Este documento resume las características del Renacimiento en diferentes regiones de Europa. Brevemente describe la arquitectura, pintura y escultura del Renacimiento Italiano, Español, Francés y Alemán. En cada sección, analiza obras representativas de cada época y lugar, destacando los elementos estilísticos y temáticos propios de cada región y período.
1. República Bolivariana de Venezuela.
Ministerio del Poder Popular Para la Educación Superior.
I.U.P. Santiago Mariño.
Extensión: Caracas.
Escuela: “41” Arquitectura.
Materia: Historia de la Arquitectura II.
Alumna: Marlyn A. Peña S.
CI. 24.311.766
Caracas, de Diciembre de 2015.
ANÁLISIS DE OBRAS DEL RENACIMIENTO.
3. Renacimiento Italiano.
Arquitectura.
Templete de San Pedro. Montorio, Roma, 1502. Bramante.
Expresa un nuevo sentimiento de luz, claridad y amplitud de
espacio, que es típico del renacimiento temprano en Italia. Su
arquitectura refleja la filosofía del humanismo, la iluminación y claridad
mental en oposición a la oscuridad y espiritualidad de la Edad Media. La
revitalización de la antigüedad clásica y las pilastras siguen la
superposición de órdenes clásicos, con los fustes de las columnas de
orden dórico que fueron tomadas de un edificio antiguo al que se le
añadió nuevas basas y nuevos capiteles de mármol; y los insertó en una
arquitectura de piedra de travertinos y enlucido.
La edificación al igual que el renacimiento con tema
religioso, tiene un objetivo conmemorativo, con intención de exaltar la
figura de San Pedro como Pontífice Romano. El edificio es la figura que
evoca la realidad divina del cosmos como es la creación, y la expresión
conceptual del “Sagrado” y representaba la ciudad ideal de Platón.
Bramante recreó un templo circular antiguo, con pequeñas
dimensiones interiores donde se aloja el altar, a demás, consta de una
pequeña Cella circular que rodea el agujero abierto en la roca donde la
tradición cristiana sitúa la crucifixión del primer Papa; esta Cella formada
por 16 columnas perípteras de orden dórico, sostienen el entablamento
que posee friso de triglifos y metopas.
4. Cristo Muerto. Andrea Mantegna. (1457-1501).
Esta obra representar una figura humana sin
simbolismos; la artista se concentró en un modo muy específico
en retratar el trauma físico más que el emotivo; esta obra se
trata de un tema común en el Renacimiento como lo es en este
caso la lamentación sobre Cristo muerto reflejado de una forma
rotunda.
Se presenta la creación de un espacio creíble,
permitiendo la representación del cuerpo humano por medio de
una imagen con contrastes de luz y sombra, agregándole a su vez
como tema principal lo religioso.
Análisis: La escena transmite un profundo
sufrimiento y desolación. La tragedia se potencia dramatizando
la figura de Cristo por su violenta perspectiva y la distorsión de
sus detalles anatómicos, en especial el tórax.
Los estigmas de las manos y los pies están representados sin idealismo ni retórica. La sábana que cubre
parcialmente el cadáver, pintada en los mismos tonos que el cuerpo, contribuye al efecto sobrecogedor del conjunto
que concluye en los rasgos de la cabeza, inclinada e inmóvil.
Se encuentra rodeado por la Virgen María, San Juan Evangelista y por una tercera figura, identificable
con una mujer piadosa o con María Magdalena, que lloran su muerte. La desproporción de sus rostros,
excesivamente grande, con lo pequeño de sus manos en primer plano y lo descompensado de su integración en la
composición hacen pensar en que son un añadido posterior de otro artista.
Pintura.
5. Escultura.
David de Donatello.
En esta escultura, al igual que el
Renacimiento Italiano, busca el equilibrio clásico, la
belleza y el cultivo de un cierto expresionismo, que
apoya la realidad y acentúa los valores dramáticos. El
tema fundamental es el hombre, se representa
desnudo, mostrando el ímpetu de cada musculatura y
representando su belleza.
Los relieves se realizaron con las reglas de
la perspectiva y se mostraban a los personajes con
expresiones de dramatismo y sentimientos expuestos
en las esculturas
6. Renacimiento Español.
Arquitectura.
La Puerta de la Pellejería de la Catedral de Burgos. Francisco de Colonia.
Pertenece a el estilo purista del segundo periodo del
Renacimiento Español, se caracteriza por el uso de algunos
elementos concretos, inspirados en la antigüedad como los arcos de
medio punto y las columnas lisas, los almohadillados en los muros y
por una austera decoración que se limita a las puertas y las ventanas,
lo que da a estos edificios un aspecto más armónico y equilibrado.
Se utilizan motivos decorativos, se consigue en su
arquitectura una edificación útil, cómodo y barato con los materiales
aplicados como lo fueron el ladrillo, la madera y el yeso; sus
repertorios decorativos, se difunden fácilmente a través del grabado,
se le agregan piezas sueltas que poco a poco se van incorporando al
gusto de los poderosos.
