1) El documento discute la importancia de establecer un equilibrio entre amor y disciplina en la educación de los hijos.
2) Señala que la disciplina no debe involucrar gritos o críticas constantes, sino que es mejor comunicarse después de una acción disciplinaria para reforzar el amor.
3) También advierte sobre no saturar a los hijos con cosas materiales sino enseñarles a valorar lo necesario sobre lo superfluo.
2. Puntos a tratar: 1- Un factor crucial en la educación del niño: El respeto por los padres. 2- El mejor momento para comunicarnos: después de una acción disciplinaria. 3- Ejerciendo el mando sin criticar constantemente. 4- No saturar a los hijos con cosas materiales. 5- Establecer un equilibrio entre amor y disciplina.
4. Disciplinar no es golpear. Es entrenar, instruir, ejercitar. La vara de la corrección es la última medida después de entrenar, instruir, ejercitar. Jamás la primera. “En los labios del prudente se halla sabiduría; Mas la vara es para las espaldas del falto de cordura”. (Proverbios 10:13) Si la disciplina comienza el segundo día de vida, ya llevamos un día de retraso.
5. ¿Quién manda en la casa? I. Un factor crucial en la educación del niño: El respeto por los padres.
6. 1- Esta es la primera e importante relación social del niño. Todo obstáculo o problema en esta etapa, se hará sentir con posterioridad. 2- Si quiere que su hijo acepte sus valores en la adolescencia, gánese su respeto desde ya. 3- El respeto ayuda a orientar a los padres a evaluar una conducta determinada. Si el niño fue desobediente por desconocimiento o por desafío a la autoridad. 4- La acción disciplinaria no es un ataque contra el amor paternal, es una función de este. 5- El respeto debe tratarse con dignidad. No hacerlo es hipotecar el respeto.
7. 6- Los padres que sienten tanto amor por esa personita amada y no se atreven a contradecirlo, pueden perder el control sobre él para no recuperarlo jamás. “La vara y la corrección dan sabiduría; Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.” (Proverbios 29:15) 7- Para que un padre este en dominio de la situación debe amar lo suficiente a su hijo como para establecer control sobre él.
8. Conclusión: ¿Quién manda en la casa? Los padres. “No traspases los linderos antiguos Que pusieron tus padres”. (Proverbios 22:28) ¿Quién lo manda a usted? Dios “Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados”. (Efesios 5:1) Recordemos que también somos hijos.
9. ¿Por qué permanecer enojados con nuestros hijos? II. El mejor momento para comunicarnos: después de una acción disciplinaria.
10. 1-La comunicación es buena en todo momento. Pero más aún después de una acción disciplinaria. Sobre todo si fueron un par de nalgadas. 2-Cuando corregimos por ser desafiados, este es el mejor momento de comunicar porqué estamos corrigiendo; eso le da a usted la victoria. 3- Los hijos deben saber porque son disciplinados, castigados. 4- Jamás debiéramos castigar sin sentido, cuando nos interrumpen con razones justificadas, porque necesitan algo, porque necesitan su leche o que los muden. 5- La disciplina solo debe venir por romper la instrucción que usted ejercitó en él.
11. 6- Siempre después del desahogo emocional del niño, es bueno reforzar el amor que siente por él y el sentido del castigo. Jamás permanecer enojados u ofendidos, ellos están aprendiendo. 7- Si no hace esto después de disciplinar, puede suceder que se haga una costumbre y crezca el resentimiento por parte de ambos, abriendo una brecha insalvable en la adolescencia.
12. Conclusión: ¿Por qué permanecer enojados con nuestros hijos? No hay razón ¿Cuándo demostrar que la corrección es una muestra de amor? Después de una acción disciplinaria. “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. (Efesios 6:4)
13. “Eres un bueno para nada, siempre lo mismo contigo, nunca haces algo demasiado bien”. III. Ejerciendo el mando sin criticar constantemente
14. 1- El gritar y criticar puede convertirse en un hábito inútil. 2- Si esto se transforma en hábito, pasamos a lo que se llama “violencia Psicológica”, que solo busca degradar a las personas. 3- Muchas veces solemos usar el enojo para lograr una acción. Las acciones logran acciones. Más acción, menos palabrería. 4- Las amenazas constantes y reiterativas son igual de dañinas que los gritos y la crítica: no conducen a nada.
15. 5- Existen dos acciones en general: el refuerzo “positivo” y el “negativo”. Con una damos, con el otro “le damos”. 6- ¿Qué le pedimos al gobierno con los delincuentes? Más acción, menos burocracia judicial. ¿Qué se nos pide a nosotros? Más acción, menos palabrería. 7- “Quien no castiga el mal está ordenando que se cometa” Leonardo da Vinci
16. Conclusión: gritar y criticar constantemente no hacen bien a ninguna relación. “Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten”. (Colosenses 3:21)
17. “Dame esto y esto otro…” “lo que tú quieras para que me dejes tranquilo” IV. No saturar al niño con cosas materiales.
18. 1- La publicidad se esfuerza con millones de pesos por crearle necesidades innecesarias a los hijos. 2- Los hijos creen que esas necesidades deben ser satisfechas ojalá ahora mismo. 3- La prosperidad prueba mucho más el carácter de los padres que la misma adversidad. Hay que ser firmes para no tentarnos a llenar nuestros hijos de cosas cuando hay dinero. 4- El dar todo lo que se pide roba el deleite, versus algo que realmente se necesita. El agua vale más que el oro cuando se está en el desierto. 5- Dar cosas materiales no reemplaza el dar afecto, cariño, tiempo y calidad de vida familiar.
19. Conclusión: En los niños calza bien el versículo de Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” Los deleites no reemplazan las necesidades. “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;” (2 Corintios 9:8)
21. 1- Sobre esta noción fundamental se relaciona toda relación entre padre e hijo. 2- Un niño no amado es el fenómeno más triste de toda la naturaleza. Su futuro está en riesgo. Resentimiento, falta de afecto, amargura, angustia y dolor del alma son sus principales características. 3- La sobreprotección o demasiado amor también pone en riesgo el futuro de los hijos. Inmadurez emocional, falta de auto-gestión, falta de iniciativa, son sus principales síntomas
22. Conclusión: La disciplina es un acto de amor El amor se ocupa de la disciplina “El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas.” (Proverbios 10:12) “Mejor es la comida de legumbres donde hay amor, que de buey engordado donde hay odio”. (Proverbios 15:17) “El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma; Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento”.