2. YO DIGO NO a las hidroeléctricas en Aisen Y TU?
3. HidroAysén está formada por la sociedad de Endesa y Colbún, para la construcción de 5 represas en los ríos Baker y Pascua, en la Región de Aisén. Para ello se inundarán casi 6 mil hectáreas, lo que afectará las actividades económicas de los habitantes de la zona: turismo, ganadería y forestal. Pero esto no es sólo el daño a los pobladores de Aisén, como el que sufrieron las comunidades indígenas pehuenches por la construcción de Ralco, sino también la destrucción de un ecosistema único.
4. La cuenca del Baker, el nacimiento del Pascua y Entrada Baker se conoce como el Valle Chacabuco, el cual fue priorizado para la conservación de la biodiversidad (CONAMA). En esa zona se encuentran dos parques nacionales Laguna San Rafael y Bernardo O’Higgins, uno de ellos además es Reserva de la Biosfera. Tres reservas nacionales: Lago Cochrane, Jeinimeini y Katalalixar, más un área privada protegida y la propuesta de Parque Nacional Patagonia (Fundación Conservación Patagónica). Aquí se encuentran especies en peligro de extinción como el huillín, el zorro culpeo, el gato colo colo, la güiña, el gato montés y el huemul, este último presente en nuestro escudo nacional, y que podría quedar sólo su recuerdo en el escudo si no se toman medidas concretas para su conservación.
5. El Plan de Ordenamiento Territorial de Aysén (Serplac Aysén) define usos turísticos, ganaderos, forestales, conservación y protección en el área que comprende el proyecto de Endesa y Colbún. En base a todo esto cabe preguntarse porque tamaña destrucción. Esta se justificaría en las necesidades energéticas de nuestro país para su desarrollo y autonomía energética. Los ciudadanos podrían por lo tanto respaldar estas explotaciones, creyendo que es la única forma de obtener energía, lo cierto es que hoy se conocen muchas otras como la energía eólica, geotérmica y mareomotriz, entre otras. Además del requerimiento energético total, sólo un 15% es para consumo domiciliario y un 11% de uso comercial, el resto es para la minería.
6. Cabe preguntarse entonces porque no realizar otras alternativas, y la respuesta es simple y cruel, como lo hizo saber la ministra de Minería Karen Poniachik en julio de 2006: "En el sector eléctrico las decisiones de inversión están exclusivamente radicadas en el sector privado". Sin embargo, HidroAysén ha sentido la presión de los grupos ambientalistas y sociales, y es por ello que han tenido que reconsiderar su propuesta. En un principio se inundarían 9000 hectáreas, que fueron reducidas a 5910. Además han comenzado una serie de reuniones con la gente, explicando las supuestas ventajas que traería a la zona la construcción de las represas, como mejoras en caminos y mas empleo, pero no hablan del daño irremediable que producirán. Pero la gente no se ha dejado engañar fácilmente, las represas no es la forma de desarrollo para la zona, ni lo es para el país.
7. Como chilenos debemos apoyar a la región de Aysén, como reserva de vida, y no permitir la destrucción de nuestro territorio. Muchas veces nos oponemos firmemente a la salida de nuestros hermanos bolivianos al mar. Debemos por lo tanto oponernos con más fuerzas a que empresas internacionales destruyan nuestras riquezas naturales y la calidad de vida de las comunidades de nuestro país. No hay que dejarse engañar, esta energía no es para los chilenos, es para otras empresas transnacionales, las mineras.