2. El origen de la tabla periódica data aproximadamente de
1864, cuando el químico inglés John Newlands observó que cuando
los elementos conocidos se ordenaban de acuerdo con sus masas
atómicas, cada octavo elemento tenía propiedades similares.
Newlands se refirió a esta relación como la ley de las octavas. Sin
embargo, esta ley no se cumple para elementos que se encuentran
más allá del calcio, y por eso la comunidad científica de la época no
aceptó su trabajo.
Por lo tanto, la tabla periódica actual obedece a un ordenamiento
de los elementos de acuerdo a una serie de características y propiedades
que se repiten a lo largo de ella. La primera forma de clasificar a los
elementos fue según su número atómico (Z) o bien según su tamaño, por
ello el primer elemento que conforma la tabla periódica es el hidrógeno.
La tabla periódica está ordenada en siete filas horizontales,
llamadas “periodos” que indican el último nivel enérgico que tiene un
elemento. Las 18 columnas (verticales) son llamadas grupos, e indican el
número de electrones en la última capa.
En 1869 el químico ruso Dimitri Mendeleev propuso una tabulación
más amplia de los elementos basada en la recurrencia periódica y regular de
las propiedades. Este segundo intento de sistema periódico hizo posible la
predicción de las propiedades de varios elementos que aún no habían sido
descubiertos. En 1913 Moseley ordenó los elementos de la tabla periódica
usando como criterio de clasificación el número atómico (Z). Enunció la “ley
periódica”: "Si los elementos se colocan según aumenta su número
atómico, se observa una variación periódica de sus propiedades físicas y
químicas".
John Newlands
Dimitri Mendeleev
Henry Mosseley
3. Clasificación.
De acuerdo con el tipo de subnivel que ha sido llenado, los elementos
se pueden dividir en categorías: los elementos representativos, los
gases nobles, los elementos de transición (o metales de transición), los
lantánidos y los actínidos.
Los elementos representativos son los elementos de los grupos 1A
hasta 7A, todos los cuales tienen incompletos los subniveles s ó p del
máximo número cuántico principal.
Con excepción del He, los gases nobles que conforman el grupo 8A
tienen el mismo subnivel p completo.
Los metales de transición son los elementos 1B y del 3B hasta el 8B, los
cuales tienen capas d incompletas, o fácilmente forman cationes con
subniveles d incompletos. Los elementos del grupo 2B son Zn, Cd, y
Hg, que no son representativos ni metales de transición.
A los lantánidos y actínidos se les llama también elementos de
transición interna del bloque f porque tienen subniveles f incompletos.
Se clasifica en cuatro bloques:
Bloque “s”: A la izquierda de la tabla, formado por los
grupos 1 y 2.
Bloque “p”: A la derecha de la tabla, formado por los grupos
13 al 18.
Bloque “d”: En el centro de la tabla, formado por los grupos
3 al 12.
Bloque “f”: En la parte inferior de la tabla.
4. Propiedades periódicas
La tabla periódica y la configuración electrónica tienen relación tanto para los grupos como para los periodos. Por
ejemplo, los grupos: si observamos la configuración electrónica de los elementos del grupo IA veremos que todos tienen
en común un electrón en el último nivel de energía. El número de valencia coincide con el número del grupo y con el
número de electrones del último nivel.
Los átomos de un mismo grupo contienen en su último nivel de energía el mismo número de electrones de valencia.
En el caso de los períodos, por ejemplo el primer período, formado por dos elementos tiene un solo nivel de energía K; el
segundo periodo sus 8 elementos contienen dos niveles de energía K, L. vale decir que el numero de período es igual al
número de capas o de niveles de energía de los elementos de ese período. Los átomos de un mismo período poseen el
mismo número de niveles de energía.
Primera propiedad radio atómico.
Es la distancia del núcleo a los electrones más externos, al ir de
izquierda a derecha atravesando un periodo de la tabla periódica.
Los radios atómicos de los elementos representativos disminuyen
en forma regular a medida que se le agregan electrones a
determinado nivel de energía.