Se plasma lo popular con lo clásico en sus decorados,
además de ser estos religiosos; posee armonización de tendencias
contrapuestas: tradición religiosa con el paganismo clásico;
popularismo y cultismo; idealismo y realismo; tradición local y
temática universal europea. Nacionalización de temas extranjeros;
finalidad ética y didáctica junto a la más exigente preocupación
estética; espíritu constructor y realista.
7. Pintura.
Auto de Fe. Pedro Berruguete. (1495).
Este cuadro, describe el momento en que se
hacen públicas las condenas de la Inquisición. Se aprecia
una gran profundidad; demuestra en esta obra que une
la tradición hispano-flamenca con nuevos elementos
renacentistas, a demás, se mantiene de diferente
tamaño las personas dependiendo de su jerarquía
religiosa.
Se observan interiores perfectamente sujetos a
las reglas de la perspectiva, sin agolpamiento de los
personajes. Las figuras son todas anatómicamente
correctas.
Los colores y los sombreados se administran
en gamas tonales, según las enseñanzas italianas. Para
acentuar el estilo italiano es frecuente además añadir
elementos directamente copiados de allí, como son los
adornos a candelieri (cenefas de vegetales y cupiditos
que rodean los marcos), o ruinas romanas en los
paisajes.
8. Escultura.
Vaso de la Zarza. Sepulcro del Tostado. Catedral de Ávila.
Se muestran más los
sentimientos anímicos que la belleza
formal, posee fuerte sentimiento religioso
dando importancia a la expresividad.
Esta obra se caracteriza por un
estilo decorativo con cuerpos de
proporciones armoniosas, actitudes
serenas y un modelado blando y suave.
Pertenece a el primer período
de la escultura renacentista en España; en
este, los enterramientos realizados en
mármol o alabastro se decoran contondos
o medallones, guirnaldas y ángeles.
Como material se utilizo la piedra, el mármol, cumple función de sepulcro en alabastro y
su conjunto montado a manera de retablo en el centro del trasaltar mayor de la catedral de Ávila, y
en cuyos elementos decorativos se advierte el influjo del arte lombardo
9. Renacimiento Francés.
Arquitectura.
Castillo de Valençay. (1540).
La arquitectura exterior
muestra los tres órdenes clásicos
en las columnas: orden dórico en
la planta baja, orden jónico en el
primer piso y orden corintio en el
segundo.
Posee un diseño clásico
y renacentista a la vez, posee
fachadas movidas con salientes y
entrantes; como esta se
caracteriza por ser castillos, tiene
torres, torrecillas y buhardas.
Tiene techos altos; a
demás, erizados de chimeneas y
cesterías, donde su decoración es
el nuevo ropaje.
10. Pintura.
Ninfa de Fontainebleau. (1542-1543).
Posee una evocación de
lo antiguo; la figura humana se
convierte en el centro y medida de
todas las cosas. Se reanudaron
también temas mitológicos, se
estableció un cuerpo de teoría
para legitimar y orientar el arte de
la época, y se hizo hincapié en la
estrecha relación entre el
conocimiento teórico y una
rigurosa disciplina de trabajo
práctico como una herramienta
esencial para la creación de una
obra de arte calificado.
11. Renacimiento Alemán.
Arquitectura.
El Ayuntamiento de Colonia.
Posee un diseño de fachadas
totalmente renacentista, en esta
edificación, se destaca un cierto
nacionalismo frente a las influencias de los
Estados italianos y de la vecina Francia, así
mismo, se deseaba hallar un lugar de
encuentro entre los ideales nacionalistas
alemanes y cristianos con los espirituales y
artísticos llegados desde Italia.
Ellos plantean y destaca la idea
de renovación en la vida religiosa y al
mismo tiempo recibió y llegaría a rechazar
los grandes ideales renacentistas italianos.
Se presentan en la construcción
motivos ornamentales .
Se trataba en ella, más que de asimilar sus principios teóricos, de proporcionar una
apariencia nueva a los edificios. Así, la arquitectura alemana gustó del empleo de la decoración al
grutesco asumida desde una perspectiva ya manierista. Asimismo, el grutesco fue asumido con una
mentalidad centroeuropea y las formas figurativas acabaron poco a poco por deformarse y hacerse
abstractas y hasta simbólicas.
12. Pintura.
La pequeña crucifixión. Matthias Grünewald. (1502)
Posee a su vez características
expresionistas de la pintura religiosa gótica,
también posee influencia del Quattrocento
Italiano.
Se presenta en ella la lucha por lo
que paso Jesús en el ámbito religioso
representándose con acabados en colores y
tonalidades variadas dándole un sentido a la
pintura.
Se plasma evidentemente el tema
religioso representando principios teóricos ya
existentes y demostrando el sufrimiento y
trace por el que se pasa en la pintura.