1. UNA VISITA A VERDUN – CRONICA DE
UNA BATALLA
Enrique Posada Restrepo
2020
2. VERDÚN (1)
Verdún (Verodunum, una latinización de un
nombre de lugar que significa "fuerte
fuerte") fue una ciudad de los galos. Ha
sido diócesis desde el siglo IV. En 486,
tras la decisiva victoria de los francos en la
batalla de Soissons, la ciudad se resistió y
fue asediada por el rey Clovis I.
El Tratado de Verdún de 843 dividió el
imperio de Carlomagno en tres partes.
Se dice que en esa época, Verdún era el
centro de un próspero comercio en toda
Europa que vendía a niños jóvenes para ser
esclavizados como eunucos en la Iberia
islámica.
Verdún también es famoso por sus dragés o
peladillas, que a partir de 1200 fueron
distribuidos en el bautismo de los príncipes
franceses.
3. VERDÚN (2)
Verdún era parte del reino medio de Lotaringia,
y en 1374 se convirtió en una ciudad imperial
libre del Sacro Imperio Romano Germánico. El
Obispado de Verdún formó junto con Tull
(Toul) y Metz los Tres Obispados, que fueron
anexados por Francia en 1552 (reconocidos en
1648 por la Paz de Westfalia).
De 1624 a 1636, se construyó una gran
ciudadela bastionada en el sitio de la Abadía de
Saint Vanne. En 1670, se elaboró un ambicioso
plan para fortificar toda la ciudad, que se
completó mucho después de las Guerras
Napoleónicas.
En la guerra franco-prusiana, Verdún fue la
última fortaleza francesa en rendirse en 1870.
Poco después, se inició un nuevo sistema de
fortificación, con un anillo exterior de 22
fortalezas poligonales y uno interior de 6
Verdún 1638
4. VERDÚN (3)
Verdún fue el escenario de una gran batalla, la
más duradera de la Primera Guerra Mundial,
una de las más cruentas en la historia militar,
un ejemplo de "guerra de desgaste" seguida
por ambos bandos, que provocó una enorme
pérdida de vidas y una muchas víctimas.
En la actualidad la ciudad ofrece diversos
monumentos y sitios conmemorativos de las
guerras, cuya memoria es omnipresente, Pero
también cuenta con un patrimonio urbano que
merece ser visitado: la catedral de Nuestra
Señora, una de las más antiguas de Europa; la
puerta de San Pablo, un arco del triunfo que
en otra época atravesaba las murallas; o el
palacio de la Princerie, del siglo XVI, que
alberga el Museo de Arte e Historia de
Verdún. En el antiguo palacio episcopal se
encuentra el Centro Mundial de la Paz, la
Libertad y los Derechos Humanos, lugar de
exposiciones, encuentros e intercambios.
Les Jardins du Mess (Hotel en Verdún)
6. Mapa donde se aprecian Reims. Zonas de Bélgica, Luxemburgo, zonas de Alemania y Verdún
7. El Río Mosa
El río Mosa (en francés, Meuse) Viene de Francia,
pasa por Bélgica y los Países Bajos y desemboca a
través del delta común del Rin-Mosa-Escalda.
Tiene una longitud de 950 km y drena una cuenca de
más de 36 000 km² en Bélgica, Francia, los Países
Bajos, Alemania, Luxemburgo. Su caudal medio de
400 m³/s. Su cuenca está habitada por nueve millones
de personas. Es navegable desde la ciudad de Saint-
Mihiel y está comunicado por medio de varios
canales con las cuencas del Rin y del Sena.
El Mosa fue la frontera occidental del Sacro Imperio
Romano Germánico desde el siglo IX, hasta la
anexión de la mayor parte de Alsacia y Lorena por
Francia tras el tratado de Westfalia, en 1648, y de la
anexión del Principado de Lieja, en 1792, también
por Francia. Nostálgicamente, el río es mencionado
aún hoy en el himno alemán.
Cuenca del Río Mosa
8. El Río Mosa
Como es un río internacional, los
gobiernos de los cinco países de su cuenca
de las tres regiones de Bélgica firmaron en
1994 un Acuerdo internacional sobre el
Mosa, para solucionar todas las cuestiones
relativas al río, incluso la cuestión de la
manera en que las autoridades políticas
correspondientes se entienden para
preservar los intereses que comparten.
Esto se ha perfeccionado con un nuevo
acuerdo en 2002.
