El documento describe tres cambios arquitectónicos que ocurrieron en los templos medievales: 1) El uso de vitrales y rosetones permitió mejorar la iluminación interior y mostrar imágenes en colores; 2) Los arbotantes y contrafuertes soportaron las paredes y permitieron elevar la altura de los edificios; 3) Grandes muros fueron reemplazados por vidrieras.