2. Introdución.
La infancia y la educación.
El trabajo de las mujeres.
El matrimonio.
Las madres.
El divorcio.
La vestimenta.
Las mujeres y la religión con las divinidades
femeninas.
Las mujeres y la sociedad, mujeres importantes.
3. Ser mujer en la Antigua Roma era muchas cosas menos fácil.
Aunque hay que reconocer que tenían fama de grandes
luchadoras y emprendedoras. Conocer la situación de la mujer
en Roma nos sirve para evaluar el progreso de nuestra sociedad,
de ver hasta donde hemos llegado en el reconocimiento de los
derechos de la mujer y el camino que todavía nos falta.
La mujer romana tenía más libertad que en otras civilizaciones,
como puede ser la griega, tiene un papel secundario y siempre
estuvo bajo el poder del hombre, ya fuera su padre o su esposo.
Las mujeres griegas y romanas jamás poseyeron capacidad
política, no eran miembros de la polis en sentido pleno.
Asimismo, su capacidad de obrar estuvo en mayor o menor
medida mediatizada por el poder del hombre.
4. Las mujeres libres romanas tampoco recibían la misma educación que los niños, raramente
iban a la escuela media y nunca a la superior, aunque algunas alcanzaron un alto nivel
cultural gracias a preceptores particulares. Se sabe que muchas recibieron una formación
superior y que algunas de ellas se interesaron por disciplinas como filosofía, geometría,
medicina y por la anatomía femenina, y sobre todo por las especialidades de obstetricia,
ginecología y oftalmología.
Las niñas de las familias acomodadas iban a la escuela hasta los 12 años. Las
escuelas eran mixtas.
Después de esa edad pocas mujeres continuaban los estudios con la
autorización de padres y maridos, a través de preceptores que les enseñaban
autores clásicos. Era normal que las mujeres adquirieran una cultura de
entrenamiento como cantar, danzar y tocar un instrumento. Estas actividades
artísticas se alaban mucho en las mujeres honestas”. A los doce años habían
muchachas otorgadas a un marido. Una mujer se consideraba adulta a los 14
años. Las familias ricas encerraban a sus hijas en casas, las ponían a hilar en una
rueca y con huso, con lo cual demostraban que pasaban el tiempo sin hacer
nada malo.
La mayoría de los niños y niñas acudían a la escuela
del literato y los que no, tenían profesores particulares.
En la escuela primaria (de siete a once años) se
aprendía a leer, escribir y contar bajo una férrea
disciplina que castigaba duramente cualquier falta.
5. Tras la educación la vida de la mujer dependía de su poder
adquisitivo. Las familias ricas consideraban que era
inapropiada que las mujeres salieran a trabajar.
Se esperaba que ella tuvieran hijos y llevaran el control de la
casa. Los esclavos la ayudaban en estas tareas. En las familias
populares las mujeres tenían que hilar y tejer algodón para
hacer ropa de la familia. En las familias pobres las mujeres
eran costureras en los mercados o ayudantes en las termas.
6. Para cualquier romano normal el ser práctico era parte de su forma de pensar, de manera que
el matrimonio también tenía que ser útil.
Los romanos, monógamos, concibieron el matrimonio como un contrato, ya no entre dos
personas, sino entre dos familias. Para contraer matrimonio era necesario que ambos
contrayentes fueran de ciudadanía romana (que fueran libres y además, ciudadanos).
Cualquier otra unión (p.ej. ciudadano-extranjera) era considerado un concubinato
("contubernio").
Debían también (para contraer matrimonio) tener la madurez sexual suficiente (por haber
alcanzado una edad o porque biológicamente mostraran signos de haberla alcanzado);
normalmente, los hombres se consideraban aptos para casarse a los catorce años y las
mujeres a los doce.
El casamiento de dos jóvenes dependía casi exclusivamente de los padres; pocas veces se
tenían en cuenta los deseos de ellos. Una vez decidido el matrimonio el primer paso era la
celebración de los esponsales, ceremonia antigua en la que los respectivos padres
concertaban el casamiento de los hijos y establecían la dote que la joven aportaría al
matrimonio. Antiguamente los desposados ya quedaban obligados a la fidelidad recíproca y si
el matrimonio no se celebraba en el plazo estipulado, se podía perder la dote. Consultados los
dioses, si los agüeros eran favorables, se cambiaban los anillos, que tenían un valor simbólico.
El mes favorito para el matrimonio era en Junio. La niña tenía un edad alrededor de 13 años.
La novia tomaría sus juguetes de infancia y ropa y le ofrece a la diosa Venus, o a cualquiera de
otros dioses de familia llamada Lares y Penates.
Un cerdo sería sacrificado el día de la boda, u las oraciones serían hechas a Juno.
7. Muchas esposas tenían dificultad en su
matrimonio. Cuando una pareja tenía
hijos, especialmente el primero ,la
esposa ganaría mucho más de su
autoridad. pero todavía tuvo que
responder a la autoridad de la suegra.
Las mujeres tenían pocos derechos en el
matrimonio. Un marido podía
divorciarse de su esposa si no pariera a
un niño, o no parir a un hijo. Si había un
divorcio, los niños se quedaban con el
padre. Una mujer no podía divorciarse
de su marido. La mujer tenía pocos
derechos de propiedad. No podía
heredar la propiedad de su marido
después de que se muriese, ni ella poder
dejar el dinero a sus hijos.
