2. 1. CONCEPTO:
Con la palabra “arado” se
entiende aquel proceso
que permite apartar
terrones horizontales de la
superficie del terreno.
Luego estos terrones se
revuelven y muelen para
devolver el terreno a su
estado inicial y favorecer
el paso de las sustancias
orgánicas, garantizando
nutrición y espacio al
nuevo cultivo.
En general, el arado se
efectúa después de la
cosecha. De hecho, el
objetivo de este laboreo es la eliminación de las malas hierbas, sobre todo,
de los restos del cultivo anterior, empujándolos en profundidad para que no
obstaculicen el crecimiento de las futuras nuevas plantas. De esta forma es
posible suavizar el terreno y prepararlo progresivamente para recibir el cultivo
siguiente.
2. IMPORTANCIA:
El arado es una de las
herramientas más antiguas
usadas en la agricultura, y
que supuso un gran avance
al favorecer la
descompactación del
terreno. Diseñada para abrir
surcos en la tierra y remover
el suelo antes de la siembra,
comenzó siendo de tracción
animal, una condición que se mantuvo durante siglos.
3. Con el arado del suelo se consiguen mejorar las condiciones de la tierra. Una
de las ventajas es que se mantiene el suelo en su mejor estado, eliminando
imperfecciones o malas hierbas. Además, se consigue una mejor porosidad,
lo que ayudará a que entre más oxígeno a las plantas y así crezcan con
mayor vehemencia.
3. EVOLUCION DEL ARADO
El arado fue una evolución de otra
herramienta aún más sencilla: la
azada. La idea es sencillamente
remover el terreno. Tan simple como
eso. Pero, al hacerlo, el suelo se airea,
se hace más poroso y capta mejor el
agua de la lluvia, y se facilita así el
trabajo a las raíces de las plantas que
haremos crecer.
Aquel utensilio rudimentario enseguida
se mejoró. Se puso mango para
guiarlo y la madera se curvó para que
entrara mejor en la suelo. Pero el gran
avance lo hicieron en el Mediterráneo:
el arado romano es la base de todas
las que se han inventado desde
entonces.
En realidad el nombre es engañoso y los griegos ya la usaban antes de que
los romanos, pero fue durante el imperio romano que se generalizó su uso
en toda Europa.
Durante mucho tiempo se mantuvo la estructura básica de arado, hasta que
en el siglo IX, pusieron una punta metálica para mejorar la resistencia. Hasta
entonces los humanos, siempre tan prácticos, preferíamos usar los metales
sobre todo para fabricar armas y no para dedicarlos a la agricultura.
Con la llegada de los normandos el arado tubo otra mejora importante:
pusieron ruedas. Esto facilitó las cosas, ya que no es lo mismo arrastrar algo
que hacer rodar algo.
Otra mejora, fue poner la hoja ligeramente inclinada de lado, por lo que el
suelo que se removía quedaba girado a volver a caer.
4. Y finalmente, comenzaron a poner diferentes arados unidos para labrar unas
cuantas líneas en el suelo en cada pasada.
Esto parece muy evidente, pero, si únicamente dispones de bueyes para
arrastrar, la fuerza es reducida. Cuando la cosa se mecanizó con los
tractores, todo se convirtió en algo mucho más fácil.
En realidad fue tan sencillo y la capacidad de labrar fue tan potente que, como
siempre, los humanos nos pasamos de la raya.
Labrar el terreno es genial y mejora mucho el rendimiento, pero también tiene
inconvenientes: los nutrientes se pierden arrastrados con más facilidad por la
lluvia, y la erosión de la suelo también es muy importante. Por eso, ahora
existe la tendencia de tratar de controlar la fuerza que usamos a la hora de
preparar el terreno.
Sea como sea, si actualmente el planeta puede generar alimentos,
ciertamente mal repartidos, para más de siete mil millones de humanos es
gracias a que, un día hace cinco milenios, un labrador de Mesopotamia tuvo
la idea de unir dos bastones y hacer que un toro los arrastrara.
4. HISTORIA DEL ARADO EN EGIPTO:
El arado egipcio, posee una pieza donde se embute la reja o
cuchilla llamada dental. Sin embargo, no parece ser que la reja haya estado
dotada de una pieza de metal o de piedra, ya que no existe ninguna
representación gráfica de ella.
