2. CRIMINAL
Para la formación de la
personalidad delictiva
Sutherland consideraba la
existencia de dos elementos, el
primer elemento posponía todo
lo que se debía aprender, es
decir, identifica el contenido de
lo aprendido por el delincuente,
ya sean técnicas de comisión
de los delitos, los motivos y
actitudes para delinquir; y el
segundo se decía que era el
proceso por medio del cual se
aprendía o lo que es lo mismo
como se comete un hecho
delictivo.
Más adelante un investigador
llamado Turk se hace partidario
de la teoría “interacción”, la
cual es establecer
interacciones entre
agrupaciones y categorías de
personas; que da como
resultado la personalidad
criminal del sujeto. Para Turk
ser criminal no es realizar
actos delictivos, sino el
producto de la interacción entre
autoridades y sujetos,
dependiendo de una serie de
variables que determinaran la
asignación definitiva del estatus
de criminal.
Proposición del criminólogo
Jean Pinatel fue quien en vez
de emplear la palabra
psicópata utilizo la calificación
de MANIA SIN DELIRIO, esta
designaba a las personas con
comportamientos inadecuados
en la sociedad, tanto así que
no poseían sentimientos de
culpa al realizar malas
acciones., posteriormente se
les denomino como persona de
“MORAL INSANA”, termino
calificado para aquellos
individuos cuya moral estaba
depravada y/o perturbada.
Es un concepto inicialmente
propio de la psiquiatría, en 1974
Pinatel quien hablaba primero
de la “temibilidad” hoy
denominada “capacidad
criminal” a la cual definió como
la “perversidad constante y
activa del delincuente o la
cantidad del mal que puede
temerse del mismo”, es decir, la
tensión interna delictiva, la
potencia delincuencial de un
sujeto, lo que es capaz de dar
de sí su personalidad concreta
en el campo delictivo, concepto
que posteriormente se
complementa con el de
“adaptabilidad social”.
Componentes del “Estado
peligroso”
La capacidad criminal o
“potencial delictivo individual;
que depende de la personalidad
del sujeto (aplicación de la
personalidad al delito).
La adaptabilidad social o
“idoneidad del delincuente para
la vida social” (posibilidad de su
adaptación en la actividad al
momento en que se inserta).
Postula el estudio del
delincuente, de su
personalidad y conducta a
través de la casuística. Esta
predisposición se manifiesta
en un estado peligroso que
hay que descubrir para
conjurar el momento que se
conoce como la doctrina “del
paso al acto”. El propósito
es atender al hombre
delincuente para trasformar
positivamente su conducta.
Para lograrlo e necesario
hacer un diagnostico de
personalidad y un pronóstico
de tratamiento terapéutico
siguiendo el modelo medico
-clínico para evitar la
reincidencia.
Llego a confundirse con la
escuela positivista italiana,
teniendo sus raíces en la
antropología criminal
Lombrosiana.
3. FORMACION DE LA
PERSONALIDAD
ESTRUCTURA DE LA
PERSONALIDAD CRIMINAL
ESTADOS PELIGROSOS CRIMINOLOGIA CLINICA
PREDISPOSICIONES
AGRESIVAS
Se basan en el concepto de
agresión adaptativa social,
que puede relacionarse con
aspectos de la teoría socio
biológica.
Consideran que es una
tendencia natural que en
ocasiones o por algún tipo de
alteración biológica produce
conductas altamente
agresivas.
VIOLENCIA Y SU SUSTRATO
PSICOLOGICO
La tesis de Denis Chapman
sobre el estereotipo del
delincuente se aleja en parte
de los lineamientos
tradicionales de la sociología
de la conducta desviada,
aunque pertenece a ella como
una de sus perspectivas al
dedicarse a hacer un análisis
estructural de la sociedad y
sus mecanismos de
manipulación y señalamiento.
La tendencia Clínica se
individualizó a partir del
Coloquio de Roma en 1958,
cuando por iniciativa del Dr.
Benigno Di Tulio, se logró
organizar el estilo de la
medicina bajo la forma de
investigación científicamente
criminológica sin prescindir
del método clínico,
apoyándose en la Teoría de la
personalidad criminal.
Con lo anterior se pretendía
establecer un diagnostico,
elaborar un pronóstico y
formular un tratamiento,
dirigido a la rehabilitación de
los delincuentes cuyas
características propias
explicarían claramente su
comportamiento. En
consecuencia, permitiía
estudiar al delincuente bajo
todos los aspectos posibles,
tanto médico, psicológico y
psiquiátrico, como social y
cultural, entre otros; para así
conseguir el grado de
“peligrosidad”.