Este documento describe los beneficios de la Terapia y Educación Asistida por Animales de Compañía (TEAAC) para niños autistas e inseguros. La TEAAC involucra la participación de animales de compañía como perros y gatos en sesiones terapéuticas para promover la salud y bienestar humano. Estas terapias ayudan a los niños autistas a salir de su aislamiento e interactuar con el terapeuta a través del juego con los animales. También ayudan a niños inseguros a perder
2. Esta ya demostrado los beneficios que
aportan los animales a los niños, así que
imaginad estos beneficios con niños con
problemas para relacionar-se con su
entorno. Este es el caso de niños autistas
y niños inseguros.
3. De estas terapias, hablaremos de la Terapia
y educación asistida por animales de
compañía (TEAAC)
4. La TEAAC consiste en la participación de animales de
compañía en intervenciones terapéuticas, con el fin de
propiciar o promover la salud y el bienestar humano.
Es decir, aprovechar valores intrínsecos del animal -
respuesta invariable, fidelidad, incapacidad de juzgar, etc. -
para facilitar el trabajo del facultativo, del educador o del
terapeuta en la educación, recuperación, rehabilitación,
reinserción, tratamiento o mejora de la calidad de vida de
determinadas personas.
5.
6. Niños autistas
Estos niños presentan un nivel de comunicación muy pobre
con el exterior, con comportamientos repetitivos que dificultan
la inclusión en su mundo.
Se tratan de sesiones cortas de juego en las que se incluye la
presencia de un perro entre el terapeuta y el niño y resulta
que éste responde de una forma clara a la presencia del
animal, favoreciendo la interrelación con el terapeuta.
Por fin sale de su aislamiento, capturado por el movimiento, el
sonido y el olor característico del perro. Poco a poco se va
incorporando al juego junto con el terapeuta: tirarle
pelotas, cepillarle, acariciarle...
Esta actitud del niño es difícil mantenerla en el exterior y más
allá de un tiempo determinado.
7. Niños inseguros
Existen niños que, por su situación familiar o personal tienen
dificultad para expresar su afecto. Son niños inhibidos,
inseguros, atemorizados, para los que el mundo exterior se
convierte en muy amenazante.
Al entablar una buena relación con su mascota van perdiendo
el temor a ser agredidos, confían en la fidelidad de su animal,
comprueban el interés, cariño y atención que despiertan en su
mascota, y así pueden empezar a exteriorizarlo al mundo y
confiar en un afuera más tranquilizador y menos persecutorio.
8. Numerosos estudios científicos e
investigaciones a nivel nacional e
internacional, apoyan y avalan lo positivo
de esta disciplina.
9. Un perro, un gato, pueden dar mucho más
que compañía: pueden ser un valioso puente
de comunicación entre el terapeuta y el
paciente.