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Historia de una Gaviota y del gato que le enseñó a volar_2
1. “Historia de una Gaviota y del Gato que le enseñó a volar”
LUIS SEPÚLVEDA
Una historia de amistad, solidaridad y del daño que le causamos
los seres humanos a la naturaleza
A mis hijos Sebastián, Max y León,
los mejores tripulantes de mis sueños;
al puerto de Hamburgo,
porque allí subieron a bordo,
y al gato Zorbas, por supuesto.
1
Mar del Norte
Este capítulo, nos cuenta que una bandada de gaviotas que
volaban por una corriente cálida, avistaron un banco de
arenques.
Estaban sobre la desembocadura del rio Elba, en el mar Norte.
Desde arriba veían los barcos formándose.
Kengah era una gaviota de plumas de color plata, lo que le
gustaba era observar las velas de los barcos. Más allá de la
línea de la costa, el paisaje era un enorme prado de verde
intenso.
Siguiendo las instrucciones de las gaviotas piloto, se lanzaron
sobre un banco de arenques y cuando salieron cada gaviota
tenía un arenque en el pico.
Tenían que volar hasta Den Helder y el plan de vuelo tenía
previsto ir a algunos sitios más. Y cuando se reúnieran todas
las gaviotas serán unas mil gaviotas.
Cuando estaban en vuelo vieron un banco de arenques y todas
cayeron en picado. Sonó un graznido de emergencia y como
Kengah no lo escucho cuando salió del agua estaba sola.
Alejandro Lázaro
2. “Historia de una Gaviota y del Gato que le enseñó a volar”
LUIS SEPÚLVEDA
Una historia de amistad, solidaridad y del daño que le causamos
los seres humanos a la naturaleza
Pedro
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LUIS SEPÚLVEDA
Una historia de amistad, solidaridad y del daño que le causamos
los seres humanos a la naturaleza
2
Un gato grande, negro y gordo
En este capítulo, empieza con el niño que cuida a Zorbas y
Zorbas.
El niño está indeciso de qué llevarse de viaje.
Pero de lo que sí está seguro es de que no quiere dejar al gato
en la casa, quiere llevárselo pero no puede.
El niño cuida muy bien al gato. Se gasta su paga en las galletas
que tanto le gustan a Zorbas.
El soñaba con viajar a países lejanos.
El gato recuerda que le debe la vida a causa de esto:
cuando el gato salió del canasto, su madre le hablo seriamente
y después le salió un pelícano que se iba a comer a Zorbas, de
momento lo tenía en su buche y Zorbas se pone furioso con el.
El pelícano se planteó comerle o no pero de la nada salió un
niño que salvó a Zorbas y comenzó una amistad.
Gabriel
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LUIS SEPÚLVEDA
Una historia de amistad, solidaridad y del daño que le causamos
los seres humanos a la naturaleza
3
Hamburgo a la vista
En este capítulo, Kengah, la gaviota de plumas plateadas, es
sobrepasada por una ola de petróleo tras haberse quedado sola
en la inmensidad del océano. Esta sustancia espesa y
maloliente, provocó que las alas se le pegaran al cuerpo y que
sólo pudiese mover las patas para salir de aquella marea negra.
Por fin, con los músculos acalambrados, consiguió llegar al
límite de la mancha. Entonces pensó en la terrible muerte que
le esperaba: o se la comería un pez o moriría lentamente
asfixiada a causa del petróleo.
Después de unas largas horas maldiciendo a los humanos y
pensando en su horrible muerte, decidió no rendirse y, tras
varios intentos, consiguió levantar el vuelo. Volaba desesperada
y, muy a su pesar, comprendió que sus alas no aguantarían
mucho más, así que, buscó un lugar para aterrizar. Entonces
cerró los ojos, con la esperanza de ganar altura utilizando sus
últimas energías, pero en vez de eso, cuando los abrió, volaba
sobre la iglesia de San Miguel, en Hamburgo.
Inés Junquera
5. “Historia de una Gaviota y del Gato que le enseñó a volar”
LUIS SEPÚLVEDA
Una historia de amistad, solidaridad y del daño que le causamos
los seres humanos a la naturaleza
5
En busca de consejo
En este capítulo, Zorbas baja rápidamente por un árbol para
encontrarse con unos perros vagabundos.
