La escasez del agua amenaza la producción de alimentos, la salud y la estabilidad social y política. Las fuentes de agua están disminuyendo debido a los cambios climáticos y en el suelo, así como las inundaciones y sequías. Para conservar el agua que queda, se recomienda cerrar las llaves mientras no se usen, lavar la ropa solo cuando esté llena y regar solo la cantidad necesaria.