2. Compartiendo saberes.
Enseñar a leer y a escribir en primer grado
Sofía Angélica Palavecino
Analía del Valle Segovia Isasmendi
María de los Ángeles Inga
Cristina Amelia Figueroa
Felis a Cristina Hernández
Programa de Mejora Educativa
Minera Alumbrera UNTREF FUNDESS
Universidad Nacional Fundación para el
Tres de Febrero Desarrollo Educativo y
Socioproductivo Sustentable
3. Editor responsable
FUNDESS
Autoras
Figueroa, Cristina Amelia (Profesora de Enseñanza Primaria); Hernández, Felisa Cristina
(Profesora de Enseñanza General Básica, Postítulo en Ciencias Sociales); Inga, María de los
Ángeles (Profesora de Enseñanza Primaria); Palavecino, Sofía Angélica (Profesora de Enseñanza
Primaria, Postítulo en Ciencias Sociales); Segovia Isasmendi, Analía del Valle (Profesora de
Enseñanza Básica, Profesora Superior de Computación, Postítulo en Formación Ética).
Revisión y edición
Analía Elisa Klinger
Ilustraciones
Vanessa Zorn
Diseño, diagramación y armado
Karina Hidalgo
Producción editorial
Tres Almenas
Palavecino, María Angélica
Compartiendo saberes : enseñando a leer y a escribir en primer
grado / María Angélica Palavecino ; ilustrado por Vanessa Zorn.
- 1a ed. - Florida : el autor, 2011.
64 p. : il. ; 28x20 cm.
ISBN 978-987-33-1020-1
1. Guía Docente. I. Zorn, Vanessa, ilus. II. Título
CDD 371.1
Impreso en la Argentina - Printed in Argentina
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723
Impreso en Gráfica MPS, Santiago del Estero 338, Lanús, Buenos Aires, en el mes de septiembre de 2011.
Tirada: 500 ejemplares
ISBN: 978-987-33-1020-1
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4. Índice
Prólogo .......................................................................................................................................................... 5
Introducción ................................................................................................................................................. 7
Cómo se organiza la propuesta ............................................................................................................... 11
Empezar el año: Ingresar en el mundo de la escritura y mucha, mucha fonetización ................. 12
Una etapa breve: Fonetización y letras.............................................................................................. 13
LAS VOCALES ............................................................................................................................... 13
LAS CONSONANTES
Letra M ......................................................................................................................................... 21
Letra L.......................................................................................................................................... 24
Letra S ........................................................................................................................................ 26
Letra D ......................................................................................................................................... 28
Letra N......................................................................................................................................... 30
Letras M y L ................................................................................................................................ 32
Letra J .......................................................................................................................................... 34
Letra F ......................................................................................................................................... 36
Integración S – L – J – F ............................................................................................................. 38
Letra P ......................................................................................................................................... 40
Letra R .......................................................................................................................................... 41
Letra T ......................................................................................................................................... 42
Integración P – T – R – L ............................................................................................................ 44
Letras B y CH .............................................................................................................................. 45
Letra G – Sílabas ga-go-gu ........................................................................................................ 48
Letra Ñ......................................................................................................................................... 50
Letra Q......................................................................................................................................... 52
Letra C – Sílabas ca-co-cu ........................................................................................................ 53
ABECEDARIO............................................................................................................................... 56
Segunda etapa: Escritura y lectura
Letra M ........................................................................................................................................ 59
Letra P ......................................................................................................................................... 60
Letra D .......................................................................................................................................... 61
Letra R ......................................................................................................................................... 62
Letra T ......................................................................................................................................... 63
Bibliografía .................................................................................................................................................. 64
5. 4 Compartiendo saberes. Enseñar a leer y a escribir en primer grado
6. Prólogo
El camino que llevó a la elaboración de estos materiales comenzó hace años. Una de nuestras
colegas, Marina Aybar, estaba preocupada porque al finalizar primer grado muchos niños aún no sa-
bían a leer. Decidió entonces buscar alternativas para mejorar su enseñanza. Ella sentía que enseñar
letra por letra hacía que el proceso de aprendizaje fuera muy lento. Y percibió que cuando trabajaba
mucho con rimas la tarea de enseñar a leer y a escribir se simplificaba. Intuía, como tantas otras
maestras experimentadas, que las rimas tenían algún efecto sobre el aprendizaje, pero no sabía cuál
ni por qué.
