchos tejidos. Frutas, coliflor,
patatas.
-Vitamina D Interviene en el crecimiento. Huevos, pescados.
-Vitamina E Necesaria para la fertilidad. Huevos, aceites vegetales.
-Vitamina K Interviene en la coagulación de la sangre. Hígado, espinacas,
lechuga.
Este último grupo, lo forman aquellas substancias que permitirán a nuestro
organismo utilizar correctamente las otras ya citadas y desarrollar por tanto sus
funciones de modo adecuado. Se trata de substancias sin valor energético a
las cuales denominamos reguladoras: son las vitaminas y determinados
minerales, necesarios en cantidades muy pequeñas pero imprescindibles para
el correcto funcionamiento del metabolismo en general.
4. Desde el punto de vista nutricional, las actuales dietas humanas pueden ser:7
1. dietas basales o dietas básicas: son las dietas en las que no se
realizan modificaciones en cuanto a su composición en nutrientes o en
energía. Estas son las dietas que siguen las personas sanas y enfermas.
2. dietas terapéuticas: son las dietas en las que se altera la composición
en nutrientes o en energía cuando existe una enfermedad o situación
patológica. Estas dietas se subdividen a su vez en:
1. dietas modificadas en energía: normalmente se realiza una
distribución en la cantidad de energía aportada en la dieta (dietas
hipocalóricas). Son las dietas que se aplican en situaciones de
sobrepeso y obesidad.
2. dietas modificadas en proteínas: pueden aportar mayor cantidad
de proteínas que las recomendadas para las personas sanas
(dietas hiperprotéicas), estando indicadas en situaciones de
malnutrición (bajo peso, anorexia, etc.), o aportar menos cantidad
(dietas hipoprotéicas), destinadas a ciertas enfermedades
renales. Un tipo especial de estas dietas es la dieta sin gluten,
específica para la enfermedad celíaca.
3. dietas modificadas en carbohidratos: cuando se restringe la
cantidad de carbohidratos, se genera una situación de cetosis,
como en las dietas cetogénicas. Están señaladas en ciertos casos
de epilepsia o de obesidad mórbida. En otros casos se incluyen
alimentos atendiendo al tipo de carbohidrato, de manera que se
obtengan dietas de bajo índice glucémico.
4. dietas modificadas en fibra alimentaria: pueden ser con altos
contenidos en fibra (dieta alta en fibra), indicadas en aquellos
casos en los que hay reducción de la motilidad intestinal, o
pueden ser con bajos contenidos de fibra (dieta sin residuos),8
señaladas para situaciones previas a una intervención quirúrgica
o a una prueba de exploración.
5. dietas modificadas en elementos minerales: en el caso de que se
reduzca de forma importante la cantidad aportada de sodio (bien
5. eliminando la sal común o bien aportando alimentos pobres en
sodio) se tiene la dieta hiposódica. Se prescribe en algunas
enfermedades renales y en ciertas cardiopatías (hipertensión
arterial).
Una dieta no necesariamente significa comer poco, es un régimen alimenticio.
Existen dietas para bajar o subir de peso y también las hay para mantener un
peso adecuado.
La dieta saludable y equilibrada
Un aspecto que hay que señalar respecto a la dieta es que esta es colectiva, es
decir, adaptada a las necesidades y a las características de las personas. Pero
en cada etnia se sigue un patrón regular que es común a casi todos los
individuos, de tal manera que se configura una dieta típica de una sociedad o
cultura. Un ejemplo es la que se conoce popularmente como dieta
mediterránea, atribuida al estilo de vida seguido en algunos países de la costa
mediterránea. No obstante, para que cualquier dieta se considere saludable y
equilibrada, se debe basar en el consumo irregular de una amplia variedad de
alimentos. La razón es que no existe un único alimento que contenga todos los
nutrientes necesarios. Es importante tener en cuenta que para llevar a cabo
una dieta saludable no se debe de excluir ningún tipo de nutriente, y debe de ir
acompañada de un régimen de actividad física para tener óptimos resultados y
ser saludables cada día. Para que la población tenga una referencia sobre las
pautas dietéticas más apropiadas con el fin de alcanzar y mantener un
adecuado estado de salud, ciertos organismos o instituciones públicas
proponen unas guías y objetivos dietéticos. En tales guías se suele recoger
unos recursos gráficos, basados en la clasificación de los alimentos según sus
características nutricionales predominantes, que facilitan la elaboración de una
dieta equilibrada. Ejemplos de estos recursos gráficos son la pirámide
alimentaria o la rueda alimentaria. En la tabla 1 se recoge las recomendaciones
propuestas para la población española con objeto de que su dieta sea
saludable.