El campesino egipcio utiliza su arado tirado por vacas para voltear la tierra
sobre el grano. La labranza se hace esencialmente con el azadón, lo que se
5. explica por el hecho de que las tierras aluviales fueron preparadas por la
crecida anual del Nilo. Y que la labranza como tal no es absolutamente
necesaria.
5. HISTORIA DEL ARADO EN LA GRECIA ANTIGUA
Hesíodo, el gran poeta griego del siglo VIII a.C., nos dejó en su obra Los
trabajos y los Días una descripción poético-realista de la vida del campesino
en la Crecía antigua.
En un pasaje del libro II ordena al campesino preparar la labranza:
“Cuando el bosque, cortado por el fierro, se vuelve incorruptible; cuando las
hojas caen y la savia se detiene en las ramas, entonces, acuérdate de que
es tiempo de cortar tu madera…”.
“Lleva a tu hogar, si lo encuentras en la montaña o en los campos, un mango
de arado en madera de enema; es el mango más sólido para hacer trabajar
a los bueyes. Un alumno del Ateneo le adaptará un timón y lo fijará al dental
con clavos. Entonces, cuando trabajes en tu hogar, dispón de dos arados,
uno ensamblado y el otro compacto. Esto es lo mejor”.
“En efecto, si rompes uno, amarrarás el otro a los bueyes. Los timones más
fuertes son de madera de laurel o de olmo; el cuerpo del arado es de roble y
el mango en madera de encina”.
“Compra dos bueyes machos de nueve años. Cuando están al término de su
juventud, su fuerza es máxima y son excelentes para el trabajo. No se
pelearán para nada, quebrando el arado o dejando la labor inacabada”.
“Que un hombre de cuarenta años los siga, habiendo comido ocho bocados
de pan cortado en cuatro. Preocupándose de su labor, trazará un surco
derecho, no se distraerá con sus compañeros y estará completamente
abocado al trabajo”.
6. 6. HISTORIA DEL ARADO EN EUROPA
La Europa de la edad del bronce, utiliza el arado para la labranza. En los
grabados rupestres descubiertos en Francia y en Suecia y que representan
arados (hacia el 3500 a.C.), éstos no tienen dos manceras sino una sola.
Los especialistas juzgan esta transformación muy importante, y ven la
adquisición de una habilidad técnica suplementaria. Posteriormente, se
expanden desde Europa occidental hasta la India distintas variantes de
arados. Estos difieren por su estructura y por el tipo de trabajo para el que
están adaptados.
Los arados permiten roturar simétricamente la tierra. Este tipo de labor
hace que los granos de tierra, se viertan siempre del mismo lado del surco,
mientras que la labranza asimétrica lleva a los granos a verterse a la
derecha y a la izquierda alternativamente en cada pasada del arado,
formando así pequeños caballones de tierra.
7. APARACICION DEL ARADO CON JUEGO DELANTERO
La práctica de la roturación asimétrica, se revela preferible en los suelos
húmedos, en los que favorece el escurrimiento.
7. Los romanos son los primeros en adoptarla después de que la conquista de
las Galias, de Bélgica y de Bretaña los pusiera en contacto con las tierras
pesadas y húmedas de Europa septentrional.
Sin embargo, el arado a dental que utilizan, no conviene a este tipo de
terreno. En efecto, la roturación asimétrica exige una inclinación constante
del instrumento, muy difícil de lograr sin juego delantero.
Eso explica el paso gradual del arado primitivo al arado con juego
delantero, en el norte de Italia y en Rethia, a partir del siglo I d.C. Gracias
al juego delantero con ruedas del que empieza a dotar a los arados, se
puede agregar una cuchilla para separar la tierra verticalmente y preparar el
trabajo de la reja.
Luego, hacia el siglo VIII, se dota a los arados de una reja asimétrica para
la labranza a caballones como tal, y de una vertedera para voltear la
tierra sobre el costado. El arado moderno ha nacido.
La siguiente gran mutación se produce durante los siglos XI y XII, con la
invención del arado pesado a vertedera, un artefacto particularmente
poderoso, que permite la labranza de aquellas zonas hasta entonces yermas.
El paso del arado primitivo, al arado con juego delantero tiene asimismo
consecuencias que repercuten tanto en la evolución del paisaje rural como
en el trabajo del agricultor.
8. Con él, en los diferentes tipos de granjas, los campos labrados a lo ancho
ceden su lugar a los campos roturados a lo largo, típicos del trabajo con arado
con juego delantero.
No obstante, no hay que olvidar que el arado primitivo sigue siendo el
instrumento privilegiado para la explotación de pequeñas parcelas
diseminadas por los campos.