El Mosa fue una arteria económica de
primer orden ya desde la antigüedad,
manteniendo su influencia en los
intercambios comerciales forjados durante
la época merovingia, como testimonian la
difusión de técnicas y motivos en su
cuenca bien atestiguados en las
excavaciones arqueológicas.
Paz y guerra en el Río Mosa en su paso por Verdún
9. La Batalla de Verdún
Reproducimos acá la crónica del escritor Josep Gavaldà. 18 de diciembre de 2020.
Publicada en National Geographic Historia
https://historia.nationalgeographic.com.es/a/batalla-verdun-infierno-tierra_15982
Soldados de artillería franceses en el frente de la Batalla de Verdún.
10. La Batalla de Verdún (1)
Esta fue la peor batalla de la primera guerra
mundial, la más larga y sangrienta de la Gran
Guerra, que enfrentó a franceses y alemanes. Pero a
pesar de su duración y dureza, no se convirtió en
decisiva en el devenir del conflicto. Una muestra del
horror que se vivió en Verdún, un municipio francés
situado en el departamento del Mosa y en la región
del Gran Este, es el mensaje dirigido que un joven
soldado alemán llamado Johannes Has dirigió a sus
padres desde una de las trincheras del ejército
germano: "Queridos padres, estoy acostado en el
campo de batalla y tengo una bala en el vientre.
Creo que me estoy muriendo". El 18 de diciembre de
1916 marcaría el final de aquella terrible
carnicería, un escenario de horror en el que ahora
reina el silencio. Aquellas trincheras donde tantos
jóvenes vivieron y murieron se han convertido en
una metáfora de la profunda cicatriz que se abrió
entre Francia y Alemania.
11. La Batalla de Verdún (2)
PREPARANDO UNA CARNICERÍA
“El final de la guerra de 1870, que enfrentó a los
franceses y a los prusianos, se decidió en París; el de
ésta se decidirá en Verdún”, afirmó el káiser
Guillermo II el 1 de abril de 1916, cuando la batalla,
que llevaba seis semanas en marcha, ya se había
llevado por delante más de cien mil vidas. La opinión
del soberano alemán se basaba en el criterio del
general Erich von Falkenhayn, que había abierto dos
frentes, uno en Rusia y otro en Verdún. Indignado por
la pedantería mostrada durante el conflicto por Von
Falkenhayn, Erich Ludendorff, uno de los más
brillantes generales de Alemania, llegó a decir de él:
"Puedo odiar a ese hombre y le odio". Pero a pesar
de lo que el general Ludendorff pudiera pensar de su
colega, éste contaba con el favor del Estado Mayor y
hacia finales de 1915 ya había concebido un plan de
ataque en Verdún.
El káiser Guillermo II de Alemania.
Erich von Falkenhayn
12. La Batalla de Verdún (3)
Los servicios de inteligencia alemanes
habían informado de que la artillería y
la infantería francesas se habían
retirado de la zona para trasladarse a
otros puntos donde se estaban
dirimiendo encarnizados encuentros.
Creyendo que con un rápido ataque al
flanco francés daría un golpe de efecto a
la contienda, Von Falkenhayn ideó una
estrategia que obligara a los franceses a
movilizarse hacia un mismo punto y una
vez allí atacarles. Con la maquinaria
alemana en marcha, Von Falkenhayn
dispuso más de ochocientas piezas de
artillería de forma estratégica, pero el
mal tiempo lo obligó a posponer el
ataque hasta que la lluvia remitiera.
G.
En una jornada los cañones alemanes arrojaron un
millón de proyectiles en suelo francés, llenando el
terreno de enormes cráteres y sepultando los soldados
franceses bajo el barro que se levantaba por las
explosiones.
13. La Batalla de Verdún (4)
LLUVIA DE FUEGO Y METRALLA
El 21 de febrero de 1916 se abrieron las
puertas del infierno en Verdún. El Gran Berta,
el temido cañón alemán de 420 mm capaz de
lanzar proyectiles a doce kilómetros de
distancia y provocar cráteres de seis metros de
profundidad, o el efectivo Skoda 35 mm
empezaron a abrir fuego. A las cuatro de la
tarde ya habían caído del cielo más de un
millón de obuses que convirtieron el suelo
francés en un auténtico paisaje lunar, lleno de
cráteres: las trincheras se habían hundido y la
mayoría de sus defensores quedaron sepultados
bajo el barro. Al teniente coronel Driant le
pareció que el bosque "era barrido por una
tormenta, un huracán de adoquines que crecía
cada vez con mayor fuerza". Y este es
solamente el primero de los 302 días que duró
la batalla.
