2. El camino de España hacia Europa comenzó a allanarse con la
llegada de la democracia. En 1977 se presentó la demanda de
adhesión y el 1 de enero de 1986 entró en vigor el Tratado de
Adhesión. Desde entonces, la transformación económica, social y
política en España ha sido enorme, entre otros factores por el buen
uso de los fondos regionales y de cohesión comunitarios que han
acelerado su desarrollo.
3. Primeros pasos
El 28 de julio de 1977, Adolfo Suárez dirigió una carta a Henri Simonet,
el entonces Presidente del Consejo de Ministros de la Comunidad
Económica Europea, solicitándole la apertura de negociaciones para la
adhesión de España a la CEE. Con esta carta, se iniciaba un período de
intensas negociaciones que, aunque se puede decir que fueron fluidas y,
comparadas con otros procesos de adhesión no fueron especialmente
complicadas, no estuvieron exentas de dificultades.
Probablemente, el obstáculo más difícil de superar fue el llamado
“giscardazo”. En el año 1980 el presidente francés, Giscard d’Estaing
hizo unas declaraciones ante la Asamblea de Cámaras Agrarias que, si
bien no constituyen estrictamente un veto, obligaron a retrasar las
negociaciones. D’Estaing, sometido a una fuerte presión por parte de los
agricultores del sur de Francia, que se oponían a la entrada de vinos y
otros productos agrícolas españoles, proponía una revisión de la Política
Agraria Común (PAC). Esto supondría el bloqueo de las negociaciones a lo
largo de los siguientes cuatro años. Finalmente, la CEE accedió a revisar
la PAC y creó una serie de subsidios para apoyar a los agricultores que
se vieran afectados por la comercialización de los productos de los
nuevos socios de la periferia europea.
4. Con el inicio de la década de los
ochenta, llegaría al poder una nueva
generación de líderes con una fuerte
vocación europeísta, cuyo esfuerzo
permitiría allanar el camino para la
adhesión de España. Políticos como
François Mitterrand, Helmuth Kohl o
Felipe González marcarían las
directrices de su gobierno con una
firme orientación hacia la CEE.
Además, esta época coincidió con la
presidencia de la Comisión Europea de
Jaques Delors, conocido como
Monsieur Europe, ya que fue el
principal inspirador de los cambios
que necesitaba la Comunidad, entre
ellos la ampliación y el relanzamiento
del mercado único. La nueva coyuntura
política permitiría que se
desbloquearan las negociaciones.
Estos nuevos líderes serían los
artífices de la adhesión de España en
1986, al mismo tiempo que el vecino
Portugal.
5. El papel de España en la UE
Desde su adhesión, España ha redefinido
constantemente su papel dentro de la UE pasando de
la periferia menos desarrollada a convertirse en uno
de los principales protagonistas, con una fuerte y
consolidada representación dentro de las
Instituciones europeas, caracterizada por la
constante aportación de ideas e iniciativas para
contribuir a su desarrollo. Cabe destacar las
aportaciones hechas por España a través de las
cuatro presidencias del Consejo de la Unión Europea,
entre las que se encuentra la puesta en marcha de
las nuevas políticas e instituciones derivadas del
Tratado de Lisboa, que entró en vigor el 1 de
diciembre de 2009, durante la última Presidencia
Española, que tuvo lugar el primer semestre de 2010.
La representación española en la UE ha mantenido
siempre un espíritu profundamente europeísta que ha
trabajado por consolidar las instituciones europeas y
en los últimos años ha empeñado todos sus esfuerzos
en el relanzamiento del proceso de integración,
simbolizado hoy por la entrada en vigor del Tratado
de Lisboa que fue puesto en marcha bajo la última
Presidencia Española del Consejo.
6. España ha tenido un papel imprescindible en la toma de
decisiones en ámbitos fundamentales como la Política Agrícola
Común o la Política de Pesca Común, que han sido instrumentos
esenciales para defender sectores clave de la economía española
y que, al mismo tiempo, han contribuido a promover un desarrollo
sostenible y armónico en el conjunto de los Estados.
El sistema legislativo español ha servido como modelo para numerosas
iniciativas europeas. España se ha situado en la vanguardia con una serie
de leyes en diversos temas como pueden ser los transplantes de órganos
o la violencia de género, con tal eficacia que la UE ha decidido inspirar
las directivas relacionadas con estas materias en el modelo español.
La política exterior de la Unión Europea ha estado presidida por Javier
Solana, como Alto Representante del Consejo para la Política Exterior y
de Seguridad Común, entre 1999 y 2009. España ha aprovechado su
liderazgo para impulsar los lazos entre la UE y América Latina y con los
países del sur del Mediterráneo, a través de proyectos como el Proceso
de Barcelona, la Cumbre UE-América Latina y Caribe o la creación de la
Unión por el Mediterráneo.
7. La participación en las Misiones Petesberg, la Operación Atalanta o el
alineamiento con otros socios europeos en operaciones de
mantenimiento de la paz de Naciones Unidas han contribuido a
garantizar la estabilidad y seguridad de la UE y a la armonización de las
políticas de seguridad de los Estados Miembros, como germen de una
futura Política Europea de Seguridad y Defensa autónoma.
La España de hoy no puede entenderse sin Europa. La integración en
Europa ha supuesto una nueva forma de entender la política, la economía
y el día a día de los ciudadanos. A su vez, España se ha convertido en un
miembro imprescindible de la UE, cuyos ciudadanos han mantenido un
firme espíritu europeísta a lo largo de estos años y cuya representación
política en las instituciones europeas se ha caracterizado por un papel
activo y solidario con el resto de los Estados miembros. En los próximos
25 años, se abren una serie de retos para la UE en los que España está
contribuyendo activamente como la creación de una política económica
común.