El 4 de junio de 1846, las tropas argentinas al mando de Lucio Norberto Mansilla derrotaron a la Escuadra Anglo Francesa en la Batalla de Punta Quebracho, infligiendo daños significativos a los buques enemigos. La batalla duró más de tres horas y forzó a la escuadra combinada a retirarse rápidamente, hundiendo y quemando algunos de sus propios barcos para evitar que cayeran en manos argentinas. Esta victoria reafirmó la soberanía argentina sobre sus aguas fluvial