La Unión Europea se formó después de la Segunda Guerra Mundial para fomentar la cooperación económica entre los estados europeos y evitar futuros conflictos. El ministro francés Robert Schuman propuso en 1950 la creación de una autoridad común para gestionar la producción de acero y carbón de los países miembros, dando inicio a la integración europea. Actualmente la UE promueve políticas comunes en diversas áreas y sus objetivos incluyen la paz, la prosperidad y el desarrollo sostenible.
1. República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del P. P para la Educ. Universitaria
U. P. T. P “ J. J Montilla ”
Acarigua - Portuguesa
INTEGRANTE:
Emilio Rojas 24.019.237Prof: Maribel Durán
Acarigua, Junio 2013
2. → Historia
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Europa se encontraba sumida en la devastación. Alemania estaba destrozada, en términos
de pérdidas de vidas humanas y daños materiales. Si bien Francia y Reino Unido resultaron oficialmente vencedoras frente a Alemania
en el conflicto, ambos países sufrieron importantes pérdidas (aunque menores que las de Alemania) que afectaron gravemente a sus
economías y su prestigio a nivel mundial. La declaración de guerra de Francia y Reino Unido a la Alemania nazi tuvo lugar en
septiembre de 1939. Una vez finalizado el conflicto en Europa el 8 de mayo de 1945, el régimen alemán fue responsabilizado por el
inicio de la guerra, ya que su política expansionista le había llevado a ocupar y en algunos casos anexar territorios de otros países del
continente. Alemania, que perdió una parte considerable de su territorio anterior a la guerra, fue ocupada por ejércitos extranjeros que
dividieron su superficie territorial en cuatro partes.
En los años posteriores, los resentimientos y la desconfianza entre las naciones europeas, dificultaban una reconciliación. En este
contexto el ministro francés de asuntos exteriores Robert Schuman defendió decididamente la creación de Alemania Occidental,
resultado de la unión de las tres zonas de ocupación controladas por las democracias occidentales, dejando de lado la zona ocupada por
la URSS. Schuman, de origen germano-luxemburgués, había poseído las tres nacionalidades (francesa, alemana, luxemburguesa)
durante diferentes etapas de su vida. Este hecho le hizo comprender la complejidad de los conflictos europeos y desarrollar pronto un
interés por la unificación europea.
El 9 de mayo de 1950, cinco años después de la rendición del régimen nazi, Schuman lanzó un llamamiento a Alemania Occidental y a
los países europeos que lo deseasen para que sometieran bajo una única autoridad común el manejo de sus respectivas producciones de
acero y carbón. Este discurso, conocido como Declaración Schuman, fue acogido de manera dispar dentro de los gobiernos europeos y
marcó el inicio de la construcción europea, al ser la primera propuesta oficial concreta de integración en Europa. El hecho consistía en
que al someter las dos producciones indispensables de la industria armamentística a una única autoridad, los países que participaran en
esta organización encontrarían una gran dificultad en el caso de querer iniciar una guerra entre ellos.
La declaración marcó el inicio de la integración de los estados europeos como un movimiento en contraposición a la anterior tendencia
nacionalista y las tensas rivalidades que ocasionó entre los estados de Europa. Esta nueva realidad fue propiciada en gran medida por el
fin de la tradicional hegemonía europea en el mundo tras la II Guerra Mundial, que concienció a los europeos de su propia debilidad
ante el surgimiento de dos nuevas superpotencias, Estados Unidos y la URSS, que tenían un poder superior al del heterogéneo grupo de
estados europeos. Además, las consecuencias del conflicto favorecieron el deseo entre los ciudadanos de crear un continente más libre y
justo en el que las relaciones entre países se desarrollaran de forma pacífica para evitar por todos los medios un nuevo enfrentamiento
entre los estados europeos.
3. →Definición
La Unión Europea ha desarrollado un sistema jurídico y político, el comunitario europeo, único en el mundo, que se rige por
mecanismos y procedimientos de funcionamiento interno complejos, que se han extendido y evolucionado a lo largo de su historia
hasta conformar, en la actualidad, un sistema híbrido de gobierno transnacional difícilmente homologable que combina elementos
próximos a la cooperación multilateral, si bien fuertemente estructurada e institucionalizada, con otros de vocación netamente
supranacional, regidos ambos por una dinámica de integración regional muy acentuada.
Todo esto desemboca en una peculiarísima comunidad de Derecho, cuya naturaleza jurídica y política es muy discutida, si bien sus
elementos fundacionales y su evolución histórica, todavía abierta, apuntan, en el presente, a una especial forma de moderna
confederación o gobernanza supranacional, acusadamente institucionalizada y con una inspiración histórico-política de vocación
federal —en el sentido de un federalismo internacional nuevo, no de un Estado federal clásico— que se detecta con cierta claridad
en ámbitos como la ciudadanía europea, los principios de primacía y efecto directo que le son aplicables a su ordenamiento jurídico
en relación con los ordenamientos nacionales, el sistema jurisdiccional o la unión monetaria (el sistema del euro).