8. POSIBLE INVENTOR
El arado apareció alrededor de 3.500 años
antes de Cristo en las civilizaciones del
Oriente Medio. Los pueblos de la
Mesopotamia, ubicada entre el Éufrates y el
Tigris. Los ríos que fertilizaban el suelo,
permitían a los asirios y caldeos, dedicarse
a la agricultura. Fueron los primeros en usar
la rueda, y luego se usaron los primeros
arados, como lo muestran representaciones
artísticas de esa época.
Los antiquísimos dibujos que se hallaron en
forma de pinturas y grabados rupestres son testimonio de que el arado fue
uno de los primeros instrumentos usados por el hombre sedentario.
Los arados manejados por el hombre tomaron el nombre de arado de
mancera, que se denominó así, pues tomó el nombre de la esteva que
poseía, que era la pieza curva por donde se empuñaba dicho arado.
Los arados eran de madera primeramente, o formado por una rama de forma
adecuada y a tracción humana. A veces se realizaban con ramas en formas
de horquillas, tirados por un animal o una persona, para abrir el surco en la
tierra. Unos 3000 años a de C. comienzan a emplear bueyes para tirarlos.
Los romanos introdujeron el arado con una cuchilla de hierro y lo tiraban
bueyes. En la Edad Media, se comenzó a usar el arado de rejas y cuchillas,
en los suelos más duros de Europa.
El arado Rotherham fue construido en Inglaterra en 1730; y su forma
triangular hizo más fácil tirar de él y se adaptó mejor para ser tirado por
9. caballos. Fue construido por el holandés Joseph Foljambe y marca el
comienzo de su fabricación industrial.
El primer arado construido completamente de hierro lo realiza el inglés
Robert Ransome en 1808.
En Francia, en 1825, un herrero de Aisne, apellidado Fonduer, construye el
primer arado metálico con juego delantero.
En la década de 1830 (algunos señalan 1837 más exactamente), el herrero
estadounidense John Deere inventó la reja de los arados, de acero. Después
se inventó el arado de dos ruedas con asiento para el conductor, y más
adelante el arado de discos, que apareció en 1847 en Estados Unidos; y otro
que fue recibido con gran éxito en Australia en 1877, construido por John
Shearer and Sons.
Y luego, con la llegada del tractor, primero a vapor, luego a gasolina y en la
actualidad con las más actualizadas tecnologías, se han ido facilitado
enormemente las tareas agrícolas.
Aunque en los países subdesarrollados, no es usado por la mayoría de los
trabajadores del agro, pero poco a poco también van apareciendo los
avances tecnológicos que logran un mayor rendimiento con un menor
esfuerzo, y el correspondiente ahorro de mano de obra.
Todavía era frecuente ver arados de mancera, como se los denominó a los
que se iban empuñando con las manos, en chacras y parcelas chicas, con
similares características, hasta en los comienzos del S. XX, en que vino la
mecanización posterior.
Si en la actualidad miramos esos interminables campos de trigales, o
girasoles, o maizales, tan necesarios a la vez para alimentar al mundo, o para
realizar siembras para pastoreo de animales de consumo, ¿nos detenemos
un momento a meditar la cantidad de esfuerzo humano que demandaría
labrar esos terrenos que miden hectáreas y hectáreas, con los primitivos
arados? ¿Qué hubiera sido de la humanidad, si a la par del aumento de la
población no hubiera ocurrido este crecimiento igual o mayor del avance de
la técnica y la ciencia?
10. Intentemos por un momento vivir prescindiendo de los inventos que ha hecho
el hombre a través de su evolución hasta la actualidad, y veríamos que se
nos haría casi imposible vivir: comeríamos frutos silvestres, quizás
cazáramos algo, pero recurriríamos a herramientas de caza inventadas por
el hombre... ¿Y los entretenimientos? ¿Y la comunicación con seres queridos
que viven lejos? ¿Y la vivienda y las comodidades? ¿Y el agua potable?...
Quizás podríamos escribir textos sobre situaciones imaginarias que lleven a
una especie de relato de un Robinson Crusoe en los albores del Siglo XXI en
que nos cuesta incluso situarnos imaginariamente en una situación de
prescindir de todo lo inventado por el "homo sapiens" y que cotidianamente
no valoramos.
9. VIDEO
• https://www.youtube.com/watch?v=G76_C9_L4_8&t=280s