5. Segunda propiedad Radios iónicos
Es el radio que tiene un átomo cuando ha perdido o ganado electrones, adquiriendo la estructura electrónica del gas
noble más cercano.
Los cationes son menores que los átomos neutros por la mayor carga nuclear efectiva (menor apantallamiento o
repulsión electrónica). Cuanto mayor sea la carga, menor será el ion; así, en un mismo periodo, los metales
alcalinotérreos serán menores que los alcalinos correspondientes, dado que en ambos casos existe el mismo
apantallamiento, mientras que los alcalinotérreos superan en una unidad la carga nuclear de los alcalinos.
Los aniones son mayores que los átomos neutros por la disminución de la carga nuclear efectiva (mayor
apantallamiento o repulsión electrónica).
En general, entre los iones con igual número de electrones (isoelectrónicos) tiene mayor radio el de menor número
atómico, pues la fuerza atractiva del núcleo es menor al ser menor su carga.
La energía de ionización es la energía mínima necesaria para que un átomo gaseoso en su estado fundamental o de
menor energía, separe un electrón de este átomo gaseoso y así obtenga un ión positivo gaseoso en su estado
fundamental.
Las energías de ionización de los elementos de un periodo aumentan al incrementarse el número atómico. Cabe
destacar que las energías de ionización de los gases nobles (grupo 8A) son mayores que todas las demás, debido a
que la mayoría de los gases nobles son químicamente inertes en virtud de sus elevadas energías de ionización. Los
elementos del grupo 1A (los metales alcalinos) tienen las menores energías de ionización.
Cada uno de estos elementos tiene un electrón en la última
capa, el cual es energéticamente fácil de quitar (a partir de
ahí, es posible diferenciar entre energía de ionización 1, 2 y
3), por ello los elementos de este grupo forman cationes (iones
positivos).
Dentro de un grupo, la energía o potencial de ionización
disminuye a medida que aumenta el número atómico, es decir
de arriba abajo. Esto se debe a que en elementos más grandes la
fuerza con la que están unidos los electrones es mayor que en
átomos más pequeños, y para sacar un electrón se requiere más
energía.
6. Tercera Propiedad
Cuarta propiedad
La afinidad electrónica: es el cambio de energía cuando un átomo acepta un electrón
en el estado gaseoso.
Entre más negativa sea la afinidad electrónica, mayor será la tendencia del átomo a
aceptar (ganar) un electrón. Los elementos que presentan energías más negativas son
los halógenos (7A), debido a que la electronegatividad o capacidad de estos
elementos es muy alta.
La afinidad electrónica no presenta un aumento o disminución de forma ordenada
dentro de la tabla periódica, más bien de forma desordenada, a pesar de que
presenta algunos patrones como por ejemplo que los no metales poseen afinidades
electrónicas más bajas que los metales. En forma global es posible encontrar un
estándar de variación parecido al de la energía de ionización.
Electronegatividad: Tendencia que presenta un átomo a atraer electrones de otro cuando forma parte de
un compuesto. Si un átomo atrae fuertemente electrones, se dice que es altamente electronegativo, por
el contrario, si no atrae fuertemente electrones el átomo es poco electronegativo. Cabe destacar, que
cuando un átomo pierde fácilmente sus electrones, este es denominado “electropositivo”. La
electronegatividad posee relevancia en el momento de determinar la polaridad de una molécula o
enlace, así como el agua (H2O) es polar, en base a la diferencia de electronegatividad entre hidrogeno y
oxigeno.
En la tabla periódica la electronegatividad aumenta de izquierda a derecha en un período y de abajo
hacia arriba en un grupo.
7. La importancia de la tabla periódica radica en el hecho de que sirve como auxiliar para el trabajo
químico, ello basado en la periodicidad o repetición de las propiedades de los elementos, lo que
además de permitirle predecir la existencia de nuevos elementos, le permite obtener directamente de
ella, el símbolo, Z, numero másico, entre otras propiedades de los metales y no metales.
Importancia.