En una oportunidad en que su esposo, también docente, viajó a Buenos Aires, le pidió que trajera
algún material sobre la enseñanza de la lectura y la escritura. Así fue como conocimos el concepto de
conciencia fonológica y empezamos a explorar estrategias para desarrollar esta conciencia en nues-
tros alumnos. Éramos muchas las docentes que queríamos modificar nuestras prácticas, pero sabía-
mos que no podríamos solas. Para animarnos al cambio teníamos que apoyarnos unas a otras.
Empezamos a reunirnos para matear, leer y discutir. Elaboramos la primera carpeta didáctica,
antecesora de la que hoy presentamos aquí. Diseñamos actividades, compartimos dibujos. Todo era
nuevo; teníamos miedo al fracaso y nos aferrábamos al libro y sus indicaciones. Pero en abril de ese
año nuestros alumnos ya sabían leer.
En 2008 participamos de una capacitación del Programa de Mejora Educativa de Minera Alum-
brera con la UNTREF. Nos encontramos con un grupo de profesoras que promovían estrategias didác-
ticas también apoyadas en el desarrollo de la conciencia fonológica. Pudimos entonces profundizar
el marco teórico que sostiene este desarrollo, entender mejor por qué estos modos de enseñar dan
tan buenos resultados.
El apoyo de las profesoras nos permitió ganar confianza en nosotras mismas. Nos observaron,
analizamos juntas nuestras prácticas, nos ayudaron a tomar conciencia de ciertas estrategias que
implementábamos casi sin darnos cuenta. El proceso de analizar nuestra propia enseñanza y de
reflexionar más teóricamente sobre ella nos fortaleció.
Y entonces nos propusieron ayudarnos a escribir este libro. Nos resultó una idea tan atractiva
como atemorizante. Debíamos convertir nuestras carpetas didácticas en un libro que fuera una
ayuda para otros maestros que quisieran mejorar el modo en que enseñan a leer y a escribir. Nos
reunimos con las profesoras, discutimos y aprendimos mucho en el camino. Con el apoyo de Minera
Alumbrera, UNTREF y FUNDESS este libro llega hoy a ustedes. Esperamos haber logrado un material
interesante, que les resulte tan útil como lo es para nosotras.
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7. 6 Compartiendo saberes. Enseñar a leer y a escribir en primer grado
8. Introducción
¿En qué consiste la propuesta de enseñanza?
La propuesta que aquí se presenta está centrada en la enseñanza del sistema de escritura, esto
es, en el trabajo que se debe realizar para que los niños aprendan a leer y a escribir palabras. Se
trata de apenas una parte de la propuesta pedagógica de un primer grado, pero ciertamente de una
parte muy importante. Es necesario que esta propuesta se complemente con situaciones de lectura
y de escritura de textos.
La enseñanza de la lectura y la escritura que proponemos se basa en la “fonetización”, estrategia
que muchas utilizamos desde siempre, pero sin tomar conciencia del enorme valor que tiene. Lo que
hacemos en esta propuesta es ayudar a los niños a analizar los sonidos que forman las palabras y a
hacer corresponder esos sonidos con las letras.
Un docente que trabaja con este método pasa buena parte de los dos primeros meses de clase pro-
longando los sonidos: cuando escribe la fecha y va diciendo “lllluuuunnnneeeessss”, cuando escribe
los títulos de las actividades, cuando les pide a los niños que prolonguen los sonidos con ella, etc.
A lo largo de este material se irá comprendiendo el modo en que trabajamos. Veremos cómo em-
pezamos presentando en muy poco tiempo el sonido de todas las letras, cómo vamos reconociendo
y contando los sonidos que forman las palabras, cómo escribimos. Veremos que primero analizamos
las palabras orales, luego enseñamos a escribir y más tarde ponemos el foco en la lectura. Todo ese
proceso está detallado en el material que sigue. Pero en esta introducción nos interesa más explicar
por qué este método tan sencillo funciona.
¿Por qué aprenden tan rápido los niños con este método?
Indicamos la importancia de la fonetización para que los niños aprendan a leer y a escribir, pero
¿a qué nos referimos con fonetización? Cuando hablamos de fonetizar, hablamos de alargar, prolon-
gar, marcar los sonidos que intervienen en una palabra.
