Durante el gobierno militar en Perú se aplicaron importantes reformas estructurales como la reforma agraria que eliminó el poder de la oligarquía expropiando tierras y estableciendo cooperativas agrarias. También se realizaron reformas económicas, culturales y educativas imponiendo una política nacionalista. El gobierno restringió la libertad política prohibiendo partidos, controlando movimientos sociales y creando un sistema para reemplazar a los partidos políticos.