Salió a la calle y fue a un restaurante del puerto. Dos gatos que
estaban husmeando en la basura lo vieron y le empezaron a
provocar. Zorbas saco una de sus uñas y dijo que tenía nueve
más como esas mientras se la acercaba a un ojo, entonces los
gatos disimularon como si hiciera un buen día para que no les
hiciera nada.
Al rato se le acercó Secretario un gato que le dijo que si no
había reservado no podía pasar al restaurante. Zorbas le dijo
que necesitaba hablar con Colonello que era una urgencia.
Secretario le dijo que le siguiera y Zorbas aceptó, entonces
fueron con Colonello. Zorbas le dijo que le perdonara por
molestarle pero necesitaba sus consejos. Colonello le dijo en
italiano que estaba para servirle. Colonello le ofreció una lasaña
pero Zorbas dijo que no tenía hambre. Le conto a Colonello
sobre la gaviota y Colonello dijo que había que ayudar a esa
pobre gaviota. Zorbas quería ayudarla pero no sabía como y
Colonello le dijo que abría que consultárselo a Sabelotodo.
Inés Gil
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6
Un lugar curioso
Harry (un viejo lobo de mar) era el dueño de un puesto en el
bazar en donde vendía todas las antigüedades que había
encontrado cuando era marinero; tenía más de cincuenta
objetos en su colección, también era el dueño de Matías, un
Chimpancé y un Gato Sabelotodo que se dedicaba a el estudio
de libros que había en el bazar.
Matías, el chimpancé, vendía los boletos de la entrada del bazar
y siempre daba cambio de menos; y se encargaba de la
seguridad, lo malo de Matías era su problema con la bebida.
Al llegar al bazar el chimpancé no quería dejarlos pasar si no
pagaban el boleto de la entrada, entonces Zorbas saltó hacia él
y le mostró sus garras amenazándole de que se las iba a
clavar, por esta razón el chimpancé los dejo pasar.
Miriam
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7
Un gato que lo sabe todo
En este capítulo, Zorbas seguía buscando consejo para salvar a
la pobre gaviota, que estaba llena de petróleo. Así que con la
compañía de Secretario y Coronello, gatos que conoció hace
poco, encuentran al gato Sabelotodo, que les intentó ayudar a
salvar a la gaviota con los conocimientos de su enciclopedia.
Llegaron y buscaron gaviota y petróleo, no encontraron nada
útil. Era la primera vez que la enciclopedia defraudaba a
Sabelotodo.
Al final, consiguieron información sobre una cosa llamada
bencina que podría funcionar. Coronello se acordó de que en el
sótano tenían un poco de bencina. Les costó mucho convencer
a Secretario de que mojara su cola en la bencina para pasarla
sobre la gaviota, y cuando lo consiguieron, Secretario bajó al
sótano y Sabelotodo salió del sitio, acompañado del resto.
Abel
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4
El peligro no descansa
(Este es el capítulo 4 de la 2ª Parte;
Había que hacer el de la 1ª parte)
En este capítulo, cuenta cuando entre todos los gatos, deciden
que el pollito no puede seguir en el piso del gato Zorbas porque
corría peligro. Tuvieron La idea de trasladar al pollito junto a
Zorbas al bazar, claro que el gato tendría que ir todas las
mañanas a casa de su dueño para que no se alarmase.
Querían ponerle nombre a su compañero el pájaro. Mientras los
gatos discutían, el pollito fue andando entre algunas aves
disecadas, de pronto un animal de ojos rojos le cortó el paso, al
alarmarse graznó, Zorbas llegó el primero a su lado, vio una
rata al lado del pollito intentando agarrarlo. La rata huyó al ver
al gato. Zorbas se acercó a la grieta, preguntó por el jefe de las
ratas, aquella le dio la dirección.
Se adentró en las cloacas, al final del túnel divisó al jefe con el
que quiso negociar por la seguridad del pollito, a cambio las
ratas podrían salir a la calle por la noche acabando así la
conversación.
Daniel
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