8. Como todo contrato, el matrimonio podía anularse.
Primitivamente, el derecho de revocación pertenecía
únicamente al hombre; este solo tenía que reclamarle a
su mujer delante de un testigo las llaves de la casa y
decirle: «Tuas res habeto» («Coge tus cosas»).
9. La siguiente imagen es una fotografía de la
megalografía de los Ritos Misterii. Si bien poco es
conocido de éstos ritos en ella podemos apreciar los
diferentes tipos de vestidos y prendas utilizados por
las mujeres.
Las vestimenta común entre las romanas era:
La stola
La stola era una variedad de túnica, que como indicamos la mujer empezaba a vestir inmediatamente después del matrimonio.
Palla, ricinium y supparrum
Era utilizado por las matronas. Era un manto cuadrado, o rectangular pero de poca extensión horizontal. Este manto indicaba
prestigio dentro de la familia y como tantas otras prendas era un indicador de status instantáneo.
Ropa interior y bikinis
En lo que se refiere a ropa interior encontramos varios referencias. Las mujeres para levantar el busto solían utilizar el ascia pectoralis.
Una especie de corpiño que ayudaba a darle mayor firmeza al busto. El strophium y la mamillare eran también dos prendas interiores
utilizadas por las mujeres.
En esta imagen extraída de
un mural vemos dos bikinis.
Por la escena que nos
muestran es notable que
estas mujeres estaba
practicando ejercicios. Lo
que hace más sólido el
argumento de que la ropa
interior era utilizada solo
cuando se ejercitaba.
Dos Vestales de las
cuales podemos
apreciar los detalles
de su vestimenta.
Vemos reflejadas las
orlas púrpura que
adornaban sus largas
túnicas.
Esta escena nos muestra varias de las prendas
descritas anteriormente. Podemos ver los
brillantes colores y motivos que se estilaban.
Una mujer de clase alta
por sus finas vestimentas
recogiendo flores. Viste
una stola y utiliza una
palla.
10. Minerva
Minerva es la diosa de la Guerra y del
Olivo. Es la hija de Júpiter, el dios de
dioses, y de Metis, ninfa de una belleza
notable. Júpiter, habiendo fijado en Metis,
se la tragó para demostrarle su amor y
después de hacerlo, tuvo un terrible dolor
de cabeza. Le pidió a Vulcano, el dios del
fuego y de los metales, que le golpeara con
su hacha para abrirle el cráneo. Y al
hacerlo, una mujer salió de su cabeza,
perfectamente armada y protegida. Así
nació la diosa Minerva.
Venus
Venus es la diosa del amor, de la belleza, de la
fertilidad y es capaz de hacer inmortal a los
enamorados. Alrededor de su nacimiento existen
unas leyendas contradictorias. Unas dicen que
Venus habría nacido de la espuma de los flujos
después de la mutilación de Urano a manos de
Saturno. Otras teorías dicen que es hija de Júpiter y
de Dione.
Juno
Juno es una diosa romana, hija de
Saturno y de Rea, y hermana de
Júpiter. Juno se convirtió en la mujer
de este último y tuvo con él a sus
hijos Vulcano y Hebe. Marzo también
era su hijo, pero ella lo tuvo sola.
Al principio, Juno personifica el ciclo
lunar, rige fiestas en relación con los
principios del mes y el renacimiento
de la luna. Juno es invocada también
bajo el nombre de Lucina: en ese caso
era la diosa que velaba por los
nacimientos, por los que iban a ser
dados a luz.
Juno es el símbolo del matrimonio. A
veces incluso podemos ver entre sus
manos la manzana de granada,
emblema de la fecundidad. Muchas
veces vemos como Juno monta en
cólera y tiene ataques de celos
terribles contra las mujeres que
cortejaba Júpiter. Los animales que le
son consagrados son la vaca y el pavo
real.
Luna
La diosa Luna, hija de Hiperión y de Teia. Tras conocer
que su hermano Helios, al que amaba tiernamente,
había sido ahogado en Eridan , se lanzó al vació desde
lo alto de su palacio. Pero los dioses, gracias a su piedad
fraternal, la colocaron en el cielo, y la convirtieron en
un astro. Píndaro la llama "el ojo de noche" y Horacio la
llamó "la reina del silencio".
La divinidad sideral más grande después del Sol, era la
Luna. Su culto, bajo mil formas diversas, fue difundido
entre todos los pueblos. El primer día de la semana, el
lunes, está consagrado en su honor.
11. En el siglo II a.C. Cornelia fue un modelo de
matrona romana. Permaneció fiel a su marido
Tiberio Sempronio Graco. Se preocupó
especialmente de la educación de sus hijos y, a
través de estos, tuvo una influencia decisiva en
la política romana. Recibía a hombres
cultivados en sus 'terturlias culturales', sus
cartas fueron publicadas y se le erigió un
busto en su honor en Roma.
Hipatía de Alejandría.
Es la primera mujer de ciencia
cuya vida está bien
documentada. Aunque la
mayoría de sus escritos se ha
perdido, existen numerosas
referencia a ellos. Y además,
murió en un momento
conveniente para los
historiadores. Fue la última
científica pagana del mundo
antiguo, y su muerte coincidió
con los últimos años del Imperio
romano. Como no hubo
adelantos significativos en
matemáticas, astronomía ni
física en ninguna parte del
mundo occidental durante los
mil años siguientes, ha llegado a
simbolizar el fin de la ciencia
antigua. La decadencia ya existía
desde hacía varios siglos, pero
después de ella, sólo existieron
la barbarie y el caos de los años
de oscurantismo.
.
Cornelia Africana (189-
110 a.C.)