El Gran Berta montado sobre rieles
Al principio de la Primera Guerra Mundial los
alemanes contaban con dos Gran Berta, y a lo
largo de la contienda se llegaron a construir 16
más. Su uso fue efectivo en el asalto a los
fuertes de Lieja, Namur y Amberes aunque no
tanto en los fuertes en Verdún, que eran de
construcción más reciente, de hormigón
reforzado con acero. Disparaban proyectiles de
380 kg a 830 kg, con alcances respectivos de
9,5 km y 12, 5 km
14. La Batalla de Verdún (5)
El pintor y paisajista alemán Franz Marc, que se había alistado
como voluntario unos años antes, escribió desde el frente: "He
visto las cosas más terribles que puede concebir la imaginación
humana". Un obús lo destripó el 4 de marzo, pero la crónica de
aquella carnicería continuó de la mano de un soldado francés que
manejaba una ametralladora: "La trinchera dejó de existir, había
quedado sepultada. Estábamos agachados dentro de los agujeros
hechos por los obuses, el lodo de cada explosión nos enterraba
cada vez más. Nuestros propios soldados heridos o ciegos caían
sobre nosotros rugiendo y gritando. Morían salpicándonos con su
sangre". El 10 de abril, el capitán Cochin describió en una carta
los primeros días del asalto: "Regreso de la prueba más dura de mi
vida: cuatro días y cuatro noches, 92 horas, los dos últimos días
sumergido en barro helado, bajo un terrible bombardeo, sin otro
refugio que la estrechez de la trinchera que aparecía incluso
demasiado ancha; ni un agujero, ni una cueva, nada [...]. Llegué
allí con 175 hombres; he regresado con treinta y cuatro, varios de
ellos enloquecidos". Después de aquel ataque llovió sin parar
durante doce días. La crónica oficial alemana dijo lo siguiente: "El
agua en las trincheras nos llegaba por encima de las rodillas; no
había ni una cueva que pudiera proporcionar un acomodo seco. El
número de enfermos crecía de manera alarmante".
15. La Batalla de Verdún (6)
Erich von Falkenhayn había previsto que las fuerzas francesas se desangrarían durante los bombardeos,
pero lo que no pudo prever es que durante el avance de la infantería ésta quedaría desprotegida de la
artillería, y que la lluvia y la nieve convertirían los bosques de Verdún, arrasados por los obuses, en una
enorme piscina de barro que no permitía avanzar a los pesados cañones. El encargado de organizar la
defensa francesa fue el general Philippe Pétain, que ideó un sistema basado en la logística: mantuvo
abierta la arteria principal que llegaba a Verdún, por la que circulaban 6.000 camiones diarios que
sirvieron para alimentar a toda la población durante el asedio alemán. Conocida más tarde como la
Ruta Sagrada, fue el propio Pétain quien dijo a su estado mayor: "On les aura!" (les cogeremos). Pero la
frase más famosa salió de la boca de su segundo, el general Robert Nivelle, que arengó a sus hombres al
grito de: "Ils ne passeront pas!", (no pasarán). Pétain coincidió en Verdún con Charles de Gaulle, por
entonces un joven capitán de 25 años, que fue uno de los primeros en caer herido, aunque fue
condecorado por sus audaces escuchas de las trincheras enemigas. De nuevo en el frente, De Gaulle fue
herido con bayoneta, metralla, una mina y con gas, además de ser capturado por los alemanes y
protagonizar cinco intentos de fuga.
La Ruta Sagrada
16. La Batalla de Verdún (7)
No menos coraje que sus homólogos humanos demostró
Satán, un cruce de galgo y collie entrenado como perro
mensajero. En aquellos días una posición francesa
estaba siendo masacrada por la artillería alemana y con
ella sus defensores, a los que apenas quedaba munición.
De pronto, los desesperados soldados franceses vieron
una extraña silueta negra que atravesaba las líneas
enemigas hacia su posición. Era Satán con una máscara
de gas, unas alforjas y un mensaje atado al cuello. En
ese momento, una bala alemana lo alcanzó en una pata y
el perro cayó, pero volvió a levantarse y, cojeando,
siguió corriendo hasta las trincheras francesas. El
mensaje decía: "¡Por el amor de Dios, aguantad!