La idea de “fonetización” en la enseñanza se relaciona con el concepto de fonetización en
la historia del sistema de escritura. Las primeras formas gráficas producidas por la humanidad
fueron dibujos. Con el tiempo, la necesidad de ampliar la cantidad y el tipo de mensaje que se
quería transmitir llevó a la evolución de los sistemas: los dibujos se simplificaron y luego se usa-
ron para representar partes de palabras. Pero fue la necesidad de representar nombres propios la
que llevó al salto definitivo. Porque es perfectamente posible representar “caballo” o “sol” con un
dibujo, pero ¿cómo se dibuja “González”? La única forma de representar un nombre (o apellido)
es mediante un sistema que permita representar los sonidos de las palabras. La humanidad pasó
de “dibujar objetos” a “dibujar palabras”. Y para dibujar palabras comenzaron a usarse formas
gráficas de las que descienden nuestras letras.
Nuestro sistema de escritura, entonces, es un sistema en el que las letras representan los sonidos
del habla. Este es el gran secreto que tiene que comprender un niño para poder escribir. Por eso,
cuando a un niño le enseñamos las letras, le estamos enseñando la mitad del secreto.
Veamos un ejemplo: cuando una niña llamada Silvia escribe PATO en lugar de PASTO, el proble-
ma no es que no conozca la letra S. De hecho, cuando la maestra ve la palabra escrita no le dice:
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9. “Te falta la S”. Le dice: “Escuchá: PASSSSTO. ¿Qué te falta?”. La maestra hace esto porque, intuitiva-
mente, sabe que la niña no está analizando bien los sonidos de las palabras.
La capacidad para analizar los sonidos de las palabras se llama “conciencia fonológica”, y hace
ya muchos años que los investigadores mostraron lo importante que resulta para aprender a escri-
bir. Es la otra mitad del “secreto” de la escritura. Hoy sabemos que cuando Marina, nuestra colega,
detectó que trabajar con rimas ayudaba a los niños a aprender a escribir era porque con ese trabajo
estaba desarrollando su conciencia fonológica.
La propuesta que presentamos aquí pretende ayudar a los niños a desarrollar la conciencia fo-
nológica, para que puedan reconocer qué sonidos forman las palabras. Pero cuando hablamos de
“sonidos”, no hablamos de sílabas. Las sílabas tienen dos o más sonidos: la sílaba MA tiene dos
sonidos, el sonido /m/ y el sonido /a/. Cuando hablamos de “sonidos”, nos referimos a lo que los
lingüistas llaman “fonema”, esto es, la unidad mínima de significado. Y en la escritura, los fonemas
son representados por las letras.
Nuestra propuesta involucra, para empezar, conocer los sonidos de las letras, los “ruiditos”: pri-
mero las vocales y luego las consonantes con sonidos fáciles de prolongar (MMM, SSSS, NNNN, etc.).
Según el grupo, cada letra se presenta en un día, dos o tres, pero rápidamente se pasa a otra. Si el
grupo completa los ejercicios de aplicación correctamente el primer día, ya se pasa a otra letra. Si
no, se repasa durante un día o dos.
Recién después de haber presentado casi todas las correspondencias, los ruiditos de las letras (no
más de un mes, aproximadamente), comenzamos a trabajar escribiendo palabras. Analizamos los
sonidos de las palabras y buscamos la letra que corresponde a esos sonidos en el abecedario mural
que fuimos confeccionando a medida que enseñábamos las letras.
Para ello tenemos que enseñar a los niños a “fonetizar” y a que se escuchen. Si el niño pronun-
cia la palabra, si busca en cada palabra los “ruiditos”, va a poder escribir. Es importante también
que las primeras palabras sean cortas y sencillas. Tienen que estar formadas por sílabas con una
consonante y una vocal. Más adelante vendrán las palabras más complejas. Solemos notar que no
necesitamos enseñar las sílabas compuestas: los chicos que aprenden así las reconocen solos. Y
luego van a poder leer.
¿Qué fuimos viendo en nuestras aulas desde que trabajamos con esta metodología?
Una de las primeras cosas que llaman la atención con este método es la velocidad a la que apren-
den los niños. En general, notamos que van dominando el sistema en oleadas. A las pocas semanas
de clases, ya hay un grupo que, de pronto, escribe. “¡Ah! Ya sé cómo es”, dicen.
