La fitodegradación es un proceso mediante el cual las plantas y los microorganismos asociados degradan compuestos orgánicos contaminantes en productos inofensivos como dióxido de carbono y agua. Las plantas producen enzimas como la dehalogenasa y la oxigenasa que ayudan a catalizar la degradación de contaminantes como hidrocarburos, plaguicidas y compuestos clorados. Este proceso se utiliza comúnmente para tratar suelos, sedimentos, lodos y aguas subterráneas contaminadas.