1. “3 DE DICIEMBRE DE
1953” DÍA DE LA
REIVINDICACIÓN DE LOS
DERECHOS DE PALTAS
2. Tres de diciembre, es el día de los
paltenses, en que todos unidos, en un solo
haz de corazones y voluntades, supimos
dar cara a la injusticia enarbolando en el
fortín de nuestro pensamiento, el
estandarte maravilloso de la comprensión
y la solidaridad. Representa el grito de
rebeldía, el jalón de la reivindicación de
nuestros derechos que se querían
conculcar por parte de los Poderes
Centrales.
Tres de diciembre de 1953, constituye el
monumento de la fe, del trabajo y las
jornadas cívicas de nuestro pueblo; es el
pedestal heroico desde donde, las
generaciones venideras, con ansias
supremas de gloria y progreso infinitos,
emprenderán el vuelo en procura de
mejores sitiales para la Patria Chica.
3. La carretera LAS CHINCHASCATACOCHA se hizo realidad gracias al
prodigioso y muy ecuatoriano sistema de
la MINGAS. Las generaciones de ayer con
Manuel Vivanco consiguieron del Supremo
Gobierno el decreto de que la carretera
Panamericana pase por Catacocha
inaugurándola el 21 de junio de 1941. Las
generaciones posteriores con Jorge
Guillermo Armijos Valdivieso, cumplieron
su deber, prolongando y perfeccionando la
obra e inaugurándola el 17 de diciembre
de 1962
4. El pueblo dejó salir una
máquina, confiando en que pronto
regresaría conforme así lo habían
prometido; pero su rebeldía y coraje no
tuvieron límites, cuando los poderes
centrales, en vez de hacer regresar la
máquina, disponían el inmediato retiro de
la otra. En este estado de cosas, el pueblo
se puso en pie de protesta:
hombres, mujeres, ancianos y niños se
levantaron y, en conjunción suprema de
fuerzas y voluntades no dejaron, como no
han dejado ni dejarán nunca ultrajar sus
sacrosantos derechos.
5. Mientras el Gobierno insistía en que se
cumplan sus órdenes los paltenses ardían
en rebeldía e indignación, por lo que los
Ilustres Ediles de aquel entonces convocan
a una sesión ampliada el 28 de noviembre
de 1953.
Monseñor Jorge Guillermo Armijos
Valdivieso, Vicario de Paltas y párroco de
Catacocha mocionó la necesidad de
que el Consejo se establezca en sesión
permanente hasta que el Gobierno
revoque la orden de salida de dicho
elemento motorizado. Además se resolvió
hacer guardia frente a la máquina
estacionada en la plaza central, debiendo
hacerla las sociedades obreras, deportivas
y culturales por turno.
Así muchos paltenses pasaron en vigilia
cuidando a este artefacto de hierro que se
nos quería arrebatar. Y vino el momento de
confusión, de constante nerviosismo en
que, el espíritu de los paltenses saturada
de patriotismo, clamaba a gritos por la
injusticia que se quería cometer.
6. Amanecía el 3 de diciembre de 1953.
Protegidos por las sombras de la noche un
pelotón de soldados al mando del
Intendente Gabriel Mogrovejo, habían
franqueado las puertas de la ciudad, con la
consigna de llevarse el tractor estacionado
en la plaza central.
Desde la torre de la Iglesia Matriz un vigía
los descubre y toca a rebato las campanas
llamando al pueblo. Los soldados se
desconciertan, pero al fin penetran; los
guardias del tractor son tomados
prisioneros, dos logran escapar y cruzan
raudos las calles despertando al pueblo.
Los hombres se levantan y también las
mujeres, los ancianos y los niños. El Padre
Armijos arriesgando su vida se pone a la
cabeza del pueblo y dirige la defensa. El
pueblo se vuelca impetuoso resuelto a
luchar y a vencer, no le arredran ni los
gases asfixiantes, ni las amenazas, ni la
muerte.
7. Y la mujer? La mujer que siempre ha
desempeñado papel preponderante en la vida de
los hombres y de los pueblos, tenía que surgir.
Es doña Laura Piedra de Tandazo quien con
arrojo y valentía desarma a un soldado y lo pone
fuera de combate. Ante esta acción heroica, los
paltenses enardecidos, en avalancha suprema, al
grito de LOS TRACTORES NO SALDRÁN y
cantando el Himno a la Patria, detuvieron a la
máquina en el lugar donde hoy se levanta un
obelisco recordatorio.
8. Mientras tanto se había dirigido un
telegrama al Presidente de la República
Dr. José María Velasco Ibarra, haciéndole
saber los hechos acontecidos y la firme
actitud de los paltenses de no dejar salir el
elemento motorizado. Percatado de la
realidad de los hechos el Presidente de la
República, apoyó y vigorizó la causa que
los hombres de Paltas defendíamos,
decretando una vez por todas, que la
panamericana, debía y tenía que pasar por
Catacocha, ya que aspectos de orden
social, cultural, económico y estratégico
así lo imponían, contratándose a la
compañía Inca para que haga realidad
esta obra.
9. Así los paltenses demostraron con claridad
meridiana que, cuando se quiere tocar sus
derechos, listos están a ir al sacrificio
antes que verse humillados, formando una
grandiosa unidad, defendiendo los
derechos de su Patria Chica, como han
defendido y sabrán defender los derechos
de la Patria Grande