1. En el gobierno actual el manejo oficial de la historia, desde mi punto de vista, se ha ido
fortaleciendo debidamente conmemorando y celebrando las fechas, hechos y
personajes más significativos en nuestro país. Incluso, de cierta forma se respetan los
ideales que regían a los héroes de nuestro pasado tales como el derecho a la
soberanía, es decir, el poder elegir a nuestros gobernantes democráticamente como se
deseaba en el pasado; el ser independientes como nación; el poder ser libres de
pensamiento y defender nuestras creencias religiosas por mencionar un ejemplo, que
hace alusión al acontecimiento de 1926 a 1929 en el cual el gobierno de Plutarco Elías
Calles y religiosos católicos se resistían a la aplicación de legislación y políticas
públicas orientadas a restringir la participación de la Iglesia católica sobre los bienes de
la nación así como en procedimientos civiles, la llamada Guerra Cristera.
Sin embargo, el gobierno no siempre tiene concordancia con lo que se dice y con lo que
hace en la actualidad: únicamente se informa al pueblo de lo que considera prudente.
Otro ejemplo sería el hecho de recién celebrar un día en el que se conmemora la
expropiación de uno de los recursos más importantes para México, hay un debate que
pueda cambiar o ir en contra de ese día y de los ideales de aquellos tiempos.
Retomando el manejo oficial que se hace de la historia, hasta cierto punto se hace con
transparencia y claridad, en educación por ejemplo, por una parte se busca que el
alumno tenga conocimientos de los hechos o sucesos que nos dieron patria, para así
fomentar nuestra identidad cultural y actuar patrióticamente en todo momento; por otro
lado, se “busca” que se tenga conciencia crítica para valorar diferentes versiones o
causas que ocasionaron dichos sucesos, así como también la capacidad de buscar
información por diferentes fuentes de las que se les brinda.