Ensayo sobre la responsabilidad de las empresas mineras en Colombia
Recursos renovable y no renovables
1. La disponibilidad de recursos mineros e hidrocarburos no obliga necesariamente a su extracción,
pero sí plantea la necesidad de abrir escenarios donde puedan tomarse decisiones adecuadas
respecto a la manera de asumir dichos recurso
Luego de evaluar el impacto social, económico y ambiental de la extracción de recursos no
renovables, la sociedad debe definir cuáles son las condiciones de su extracción, uso y venta, o, si
es el caso, tomar la determinación de mantenerlos bajo tierra. Lo segundo ocurriría si la sociedad
considera que el efecto neto de su extracción y uso es negativo, o si decide postergar su
explotación para el futuro, cuando el país pueda beneficiarse en mayor medida de esta actividad.
Una sociedad bien informada y con instituciones públicas solidas, debe ser capaz de tomar
adecuadas determinaciones respecto al uso de sus recursos naturales no renovables, Decisiones
que, ante las circunstancias cambiantes, pueden y deben ser periódicamente revisadas. Cambia el
precio de los RRNN no renovables, también las condiciones técnicas de su extracción y sus
impactos ambientales y sociales, así como la capacidad institucional que regula la actividad minera
y los valores sociales y las circunstancias económicas que definen la evaluación costo-beneficio.
El caso colombiano en el contexto mundial
En el ámbito mundial se han usado los RRNN no renovables de maneras muy diversas y con
resultados muy distintos. Hay países que los han aprovechado para convertirlos en fuente de
recursos para el beneficio social y el desarrollo sostenible, y hay otros donde han terminado por
alimentar sistemas corruptos, dando lugar a la destrucción ambiental y social.
En Colombia el sector de minería e hidrocarburos representó, según cálculos de desarrollo, cerca
del 8% del PIB en el 2011 y es el sector con la más importante tasa de crecimiento en nuestra
economía. Según la misma fuente, la participación en las exportaciones ha llegado a un 70% del
valor total de las mismas. Colombia es en el contexto mundial, uno de los países donde la industria
extractiva juega un papel clave en la dinámica exportadora y cada día tiene un peso económico
mayor en la composición de su PIB.
¿Pero está Colombia recorriendo la senda del desarrollo sostenible apoyándose en la
monetización de los recursos naturales no renovables?
Los RRNN no renovables, cuando son identificados y permanecen en su lugar de origen, pueden
asemejarse a una determinada suma de dinero guardado en una cuenta de ahorros. Según el
monto que allí tengamos, esto nos permite recurrir a los recursos en los momentos en los cuales
consideramos crítico o beneficioso su uso. La riqueza asociada a los RRNN no renovables la
usamos a sabiendas de que estamos utilizando nuestro stock de capital y tomamos esa consciente
determinación bien sea para atender una emergencia económica o social, para realizar una
inversión pensando en el desarrollo futuro, para mejorar la oferta y calidad de la educación y el
servicio de salud a la población, o sencillamente para aumentar nuestro nivel de consumo, entre
otras opciones.
En Colombia pareciera que estuviéramos urgidos de hacer una rápida extracción de nuestros
RRNN no renovables. Expresión de esta urgencia es el acelerado incremento en los títulos mineros
concedidos en la última década: el área titulada para minería era de 1,1 millones de hectáreas en
el 2002, lo que representaba el 0,98% del área total de país. Para el 2009 los títulos mineros
cubrían un área de 8,4 millones de hectáreas, es decir el 7,5% del país. Para el 2010, en
Ingeominas se estudiaban solicitudes por 40 millones de hectáreas, es decir el 36% de la superficie
del país. La producción minera entre 2006 a 2009 creció en un 27% y en el 2011 su tasa de
crecimiento según el DNP fue de 9,4%.
