1. Diego Velázquez
Pocos pintores han alcanzado la perfección que logró Velásquez. Sus cuadros
son como ventanas a otros mundos, casi parece que pudieras entrar en ellos y
hablar con los personajes. Eso es gracias a su forma de tratar la perspectiva y
la luz.
Quien era Velázquez
Nació en Sevilla, España en 1599. Pintor naturalista del período Barroco,
dedicado a los retratos, paisajes, escenas de la vida diaria, cuadros religiosos y
mitológicos.
Muy pronto, a los diez años, ingresó en el taller del pintor Francisco de
Herrera. Allí solo estuvo un año, pues pronto pasó al taller de otro pintor,
Francisco Pacheco , que, además, era un importante tratadista, pues escribía
tratados sobre pintura.
Francisco Pacheco Francisco de Herrera el Viejo
2. Sus Comienzos Como Pintor
Con él, Velázquez aprendió muchos de los secretos de este arte. Además,
cuando tenía diecinueve años, se casó con Juana, la hija de su maestro. La
obra más importante de Velázquez en esta primera etapa Sevillana fue Mujer
friendo huevos, el aguador de Sevilla, Jerónima de la fuente una escena
cotidiana de gran realismo.
Friendo huevos El aguador de Sevilla jerónima de la fuente
A sus 21 años Velázquez ya es un artista bien reconocido en su ciudad. Como
referente para alcanzar el estilo y técnica deslumbrante que lo caracterizan,
estudió pintando réplicas de cuadros de El Greco , adoptando el alto contraste
entre luz y sombra empleada por este último, característica que mantiene a lo
largo de su carrera.
Conoció de cerca a Rubens y compartió con él por varios meses en Madrid.
Un año más tarde, el Rey Felipe IV le nombro su pintor. Realizó numerosos
retratos de este monarca a caballo como cazador o con sus atributos reales.
También pinto a sus hijos del cual pintó muchos retratos, cosa que también hizo
con otros miembros de la familia real.
3. El naturalismo de Velázquez es único. Su coloración a veces platinada, otras
diamantinas, nos ofrece una apariencia fotográfica difícil de imitar. Sin duda la
maestría de Velázquez influenció notoriamente a varias generaciones de
pintores tanto españoles como extranjeros.
En los años siguientes, Velázquez realizó algunas de sus obras más famosas:
El triunfo de Baco (popularmente conocida como Los borrachos) y La fragua
de Vulcano . Ambas son de tema mitológico, pues representan a dioses
romanos, y están cargadas de un fuerte realismo.
Tras pasar dos años en Italia (1629-1631), donde conoció todas las novedades
de la pintura barroca, Velázquez regresó a Madrid. En 1635, pintó La
rendición de Breda, magnífica obra histórica, con un estupendo juego de
perspectiva .
4. En 1649, volvió a Italia. Allí realizó el fantástico retrato de Inocencio X.
También allí pintó su único desnudo, Venus del espejo
Las
Menimas
De la última etap
a de su vida son
dos de sus
obras más famosas: Las hilanderas y Las Meninas. Estas últimas eran las
doncellas de la corte encargadas de cuidar y acompañar a la infanta Margarita,
hija del rey. Además, en esta pintura, aparecen perros, enanos, cortesanos...,
todo su séquito.
En esta gran obra podemos ver algunas de las más importantes características
barrocas: el gusto por los efectos escenográficos (la escena parece una
representación teatral, con escenario y personajes), el contraste de luces y
sombras, el realismo de los personajes.
5. Detalle de Las meninas donde se aprecia su último estilo: trazos largos y
sueltos en los contornos y pinceladas breves en los toques de luz,
fundamentalmente en los vestidos.
Las Hilanderas
En Las hilanderas, Velázquez recurrió de nuevo a los efectos escenográficos y
a los juegos de perspectiva. En primer lugar, lo que llamamos el primer plano,
hay una escena realista: un grupo de cinco mujeres hilando. Al fondo, en un
segundo plano, hay otro grupo de personas, otra escena. No sabemos si esta
es real, si es otro espejo, o si quizá se trata de una pintura o de un tapiz. Puede
incluso que sea una escena mitológica.
Velázquez murió en 1660, y desde entonces es considerado como uno de los
más grandes genios de la pintura barroca.
Otras de sus Obras