1. LA PROSA PERIODÍSTICA:LARRA
MADRID,
1809
-
MADRID,
1837
• Al finalizar la Guerra de la
Independencia (1812) tuvo que huir
con su familia a Francia.
• A la vuelta del exilio fundó algunos
periódicos: El Duende Satírico del
día; El Pobrecito Hablador.
• 1836: Larra no pudo tomar posesión
de un escaño ganado por la provincia
de Ávila a causa de que se anularon
las elecciones por estar amañadas.
• 1834-1837: La ruptura sentimental
con Dolores Armijo, mujer casada,
con la que había mantenido una
relación amorosa es una de las causas
que le llevan al suicidio.
2. LOS PSEUDÓNIMOS DE LARRA
FÍGARO
EL DUENDE
BACHILLER
EL
POBRECITO
HABLADOR
Larra buscó un cierto
distanciamiento entre
él y lo que decía, para
lo que utilizó una
serie de
SEUDÓNIMOS:
Maneras de vivir un
escritor
3. SU PERSONALIDAD
Pesimismo, consecuencia, por una parte, de su
escepticismo y, por otra, de las circunstancias sociales y
políticas que le tocó vivir.
Recibió una educación, sobre todo neoclásica, que,
más tarde, chocaría con el romanticismo ambiental
que le tocó vivir.
Recibió la influencia de la cultura francesa (el
racionalismo de los enciclopedistas), pero también hay
que destacar que en su pensamiento influyó la
ilustración española: Cadalso, Jovellanos.
4. Cultivó todos los
géneros: poesía,
teatro, novela.
Pero sobre todo fue
PERIODISTA: Es el creador de
la prosa periodística en nuestro
país: por la valentía de sus
denuncias, la lucidez de sus
juicios y su estilo.
Novela: El doncel de don
Enrique el Doliente
(cuenta la historia de los
amores trágicos del
trovador gallego Macías)
Teatro: Macías. Estrenada en
1834, es un drama histórico en
cuatro actos: en él confluyen el
neoclasicismo (respeto a las tres
unidades) y el romanticismo
(amor fatal)
OBRA
5. Durante casi ocho años,
Larra publica más de
doscientos artículos
Larra mezcla diversos temas
en sus escritos y, así, en
artículos no del todo
políticos aparecen alusiones
a la sociedad de la época.
Su producción como
articulista se suele agrupar
en tres apartados: artículos
de costumbres, de crítica
literaria y políticos.
Dicha división se
fundamenta en la que el
propio autor estableció en
un libro de 1835.
LOS
ARTÍCULOS
6. ARTÍCULOS DE COSTUMBRES: A través de ellos
trató de modernizar el país y de abrirlo a la
cultura europea. Así se centra en la situación
cultural y en el uso de valores de la sociedad.
Destacan títulos como El castellano viejo, El
café, Vuelva usted mañana.
ARTÍCULOS POLÍTICOS: Critica tanto a los carlistas
como a los partidarios del absolutismo y a los
liberales. En ellos Larra deja entrever su crítica feroz,
su compromiso social y un acierte visión pesimista:
Dios nos asista, Ventajas de las cosas a medio
hacer, La policía.
ARTÍCULOS DE CRÍTICA LITERARIA: Es partidario de
una libertad de creación, defendiendo la relación
entre literatura y compromiso. Se dedicó sobre todo a
la crítica teatral. Títulos como Literatura, Yo quiero
ser cómico, Reflexiones acerca del modo de hacer
resucitar el teatro español.
Vuelva usted mañana
El castellano viejo
7. Suele recurrir a los diálogos
entre los personajes o entre
narrador y lector.
Uso frecuente de frases hechas
y de refranes.
Huye de un purismo exagerado
así como del extranjerismo
innecesario.
Se preocupaba por el buen uso
del idioma.
Utiliza elementos como la
exageración, la ironía, la
parodia.
Resumen: prosa sencilla,
elegante, clara y eficaz
ESTILO
8. ¿LARRA ROMÁNTICO?
Es romántica
su actitud
vital, el
desengaño de
algunos de sus
escritos o el
cultivo de
géneros
románticos
como el
drama o la
novela
romántica.
Muchos de sus
críticas
teatrales
responden al
espíritu
neoclásico.
Por todo lo
anterior su
ideal se
acercaría a
una actitud
ecléctica.
Su obra crítica
constituye una
fuente
imprescindible
para conocer
la política, la
sociedad y la
literatura del
momento.
9. En un primer
momento Clarín
supo apreciar la
importancia de la
obra de Larra por
sus acertados
juicios sobre la
cultura española.
Va a ser Azorín el
gran reivindicador
de su obra: uno de
los actos
fundacionales del
98 consistió en
visitar la tumba de
nuestro escritor.
Juan Goytisolo:
“Larra aparece
como el autor
español más vivo
[….] más actual en
la hora presente”
(1960)
Desde el XIX, por
lo tanto, se
defiende la
vigencia y
actualidad de la
obra de Mariano
José de Larra.