1. Motivación
La palabra motivación deriva del latín motivus, que significa «causa del movimiento». La
motivación puede definirse como el señalamiento o énfasis que se descubre en una persona
hacia un determinado medio de satisfacer una necesidad, creando o aumentando con ello el
impulso necesario para que ponga en obra ese medio o esa acción, o bien para que deje de
hacerlo. La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta.
En psicología y filosofía, la motivación implica estados internos que dirigen el organismo hacia
metas o fines determinados; son los impulsos que mueven a la persona a realizar
determinadas acciones y persistir en ellas para su culminación. Este término está relacionado
con «voluntad» e «interés».
Las distintas escuelas de psicología tienen diversas teorías sobre cómo se origina la
motivación y su efecto en la conducta. Todas aportan, desde diferentes perspectivas,
conceptos clarificadores que explican cómo se origina (para obtener éxito, culminar una
expectativa, satisfacer un deseo). Para comprender mejor la motivación humana, la teoría que
mejor la describe es la aportada por Maslow, el cual jerarquizó los motivos que todo ser
humano tiene o podría tener dependiendo de su situación personal.
Pirámide de Maslow
Teoría de los dos factores
Teoría X y Teoría Y
Efecto Pigmalión
Teorías de Clayton Alderfer
Teoría de la esperanza
Teoría de la equidad laboral
2. La motivación en el trabajo
Motivación de trabajo «es un conjunto de fuerzas energéticas que se originan tanto dentro
como más allá de ser un individuo, para iniciar un comportamiento relacionado con el trabajo y
para determinar su forma, dirección, intensidad y rendimiento».
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Mientras que la motivación a menudo puede utilizarse como una herramienta para ayudar a
predecir el comportamiento, varía considerablemente entre los individuos y a menudo debe
combinarse con la capacidad y los factores ambientales para influir realmente en rendimiento y
comportamiento. Debido a la función de motivación en que influyen en el rendimiento y
comportamiento laboral, es clave para las organizaciones a comprender y estructurar el
ambiente de trabajo para fomentar comportamientos productivos y desalentar a aquellos que
son improductivos.
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La motivación en los colaboradores de una compañía es de vital importancia debido a que ellos
darán todo de sí en pro de un objetivo personal u organizacional. La motivación laboral se da
mediante la relación de recompensas y rendimiento; ya que este tipo de incentivos les da
mérito o reconocimiento a labores asignadas.
Un personal altamente motivado le aporta ideas creativas e innovadoras a la compañía que
quizás podrán generarle éxito al grupo de trabajo en la organización.
Autoestima
La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y
tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y
de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la
percepción evaluativa de nosotros mismos.
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La importancia de la autoestima estriba en que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de
ser y al sentido de nuestra valía personal. Por lo tanto, puede afectar a nuestra manera de
estar y actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de
pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima.
1
Abraham Maslow, en su jerarquía de las necesidades humanas, describe la necesidad de
aprecio, que se divide en dos aspectos, el aprecio que se tiene uno mismo (amor propio,
confianza, pericia, suficiencia, etc.), y el respeto y estimación que se recibe de otras personas
(reconocimiento, aceptación, etc.). La expresión de aprecio más sana según Maslow es la que
se manifiesta «en el respeto que le merecemos a otros, más que el renombre, la celebridad y la
adulación».
2
Carl Rogers, máximo exponente de la psicología humanista, expuso que la raíz de los
problemas de muchas personas es que se desprecian y se consideran seres sin valor e
indignos de ser amados; de ahí la importancia que le concedía a la aceptación incondicional del
cliente.
1
En efecto, el concepto de autoestima se aborda desde entonces en la escuela
humanista como un derecho inalienable de toda persona, sintetizado en el siguiente «axioma»: