El documento habla sobre la enseñanza de las TIC y la capacitación de docentes. Señala que los docentes latinoamericanos a veces sienten temor al usar computadoras y recursos tecnológicos debido a su poca familiaridad con la tecnología. Sin embargo, cuando los docentes experimentan el uso de las TIC en el aula, observan comportamientos positivos en los estudiantes como la motivación, y reconocen las oportunidades que brindan estas herramientas para hacer sus clases más accesibles y dinámicas. El autor
1. Enseñar a enseñar con las TIC
Desde que inicié en el año 2010, mi reto principal fue generar conciencia de las
oportunidades que se tienen con el uso pedagógico de las TIC y progresivamente vamos
avanzando hacia otros retos como experimentar su uso y apropiación, para la generación de
aprendizajes significativos en las distintas áreas del saber con los estudiantes, esta debe ser
la motivación principal para que un profesor se arriesgue a dar el salto y salga de su salón
corriente a otro que mediado con las TIC permita potenciar otras formas de aprender,
sabiendo que con el uso de recursos audiovisuales se puede lograr mantener al estudiante
cautivo en el camino del conocimiento.
En Latinoamérica, nuestros docentes se sienten temerosos al enfrentarse a un
computador y todos los recursos que proporciona ya sea porque los trae incorporados o
porque accedamos a ellos a través de Internet y este temor crece cuando citamos una frase
del argot popular “la juventud de hoy día viene con el chip incorporado” y esto es innegable,
pues estos jóvenes nacieron en una era de la información y llena de posibilidades de acceso
a la tecnología.
Pensar igualar las habilidades tecnológicas de nuestros estudiantes muchas veces es
difícil, pero ver cómo podemos enriquecer su formación con otras formas de vivir la
tecnología creo que es el mensaje que debemos transmitir quienes enseñamos a enseñar
con las TIC.
Poco a poco vamos mostrando cómo podemos cambiar la forma en que se puede
enseñar, al empezar vi muchas caras de prevención porque incorporar nuevos paradigmas
es complicado, más cuando me encuentro muchas veces con docentes casi a punto de
retirarse, ya entrados en años y con la vieja escuela incorporada, pero cuando toman el
riesgo y llevan a sus estudiantes a las salas de tecnología y ven comportamientos positivos
como la motivación sienten el interés de saber y aprender conceptos nuevos. Se reconoce
estas oportunidades que antes no se tenían, cuando expresan que hoy si pueden hacer más
accesibles y dinámicas sus clases, siento una gran satisfacción por mi labor.
La idea entonces es seguir descubriendo los usos que podemos darle a todas estas
herramientas web 2.0 que tenemos disponible hoy día, a la infraestructura tecnológica de los
colegios, adaptarlo a realidades locales y así poder transmitirlo a nuestros docentes que son
quienes tienen esa inmensa responsabilidad de preparar a los jóvenes para la vida y la
construcción de sociedad.
SINTESIS EDUCATIVA.
Luis Doval.
Las TIC no sólo transforman el modo en que los humanos nos conectamos con el
conocimiento y entre nosotros mismos; también redefinen conceptos fundamentales para las
relaciones humanas, como la intimidad, el pudor o la discreción. En esta nota, Luis Doval
reflexiona sobre, la prudencia. palabra que tiene origen en pro videntia(ver por adelantado, con
anticipación). Por ejemplo, las posibles consecuencias de nuestros actos.
La prudencia es el punto en el que quiero detenerme, como un concepto básico en la
enseñanza de las TIC.
En un análisis breve del contexto social, podemos comprobar que las formas de
interacción que promueve la Internet, se corresponden con los conceptos de “aldea global” y
“sociedad del espectáculo”.
A paso acelerado nos dirigimos hacia lo que anticipó Debord: “…la declinación de ser en
tener, y de tener en simplemente parecer” que propone la cultura de masas: un daño cerebral
colectivo causado por “la industria de la cultura”.
Más cercano en el tiempo, pero en la misma dirección, Baumann alerta sobre la forma en
que la sociedad de consumo ha transformado nuestras necesidades en demandas, luego en
deseos y más tarde en anhelos, alejándonos de esa forma, de la posibilidad de satisfacerlos.
En ese imposible, es donde la Tecnología, por su racionalidad productiva, encuentra su
nicho de consumo y con las TIC nos vende, en simultáneo, la posibilidad de ver el mundo
entero en tiempo real, la ilusión del control y la de estar en varios lugares al mismo tiempo.
Además, nos permite cumplir la fantasía del protagonismo. Ser visto y conocido por miles de
personas que ni siquiera sabemos que existen, pero ante las cuales nos mostramos para que
nos vean, nos sigan o nos comenten.
Cada día más, las cuestiones personales, las que nos constituyen como personas, están
pasando del fuero íntimo al dominio público.
2. Dejamos de ser individuos para ser una masa de imágenes compartidas que, en la
sonrisa de una foto, exhiben su felicidad.
La prudencia en la utilización de los recursos informáticos es una competencia básica a
desarrollar en nuestros alumnos. Eso sí, siempre y cuando nosotros la desarrollemos
previamente, junto con las competencias necesarias para transmitirla.
MENTIRAS Y FANTASIAS DE LA CAPACITACION DOCENTE EN LAS TIC.
POR Hugo M. Castellano.
Al cabo, como cualquier educador argentino sabe, el fait accompli que los aduladores
Una extensa nota del prestigioso periódico La Nación titulada "El sueño de la conectividad
global", resumía las múltiples y variadas promesas de los burócratas de turno, incluída las del
gobierno de la ciudad de Buenos Aires para conectar a 50 mil docentes.
El oficialismo le presento a Clinton era una burda mentira, producto de la afiebrada
fantasía de los funcionarios y una pieza más del siempre torpe propagandismo político. Nunca
se capacitaron 400 mil docentes, ni la mitad, ni la mitad de la mitad, ni la décima parte
mediante programas gubernamentales, en 2001 y en toda la década que le siguió. Cálculos
extraoficiales fijan la cifra real en unos pocos miles de "capacitados", y en cuanto a escuelas
conectadas, mejor ni hablar.
Como si fuera poco pretender que entrenando a unos pocos cientos de docentes por año
se puede generar la masa crítica que arrastre al resto hacia la sublime transformación
deseada, la capacitación docente en el uso de nuevas tecnologías, tal como la vienen
proponiendo los proyectos oficiales desde el principio, también vulnera los más elementales
principios de la pedagogía.
Veamos: operar una computadora es una tarea eminentemente práctica, y por ende el
mejor modo de aprender es practicando, actividad que ya es rara en los cursos de
capacitación, y se vuelve casi una imposibilidad en la escuela, donde los maestros no disponen
de horas libres rentadas para profundizar sus conocimientos, y si consiguen algunas como
dádiva, son de común insuficientes.
Además, operar una computadora es apenas el primer paso hacia su aprovechamiento
pedagógico. Lo importante para un maestro es cómo enseñar con recursos informáticos, y la
ansiedad de los capacitadores por avanzar hacia esta problemática provoca, casi siempre, que
se sobrevuele apresuradamente el conocimiento operativo, sin el cual ninguna actividad
pedagógica será posible o, cuando menos, sencilla.
En efecto, una mala capacitación técnica de base produce un docente inseguro, que
difícilmente llegue a sentirse cómodo al adentrarse en las complejidades de la didáctica
informatizada, y que naturalmente tratará de escapar al inevitable enfrentamiento con alumnos
que, aunque no necesariamente sean "usuarios expertos" en un sentido cabal, se sienten como
peces en el agua frente a un teclado y confían ciegamente en ellos mismos, incluso en
ausencia de todo fundamento.
Otro aspecto donde fallan seriamente los programas oficiales de capacitación en el uso
de TIC es en la evaluación de los aprendizajes. Por lo general, se los evalúa a través de un
"trabajo práctico" que es calificado positivamente no importa cuán horrible haya sido el
resultado. Aunque tampoco es crucial que haya habido un resultado, porque todos saben que
los maestros tienen poco tiempo libre y puede disculpárselos si al final de un curso entregan "lo
que tengo hasta ahora".
En tales circunstancias, la conciencia de los tutores parece aliviarse aplicando el recurso
de acompañar la inevitable felicitación final con algunas recomendaciones "críticas" en una
vena cordial, "para que la próxima vez te salga mejor". Lo cierto es que pocas veces hay una
próxima vez, o en todo caso nadie lo sabe, porque tampoco se hace un seguimiento de esos
docentes que el sistema registra automática y generosamente como "capacitados".
Una estrategia particularmente curiosa de la capacitación docente en TIC es la de
"entrenar entrenadores", presumiendo que el conocimiento se propagará en progresión
geométrica al pasar de un maestro a dos, de dos a cuatro, y así sucesivamente.
Aplicar la más alta exigencia a todos los procesos.
• Los objetivos pedagógicos y tecnológicos de la capacitación deben ser serios y
pertinentes. Deben definirse metas anuales de creciente demanda, y hace falta establecer hitos
trianuales o quinquenales para revisar lo actuado y aplicar los correctivos necesarios. Ningún
proyecto es perfecto, pero todos son perfectibles.
3. • Los planes de estudio deben estar adecuados a la complejidad y profundidad de
los aprendizajes requeridos.
• Los tutores deben poseer las más altas calificaciones y experiencia probada en
las materias que enseñan (¿cómo se explica, por ejemplo, que de pronto proliferen los cursos
sobre el modelo 1 a 1 cuando nunca antes se lo aplicó en el país? ¿Dónde aprendieron los que
se postulan como tutores? ¿Cómo, y dónde, hicieron su experiencia?).
• La duración de los cursos debe depender de la densidad de los temas bajo
estudio, ocupando el tiempo que sea necesario para alcanzar los fines deseados. No se trata
de cubrir con cursos las pocas horas libres del cronograma escolar, sino de generar los
espacios de capacitación con la duración adecuada en función de las necesidades.
• La enseñanza debe apoyarse lo más posible en la práctica intensa y asidua,
facilitando los recursos y las oportunidades que hicieran falta. El sistema educativo no se
transformará si no hace lugar a las transformaciones.
• Las evaluaciones deben ser obligatorias, rigurosas y objetivas, a cargo de
terceros sin interés político ni económico en los resultados. Ni el Estado, ni los funcionarios
intervinientes, ni los docentes involucrados deben participar en la evaluación de sus propios
proyectos.
Hay nodos siguen un orden lógico, el primero es la selección adecuada del medio, le
sigue el diseño y su elaboración o en los casos de contar con su existencia recurrimos a su
evaluación y por último el empleo y evaluación del medio diseñado. No existe contradicción
entre los dos momentos de evaluación citados. En el primero corresponde a los medios que el
profesor no elabora, como es el caso de un video, un libro de texto, una maqueta, una película,
o cualquier otro medio, donde se valora sí es adecuado o no para la clase, pero tomando en
cuenta los criterios iniciales de la selección
En el segundo caso de la evaluación me refiero al medio elaborado directamente por el
profesor y que debe ser valorado en el momento de su empleo con los estudiantes. En este
momento se pueden tomar acciones como las de rediseñar el medio, mantenerlo igual o
desecharlo en el peor de los casos.
La ruta critica en el trabajo con las tics.
En el mes de marzo circularon por la Red los resultados de dos trabajos de investigación
sobre el empleo de computadoras por estudiantes y profesores. Ambos originados en puntos
bien diferentes de la geografía mundial demuestran que hay una diferencia sustancial entre lo
que se pensó y la realidad.
Me refiero al estudio del Observatorio de la Educación Básica de la Argentina presentado
por la Universidad de Buenos Aires y a los comentarios expresados en más de un blog y en el
periódico ABC de España.
En el primer caso se señala que es muy pobre el empleo que profesores y estudiantes
de primaria y secundaria hacen de las casi dos millones de netbooks entregadas. Sin embargo
se explica en dichos comentarios que una buena parte de los profesores y estudiantes la
emplean en sus casas. Según dicho estudio la mayoría de los docentes se sienten capaces de
emplear la computadora y buscar información en Internet, pero dichas habilidades no se
trasladan a las aulas.
En el caso de España, los datos no son claros, con opiniones bien diversas, pero se
destaca que al menos seis de cada diez profesores emplean las computadoras en clases. Lo
4. que no pudimos encontrar es el cómo la emplean, aunque se señala que el 45 % de los que no
la usan es por falta de capacitación
En cualquiera de los dos ejemplos así como de otros países el esfuerzo realizado es
grande y aunque no rinde los frutos deseados no se puede decir que las iniciativas sean un
fracaso.
Estos temas siempre se manejan y no son nuevos. Por una parte la resistencia al
cambio, la inercia de profesores, directivos y los propios estudiantes a modificar sus
actividades y por la otra la concepción de la capacitación a los profesores, contribuyen a que
no se alcancen los objetivos propuestos.
No se trata de dotar de computadoras a profesores y estudiantes, tampoco de
enseñarles a manejarlas, sino de encontrar el camino adecuado para su empleo en el aula.
En esta dirección es que quiero compartir la idea de la ruta crítica, que es más un
algoritmo de trabajo necesario para el empleo de las Tics, a las que me permitiré llamar medios
del proceso pedagógico. En ellos estoy incluyendo todos aquellos componentes materiales o
no que en estrecha relación con objetivos, contenidos y métodos, permiten la construcción del
conocimiento y el desarrollo de habilidades, hábitos y valores en los estudiantes. Me refiero
desde la voz del profesor, el libro sin importar su formato, la pizarra de cualquier tipo, la
fotografía, los medios audiovisuales y cualquier otro medio que empleamos en clases.
El trabajo con los medios tiene un fuerte componente didáctico, no se deben seleccionar
por pasión o por gusto personal, o incluso por manejarlo mejor que otro. En cualquiera de esos
casos la selección del medio no responde a un criterio pedagógico, sino individual.
Entregar la computadora resuelve muy poco, enseñarles a manejar los programas,
tampoco contribuye a la solución, sino el cómo emplear esos dispositivos en relación con los
componentes didácticos de la clase, que es la tarea más compleja.
La ruta crítica tiene tres grandes nodos y estos a su vez un grupo de actividades de
carácter secuencial que tanto profesores como estudiantes deben cumplir, para garantizar el
éxito en el trabajo con los medios.