Esta primera tanda es bella. Y allí tenemos nuestra primera camada de “maestritos”, porque
estos niños comienzan a ayudar a los que todavía no aprendieron. Nosotras les pedimos que “les
hagan los ruiditos” a sus compañeros, y así los ayudan a escribir. Muchos niños se revelan como
grandes maestros, otros tienen menos paciencia: “¡Seño, yo ya le expliqué dos veces! ¿Por qué no
viene usted?”.
Además de ser maestros de sus compañeros, los niños que ya escriben van avanzando con pala-
bras más difíciles, oraciones y textos. Con los niños que avanzan más lentamente trabajamos mucho
en el pizarrón, fonetizando para que escriban. Los primeros tiempos dan mucho trabajo: fonetizarle a
uno, a otro, agacharse una y otra vez ayudando a cada chico, uno por uno. Pero así logran entender.
8 Compartiendo saberes. Enseñar a leer y a escribir en primer grado
10. Se suma entonces una segunda tanda de escritores, y finalmente una tercera. Para cuando llegan
las vacaciones de julio se ven los frutos: ya todos escriben. Al regreso nos ocupamos de la ortografía
(uso de G, uso de C), la cursiva y la lectura.
Así, este método nos permite atender a la diversidad. No se espera que vayan todos al mismo
ritmo, pero tampoco nos sentamos a esperar que los niños “maduren”. En el grado somos una co-
munidad y los que ya sabemos escribir trabajamos mucho para ayudar a los que todavía no saben.
De este modo nos encontramos con menos niños con dificultades, con menos niños que no logran
aprender a leer y a escribir en primer grado. Les damos una verdadera oportunidad a todos.
¿Qué cambios debe hacer una maestra para adoptar esta metodología de trabajo?
Uno de los primeros desafíos es abandonar la enseñanza del nombre de las letras. La mayor parte
de las docentes fuimos formadas en una metodología que proponía enseñar por sílabas (MA, ME,
MI, MO, MU) y con los nombres de las letras. Ahora sabemos que el mayor desafío es reconocer los
sonidos, los “ruiditos” que forman cada sílaba. De modo que si enseñamos por sílabas enteras, a
muchos chicos los detenemos más de lo que los ayudamos. Es cierto que cuando uno trabaja con
sílabas enseguida parece que los chicos ya escriben. Si enseñamos las sílabas con M, con P y con S,
los chicos escriben MASA, MAPA, MESA, etc. Pero es una escritura casi de memoria, no han entendi-
do de verdad cómo funciona nuestro sistema. Entonces, aunque el niño escriba PATO, no tiene idea
de cómo escribir PASTO, porque no conoce la sílaba PAS.
Tampoco enseñamos a leer con la estrategia de “la EME con la A, MA; la ENE con la O, NO”.
Trabajamos con los ruiditos, vamos haciendo los ruiditos de las letras y luego armamos las sílabas:
“MMMMM AAAAA, MA”.
Otra idea que tuvimos que abandonar fue la de que no se le puede pedir a un chico que escriba
una palabra hasta que no conozca todas las letras que la forman. Lo que importa es que el chico
analice los sonidos. Cuando identifica un sonido, si no conoce la letra para representarlo, la busca en
el abecedario mural que confeccionó el grupo. O se la dicen su maestra o sus compañeros. Escribir
no es una responsabilidad individual, sino una tarea colectiva en la que todos colaboramos unos con
otros para obtener el mejor resultado posible.
Una dificultad que experimentamos al principio fue que durante las primeras semanas se hace
mucho trabajo oral y teníamos la ansiedad de que quedara algo escrito en el cuaderno para que lo
vieran las familias. Lo que hacemos ahora es convocar a reuniones de padres en las que presenta-
mos las pautas de esta metodología para que nos entiendan y también nos ayuden. Les enseñamos
a hacer los “ruiditos” y todos ayudamos a los niños de la misma manera.
El primer año fue difícil: dado que no sabíamos cómo nos iba a ir, nos costaba estar seguras
delante de las familias. Por eso fue tan importante ser un grupo. Ahora estamos tan convencidas de
lo que hacemos, que transmitimos a otros esta misma seguridad.
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