El documento describe los posibles impactos ambientales negativos de las centrales hidroeléctricas en el agua, la fauna, la flora y el suelo. Durante la construcción se intervienen bosques y causes, arrojando desperdicios que contaminan el agua. Esto afecta la ecología fluvial y la vida acuática. También se producen cambios en el hábitat de los animales y la tala de árboles perturba los campos vegetativos. El suelo sufre erosión y posible contaminación por residuos durante la obra.