Mañana enviamos refuerzos". En las alforjas que Satán
llevaba atadas al lomo había dos palomas mensajeras.
Los soldados anotaron las coordenadas de la artillería
alemana y las enviaron con las palomas. Una de ellas
fue abatida, pero la otra logró llegar a su destino y la
artillería francesa consiguió silenciar definitivamente a
la alemana y liberar a los suyos. Satán sólo tenía de
diabólico el nombre porque en realidad se convirtió en
un auténtico ángel de la guarda para el ejército francés.
El perro mensajero Satán
17. La Batalla de Verdún (8)
UNA GENERACIÓN PERDIDA
El 18 de diciembre de 1916 los cañones enmudecieron. Verdún
se había salvado, pero a un precio descomunal: 700.000 bajas
(305.000 muertos y 400.000 heridos), repartidas casi a partes
iguales entre los dos bandos. El consumo de munición en los
primeros siete meses ascendió a 24 millones de proyectiles,
nueve pueblos habían sido borrados del mapa y el paisaje
quedó calcinado. Los cuatro millones de proyectiles caídos
sobre la colina de Mort-Homme, donde ahora se erige un
monumento conmemorativo de la batalla, la convirtieron en un
volcán de lodo y rocas. Aunque los bosques replantados en la
década de 1930 han crecido y ocultan la mayoría de los
cráteres provocados por los obuses, los actuales visitantes del
campo de batalla aún pueden contemplar un panorama selenita
moldeado por unos 50 obuses por metro cuadrado. Cien años
después, el público tiene aún prohibido el acceso a unas 800
hectáreas de bosque, conocidas como Zone Rouge, debido al
peligro de que los millones proyectiles que cayeron y que no
explotaron en su momento puedan hacerlo por accidente. Se
estima que en las colinas y bosques alrededor de Verdún
quedan todavía doce millones de obuses sin detonar.
Resultados de una terrible
batalla llena de heroísmo
y de locura
18. La Batalla de Verdún (9)
Quizás uno de los reporteros que mejor
describió aquel horror fue Agustí Calvet
Gaziel, el enviado de La Vanguardia, que en
su crónica escribió lo siguiente: "En una fosa
yacen un montón de cadáveres. ¡Su visión es
horrible! Los cuerpos están mutilados,
vestidos con el uniforme militar hecho trizas,
manchado de sangre, asqueroso. Los rostros
aparecen contraídos por espasmos macabros
de rabia y de dolor supremos. Algunos
cuerpos están despedazados. En el montón
hay miembros sueltos, descuajados del tronco
[...]. Los circunstantes permanecen en un rudo
mirar de infinita ternura ante los despojos
horribles de sus hermanos, absortos,
resignados, con los ojos encendidos por la
santa esperanza de vengar su muerte".
21. En camino hacia Verdún, memoriales a los caídos en la guerra
22. En el Tratado de Munster en 1648, Verdún fue
declarado oficialmente francés. Entonces el
maestro constructor de fortalezas de la época,
Vauban, comenzó un ambicioso plan para
complementar la ciudadela de la ciudad con una
serie completa de fortificaciones circundantes.
Sébastien Le Prestre, Señor de Vauban y
Marqués de Vauban, (1633-1707), fue Mariscal
de Francia y el principal ingeniero militar de su
tiempo, afamado por su habilidad tanto en el
diseño de fortificaciones como en la conquista
de las mismas.
Asesoró a Luis XIV sobre la consolidación de
las fronteras y su defensa. Recomendó una
medida radical: ceder algunas tierras
indefendibles, lo que permitiría constituir unas
fronteras más fuertes e impenetrables.
Su influencia en la arquitectura militar ha sido
importante. Algunas de las fortificaciones de
Vauban fueron añadidas en 2008 por la Unesco a
la lista de Patrimonios de la Humanidad
23. En 1670, Vauban visitó Verdún y
elaboró planes para mejorar las
fortificaciones y convertir la ciudad en una
fortaleza. Planeó un trazado regular con
baluartes para el frente norte, entre la
ciudadela y el río, demoliendo las murallas
medievales que bloqueaban los campos de
fuego de la ciudadela.
La media luna que protege la Porte Chausée
se reforzó con un camino cubierto.
Una característica interesante de esta parte
de las fortificaciones es un puente de
compuerta fortificado. Estas compuertas
permitieron regular el agua para asegurar
que se mantuviera el nivel correcto de agua
en este tramo de las defensas.
