La educación a distancia tuvo sus orígenes en los siglos XVII y XVIII en Estados Unidos e Inglaterra a través de cursos por correspondencia. Este tipo de educación se presentó como una posibilidad para dar a conocer el mundo social a partir del uso de los medios de comunicación y como solución a problemas sociales. La educación a distancia permite a los estudiantes acceder a nuevos conocimientos desde cualquier lugar del mundo y mejorar su nivel académico con flexibilidad de tiempo, aunque también puede generar desconfianza y aislamiento del alumno