Mitos y realidades en el debate sobre la extracción de los RRNN no renovables en Colombia
2. La existencia de recursos mineros, que en principio debería ser un hecho positivo por tratarse de
una potencial fuente de riqueza, hoy es vista local y regionalmente como una amenaza. Las
regiones ven cómo desde el centro se toman decisiones que afectan negativamente sus territorios
y espacios de vida. Desde el Ministerio de Minas se otorgan los títulos mineros y desde el
Ministerio del Ambiente las licencias ambientales. Estas determinaciones tomadas desde el
gobierno central, hacen posible el inicio de la actividad extractiva en los territorios, sin considerar
los intereses y prioridades de las comunidades.
La sociedad percibe que los efectos desfavorables son mayores que los favorables, o qué la
distribución de los beneficios está demasiado concentrada y no beneficia integralmente a los
ciudadanos.
Los conflictos entre los intereses locales y las actividades extractivas se agudizan por el uso que
las entidades públicas y privadas interesadas en el desarrollo minero hacen de la legislación. El
Código de Minas en su Artículo 13 dice: “En desarrollo del artículo 58 de la Constitución Política,
declárase de utilidad pública e interés social la industria minera en todas sus ramas y fases. Por
tanto podrán decretarse a su favor, a solicitud de parte interesada y por los procedimientos
establecidos en este Código, las expropiaciones de la propiedad de los bienes inmuebles y demás
derechos constituidos sobre los mismos, que sean necesarios para su ejercicio y eficiente
desarrollo”. Algunos interpretan esto como que la minería tiene primacía sobre cualquier otro uso e
interés de la sociedad, lo cual no es cierto.
En ciertos casos, incluso ante recursos mineros localizados, debemos evitar su extracción y
asegurar intereses primordiales de la sociedad. La explotación minera puede generar deterioro o
destrucción de servicios eco sistémicos o ambientales que, al perderse, dan lugar a un importante
impacto negativo sobre el bienestar humano. Esto se expresa en disminución de la calidad de vida
y empobrecimiento de una región. Hay que revisar con criterio social y visión de largo plazo los
títulos mineros y en algunos casos no otorgar licencia de explotación para la extracción de RRNN
no renovables identificados y con título minero asignado.
Regalías y beneficios limitados
Informes de la Contraloría General de la Nación (CGN) demuestran que las regalías no solo se
pierden en manos de alcaldes y gobernadores corruptos, sino también que algunas empresas
mineras han sido sorprendidas evadiendo el pago de regalías. Quizás el caso más crítico es Cerro
Matoso S.A. En el 2010 se le exigió a Cerro Matoso S.A. el pago de 24.892 millones de pesos por
concepto de diferencias en la liquidación de las regalías entre los años 2004 a 2008. Cerro Matoso
interpuso recurso de reposición y este fue rechazado. El pleito se retomó y en el 2011 Cerro
Matoso S.A. devolvió al Estado Colombiano $35.318 millones por regalías que habían sido mal
liquidadas. En la minería el monto de las regalías es muy bajo en relación al nivel de extracción,
para el caso de hidrocarburos el manejo es distinto y el Estado tiene fuentes de información que
permiten hacer un seguimiento mucho más certero.
Un tema donde hay muchas dudas, es respecto al pago de impuesto de renta, no solo por las
prebendas que el pasado gobierno le dio a las inversiones realizadas por capitalistas extranjeros,
sino porque según algunos analistas, las empresas que extraen el mineral lo venden a una
empresa asociada en el exterior a un precio muy bajo y esto hace que no registren utilidades.
También ocurre que compran con sobreprecio muchos insumos a la casa matriz o a una empresa
asociada. En economía y finanzas esto se llama precios de transferencia, mecanismo que permite
que las utilidades las tengan las empresas asociadas en el exterior. Hay que definir un
instrumentos para que la DIAN pueda usar los precios de referencia del mercado internacional para
hacerles pagar impuesto a la renta, u otra solución es que el Estado entre como socio accionista
en la empresa que extrae el mineral y así participe en la decisión de a quién vender y a qué precio.
3. Resulta muy pertinente la publicación de la CGR, “Minería en Colombia: Fundamentos para
superar el modelo extractivista”, según la cual la importancia de la minería en el PIB no se refleja
en los insuficientes aportes del sector a las finanzas públicas.