24. En 1670, Vauban visitó Verdún y elaboró planes para mejorar las fortificaciones y convertir la ciudad
en una fortaleza, de acuerdo con estos planos
25. Aún quedan restos de las fortificaciones del
siglo XVII por toda la ciudad de Verdun,
en el Mosa, pero los distintos cambios
urbanísticos durante la segunda mitad del
siglo XX los hicieron desaparecer
gradualmente. Aún queda la esclusa-puente
de Saint-Amand. Estas fue la última de las
tres estructuras de este tipo imaginadas por
Vauban para defender el lugar bloqueando
los brazos del Mosa para provocar la
inundación de su valle en caso de ataque.
Construidas entre 1680 y 1687, fecha de la
primera prueba de inundación en presencia
de Luis XIV, estaban alineadas con un
puente cuyos arcos estaban cerrados por
puertas de madera, maniobradas por
cabrestantes. Tales cerraduras nunca se
utilizaron como medio. defensivos y se han
descuidado con el tiempo.
26. La ciudadela subterránea de Verdún
está conformada por una serie de
pozos subterráneos y galerías. Fueron
excavados entre 1886 y 1893 y se
organizaron para acomodar y
mantener hasta 2.000 hombres.
Contaban con 6 depósitos de pólvora,
7 depósitos de municiones y una
panadería y hornos para producir
28.000 raciones diarias, un molino,
una central telegráfica y telefónica,
equipos de suministro de aguas,
cocinas y grandes áreas de
almacenamiento.
Protegido de fuertes bombardeos, fue
de primordial importancia en la batalla
de 1916.
27. Esta ciudadela subterránea simbolizaba la resistencia de la nación y fue escenario de una ceremonia el 13 de septiembre
de 1916, en presencia de personalidades francesas y aliadas, en la cual el presidente de la República, Raymond Poincaré,
entregó 8 medallas honoríficas a la ciudad de Verdún, que hoy, con 26 medallas, es la más condecorada de Francia.
Ville de Verdun / Jean - Marie Perraux
28. El 21 de febrero de 1916, el ejército
alemán lanza su gran ofensiva sobre
Verdún. Los primeros proyectiles caen
sobre la ciudadela. Según lo previsto,
el personal y algunos servicios civiles
encuentran refugio en estos túneles
excavados bajo 16 metros de roca.
A partir de entonces la ciudadela se
organizó como una ciudad subterránea
con actividad incesante: oficinas;
dormitorios para las tropas; depósitos
de pólvora y municiones para abastecer
el frente; panadería con nueve hornos
de pan; equipo para los descansos y la
diversión del soldado; enfermería; una
central eléctrica. Al no haber sido
alcanzados por los bombardeos, estos
túneles desempeñaron un crucial papel
logístico y ayudaron a elevar la moral
33. Reconstrucción de la ceremonia de elección del soldado desconocido destinado a descansar bajo el Arco
de Triunfo, en la ciudadela subterránea de Verdún.
34. Imágenes de galerías de en la ciudadela subterránea de Verdún que pueden ser vistas en el museo
40. Restaurante Hotel Les Jardins du Mess, en el centro de la ciudad de Verdun, a orillas del Río Mosa. Este
antiguo centro para oficiales es ahora un hotel de lujo.
42. La Puerta Chausée
Construida en 1380 en la orilla del Mosa, fue
una de las tres puertas monumentales de las
murallas de Verdún. Rediseñada en 1690,
sirvió como prisión militar estatal de 1755 a
1860 antes de ser comprada por la ciudad en
1889, luego de ser catalogada como
monumento histórico en 1881.
El monumento tiene dos torres gemelas
circulares coronadas con almenas, de 20 m de
altura, sus muros exteriores tienen 1,75 m de
espesor. Están unidos por un pórtico que
comprende un portal semicircular coronado
por un frontón toscano. El monumento es de
estilo gótico, decorado con gárgolas y
esculturas de tréboles.
43. El Río Mosa en Verdún y la Puerta Chausée
Aimelaime - Porte Verdun
50. Terminamos nuestra visita a la ciudad de Verdún con esta obra de Dusko Hadzic BATTLE OF VERDUN
https://www.saatchiart.com/art/Painting-BATTLE-OF-VERDUN-1/982552/3666392/view
51. Muchas gracias por su atención
Espero haya sido de su agrado
Comparta, divulgue y baje la presentación,
mencionando al autor