La Unión Europea, y antes las Comunidades, promueve la integración continental por medio de políticas comunes que abarcan
distintos ámbitos de actuación, en su origen esencialmente económicos y progresivamente extendidos a ámbitos indudablemente
políticos. Para alcanzar sus objetivos comunes, los estados de la Unión le atribuyen a esta determinadas competencias, ejerciendo
una soberanía en común o compartida que se despliega a través de los cauces comunitarios.
4. →Importancia
La Unión Europea se rige con conferencias intergubernamentales en las que los roles de los países va variando periódicamente. El
objetivo de las políticas tomadas por la Unión Europea es, tal como se dijo, contribuir a la unión y al trabajo conjunto de las
regiones que integran esta comunidad, pudiéndose así establecer políticas económicas en común que den importancia a la
producción de cada región y que las protejan de producciones de otros mercados, alentar la formación de gobiernos que respeten
determinadas pautas de democracia o de participación, elevar el rol de la cultura europea en otros espacios, etc. Como sucede con
todas las comunidades regionales, la UE permite así a sus miembros conformar su identidad como parte de un continente y
enlazarse de manera más directa y cercana con los países vecinos.
→ Función
Sus primeros pasos consistieron en impulsar la cooperación económica con la idea de que, a medida que aumentase la
interdependencia económica de los países que comerciaban entre sí, disminuirían las posibilidades de conflicto entre ellos. El
resultado fue la Comunidad Económica Europea (CEE), creada en 1958, que en principio suponía intensificar la cooperación
económica entre seis países: Alemania, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos. Posteriormente, se creó un gran
mercado único que sigue avanzando hacia el logro de todo su potencial.
Y lo que comenzó como una unión meramente económica ha evolucionado hasta convertirse en una organización activa en todos
los frentes políticos, desde la ayuda al desarrollo hasta el medio ambiente. En 1993, el cambio de nombre de CEE a UE (Unión
Europea) no hacía sino reflejar esta transformación.
La UE se basa en el Estado de Derecho: todas sus actividades están fundadas en los tratados, acordados voluntaria y
democráticamente por todos los países miembros. Estos acuerdos vinculantes establecen los objetivos de la UE en sus numerosos
ámbitos de actividad.
5. → Objetivos
El artículo I-3 del Tratado Constitucional, que comprende los objetivos internos y externos de la Unión, fusiona las disposiciones
del Tratado UE y las del Tratado CE. Estos objetivos deberán guiar a la Unión en la definición y la aplicación de todas sus
políticas.
Los objetivos principales de la Unión serán, a partir de ahora, promover la paz, sus valores y el bienestar de sus pueblos.
A estos objetivos de carácter general se añade una relación de objetivos más detallados:
o un espacio de libertad, seguridad y justicia sin fronteras interiores
o un mercado interior en el que la competencia sea libre y no esté falseada
o el desarrollo sostenible, basado en un crecimiento económico equilibrado y en la estabilidad de los precios, en una
economía social de mercado altamente competitiva, tendente al pleno empleo y al progreso social, y en un nivel elevado de
protección y mejora de la calidad del medio ambiente
o la promoción del progreso científico y técnico
o la lucha contra la exclusión social y la discriminación, el fomento de la justicia y la protección sociales, la igualdad entre
mujeres y hombres, la solidaridad entre las generaciones y la protección de los derechos del niño
o el fomento de la cohesión económica, social y territorial, y la solidaridad entre los Estados miembros
Además, la Unión respetará la riqueza de su diversidad cultural y lingüística y velará por la conservación y el desarrollo del
patrimonio cultural europeo.
Así pues, a los objetivos que se enuncian actualmente en los tratados, la Constitución añade la promoción del progreso científico y
técnico, y la solidaridad entre las generaciones, así como la protección de los derechos del niño. Se otorga a la cohesión económica
y social una dimensión territorial. La diversidad cultural y lingüística y la preservación y el desarrollo del patrimonio cultural
europeo también se convierten en objetivos de la Unión.
El apartado 4 del artículo I-3 versa sobre la promoción de los valores e intereses de la Unión en sus relaciones con el resto del
mundo. Este apartado reúne los objetivos, tomados del Tratado UE, relativos a la política exterior y de seguridad común, y las
disposiciones del Tratado CE relativas a la cooperación al desarrollo:
6. o la paz
o la seguridad
o el desarrollo sostenible del planeta
o la solidaridad y el respeto mutuo entre los pueblos
o el comercio libre y justo
o la erradicación de la pobreza
o la protección de los derechos humanos (especialmente los derechos del niño)
o el desarrollo del Derecho internacional (el respeto de los principios de la Carta de las Naciones Unidas)
La Constitución incluye como nuevo objetivo la protección de los derechos del niño en la escena internacional.
Por último, en la parte III del Tratado Constitucional, los artículos III-115 a III-122 contienen disposiciones que contemplan
exigencias más específicas que la Unión debe respetar a la hora de aplicar la Constitución. Se trata, en particular, de la igualdad
entre hombres y mujeres, la lucha contra todo tipo de discriminación, las exigencias en materia de empleo y política social, la
protección del medio ambiente y de los consumidores y la toma en consideración de la especificidad de los servicios de interés
general.